Observando en detalle los restos del cometa.
Recientemente los aficionados a la astronomía, y los astrónomos propiamente dicho, sufrieron una pequeña/gran decepción. Todos ellos soñaban con algo espectacular, que dibujara en el cielo nocturno una impresionante silueta, quizás incluso poniéndose al nivel de otros "grandes cometas" de la historia, cumpliendo así era estadística que indicaba la aparición de uno de ellos cada siglo. Atlas, como se le conocía, parecía el candidato ideal, ya que su brillo estaba aumentado de forma exponencial. Sin embargo ese resplandor no indicó el principio, sino el final de su historia.
El 17 de Mayo cruzó un punto sin retorno, en que su estructura se vino abajo y empezó su fragmentación, la primera señal de la cual fue que su brillo, hasta ese momento creciente, se detuvo y empezó a debilitarse, a la vez que su Coma, la cabeza del cometa, se expandía y adquiría una apariencia difusa, "fantasmal". Todo indicaba lo que nadie quería, una fragmentación total, un fenómeno no desconocido para cuerpos tan frágiles, y así lo confirmaron las imágenes posteriores.
Ahora el venerable Hubble nos ofrece una visión clara de lo sucedido. Atlas parece que se partió en dos, y cada uno de ellos se fragmentaron de nuevo, dando lugar a estas dos parejas que vemos en las imágenes (A y B), aunque es posible que existieran otros, como se intuye en las dos tenues nubes de restos que vemos a la derecha (C y D), que ya se han desvanecido casi por completo. Se espera que con estas y otras observaciones se pueda entender que causó la caída de Atlas, el gran cometa que nos prometió el cielo pero terminó hundiéndose en el olvido.
Lo que se esperaba, un brillante cometa, quizás incluso tan to como Venus, cruzando el cielo nocturno. Un sueño ahora desvenecido.
That's the way the comet crumbles: Hubble image shows remains of Comet ATLAS
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