Voyager, Cassini, Galileo, Curiosity, Rosetta...todo son nombres de sondas enviadas para explorar otros mundos, y todas ellas comparten una misma características, el ser grandes y complejas (además de caras). Algunas más que otras, ciertamente, pero incluso las consideradas de clase "económica", siguen siendo ingenios de gran tamaño, y por encima de todo, notablemente costosos. De ahí que se aprueben nuevas misiones de forma tan puntual y espaciada en el tiempo.¿Es posible una alternativa más barata y sencilla, y por tanto que pueda utilizarse de forma mucho más habitual? Eso es lo que aspiran muchos ingenieros y estudiosos del espacio.
Ese sueño tiene un nombre, los CubeSats, nanosatélites que siguen todo un mismo estándar de diseño, en forma de estructura escalable en cubos de 10 cm de arista y masa inferior a 1,33 kg. Son pequeños, baratos, se pueden construir de forma relativamente rápida y económica al tener todos la misma base de diseño, y son capaces de tener capacidades científicas nada despreciables a una pequeña fracción de lo que cuesta cualquiera de esos titanes. Y trabajando en conjunto, complementándose unos a otros, pueden llegar a formar flotas de trabajo cuyo rendimiento puede mirar cara a cara de estos últimos.
Hasta ahora su campo de actividad siempre estuvo limitado a la órbita terrestre. Pero eso cambiará con el lanzamiento de InSight, la próxima misión marciana de la NASA, ya que no viajará sola. La acompañarán en su travesía dos CubeSats, conocidos como MarCO (Mars Cube One), y que intentarán ser los primeros de su clase en llegar a otro planeta. No transportan instrumental científico, su misión es seguir desde la distancia la entrada de la sonda en la atmósfera de Marte y actuar como relés de comunicación entre ella y la Tierra.
En realidad la InShight no los necesita, ya que puede hacerlo sin su ayuda, sola o con el respaldo de alguna de las sondas en órbita actualmente alrededor del planeta rojo. Pero serán la primera prueba crucial de la tecnología CubeSat más allá de la órbita terrestre, demostrando (o no) cómo podrían usarse para explorar el Sistema Solar."Estos son nuestros exploradores", explica Andy Klesh de JPL, ingeniero en jefe de MarCO."Los CubeSats no han tenido que sobrevivir a la intensa radiación de un viaje al espacio profundo antes, o usar la propulsión para apuntar hacia Marte. Esperamos iluminar ese camino".
Como todo viaje pionero el riesgo el alto, y las posibilidades de fracaso igualmente elevado. Muchas cosas pueden ir mal para Wall-E y Eva, como se les conoce entre el equipo, pero de lograrlo quizás hayan abierto las puertas a una nueva era, no tanto para remplazar a los titanes, que seguirán siendo insustituibles en muchos aspectos, como para complementarlos y ampliar los horizontes sin estar tan limitados por temas presupuestarios. El sueño de una exploración masiva del Sistema Solar quizás podría tener su respuesta en los exploradores más diminutos. El día que despegue InSight también lo harán las esperanzas de un futuro mejor.
Los nombres oficiales de estos dos exploradores son "Marco-A" y "Marco-B". Pero para el equipo que los construyó, son "Wall-E" y "Eva", apodos basados en personajes de Pixar.
Los Cubesats son la personificación de la sencillez, construidos siguiendo un mismo diseño, y como un puzzle, se le pueden añadir cubos a voluntad. Baratos y rápidos de construir, pueden representar una nueva vía en la exploración interplanetaria.
NASA Engineers Dream Big with Small Spacecraft
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