No es la primera vez que se aproxima al Sol, posiblemente lleva miles de pasos cercanos a nuestra estrella desde el día en que, posiblemente por efecto de la gravedad de Júpiter, terminó atrapado en su órbita actual, y lo seguirá haciendo durante miles más antes que el inevitable desgaste le pase factura y su actividad se desvanezca, si es que no lo hace el propio cometa por completa. Pero esta vez es especial, al menos para los habitantes de La Tierra, ya que es ahora, no antes ni después, cuando estamos siendo capaces de contemplarlo directamente, no como una nube brillante en la lejanía, sino como un pequeño mundo que ahora tiembla con furia. Y lo que nos está ofreciendo no puede ser más espectacular.
El 29 de julio Rosetta registró emisión detectada hasta la fecha, tomando datos con varios de sus instrumentos. Un espectacular chorro de partículas, transitorio pero de enorme intensidad, que cambio en la estructura y en la composición de la Coma gaseosa, haciendo que la propia sonda recibiera un mayor número de impactos de partículas de polvo. Y no levemente, ya que se multiplicó nada menos que por 10, pasado de 2/3 por segundo a alrededor de 30. Y lo que quizás resulte más sorprendente, este "grito" del cometa había alejado temporalmente el campo magnético que arrastra el viento solar del núcleo, algo que no se había visto desde el sobrevuelo de la Giotto al Halley, que es mucho más grande y activo que Chury.
"Es el chorro más brillante que hayamos visto en el cometa", explica Carsten Güttler, miembro del equipo de OSIRIS en el Instituto Max-Planck para la Investigación del Sistema Solar en Gotinga, Alemania."Estas emisiones no suelen brillar demasiado en comparación con el núcleo, por lo que normalmente tenemos que ajustar el contraste de las fotografías para detectarlas. Pero en este caso es más brillante que el propio cometa".
Por ejemplo, si se comparan con los datos tomados dos días antes, los niveles de dióxido de carbono se duplicaron, los de Metano se cuadriplicaron y los de sulfuro de hidrógeno se multiplicaron por siete. Sin embargo, la proporción de agua permaneció prácticamente constante. "Este primer vistazo a los datos de la emisión son fascinantes", comenta Kathrin Altwegg, investigadora principal de ROSINA en la Universidad de Berna. "También hemos detectado trazas de compuestos orgánicos pesados, que podrían estar asociados con el polvo arrancado por la emisión. Pero aunque sea tentador pensar que estamos ante compuestos procedentes del subsuelo , todavía es demasiado pronto para afirmarlo con seguridad".
"Además del número de partículas, las velocidades registradas por GIADA muestran que estaba sucediendo algo diferente: La velocidad media de las partículas aumentó de los 8 m/s a los 20 m/s, con picos de hasta 30 m/s,¡una auténtica tempestad de polvo!", aclara Alessandra Rotundi, investigadora principal de este instrumento en la Universidad de Nápoles.
Igualmente su efecto en el campo magnético y viento solar resultó espectacular, un regalo para los científicos de la misión: "Es muy difícil encontrar una región libre de campo magnético en cualquier lugar del Sistema Solar, pero en este caso se nos sirvió en bandeja.Es un resultado muy emocionante", añade Charlotte Götz, investigadora del equipo del magnetómetro en el Instituto de Geofísica y Física Extraterrestre de Brunswick, Alemania. "En las últimas semanas hemos situado a Rosetta a una distancia de unos 300 kilómetros del cometa para evitar los problemas de navegación provocados por el polvo, y pensábamos que la cavidad diamagnética había quedado fuera de nuestro alcance, pero parece que el cometa nos ha querido ayudar, llevándola hasta la sonda", comenta Matt Taylor, científico del proyecto Rosetta. "Es un suceso fantástico que hemos podido estudiar con varios instrumentos. Llevará tiempo analizar toda la información, pero es una muestra más de lo emocionante que está resultando esta fase de paso por el perihelio".
Y no se terminan ahí los "fuegos artificiales" de Churyumov-Gerasimenk, ya que la cámara OSIRIS reveló como la intensa actividad del cometa estaba arrastrando no solo partículas de polvo, sino fragmentos del orden de algunos metros. Una muestra de su fuerza en plena actividad. ¿Philae, que lleva semanas sin comunicarse de nuevo, puede haber seguido el mismo destino? Las próximas semanas, en que se reanudarán los intentos de escucharla de nuevo, quizás nos den una respuesta.
Rosetta seguirá acompañándolo hasta bien entrado 2016, cuando se encuentre ya demasiado lejos del Sol como para que la energía producida sea suficiente para mantenerla activa. Su destino final parece que será descender lentamente hasta posarse sobre la superficie del cometa, algo posible gracias a su mínima gravedad. Pero antes de que llegue este momento, seguro que nos seguirá maravillando con la siempre sorprendente naturaleza imprevista de los cometas.
La espectacular erupción observada por Rosetta el 29 de Julio.
El polvoriento entorno en que se mueve Rosetta.
Lugar de origen de la erupción.
Un fragmento del cometa, con un tamaño estimado de varios metros, aunque la distancia impide dar una medición exacta de su diámetro, expulsado el 30 de Julio.
La casi desaparición de campo magnético solar durante durante la tremenda erupción del 29 de Julio.
Fuegos artificiales en visperas del perihelio
No hay comentarios:
Publicar un comentario