
Que es lo primero que nos llamaría la atención si observáramos una panorámica global del planeta rojo? Ciertamente muchos son los detalles que se merecerían ese privilegio, pero lo más probable es que sería un inmenso valle quién acapararía las primeras miradas curiosas...y no sin razón, pues se extiende 4600 Kilómetros a traves de la superficie marciana, como una inmensa cicatriz de 200 de amplitud y hasta 11 de profundidad, sin duda una de las formaciones geológicas más espectaculares no solo de Marte sino de todo el Sistema Solar: Tenemos ante nosotros el Valles Marineris.
La sonda europea Mars Express, que permanece en órbita marciana desde 2003, nos permite profundizar en este lugar singular, en concreto Melas Chasma, una de las numerosas ramificaciónes en que se divide...desde los bordes superiores, que vemos en la parte derecha de la imágen, el terreno inicia un abrupto descenso hacia el fondo del valle, situado a más de 9 Kilómetros por debajo. Pocos lugares más profundos que este existen en Marte.
La ponorámica revela muchos de los procesos geológicos y climáticos que han afectado esta región..los laderas muestran evidencia de grandes deslizamientos de tierra que han creado grandes acumulaciones de desechos, que parecen ásperos y caóticos, en contraste con la superficie subyacente, mucho más suave. Las rocas muestran indicios de que fueron arrastrados y depositados por agua líquida, hielo de agua o barro, al igual que los diques de sedimientos que también se puede ver aquí. Todo un registro del paso del tiempo y que, en el caso de Melas Chasma, muestra amplios indicios de la presencia y actividad del agua líquida en el pasado.
En la llanura superior se observan una serie de fallas, la mayor de la cual discurre de forma paralela al borde del valle, lo que podría indicar que este se formo a partir de una parecida...el resto, por su parte, serían responsables de la inestabilidad responsable de los sucesivos desprendimientos.
Formación espectacular en todos sus sentidos y quizás, fruto de que se encontraba en los límites de visión de los telescopios de principio del siglo XX, origen de los imaginarios canales que vio Percival Lowell, el Valles Marineris es, junto con los blancos polos, las enormes volcanes de Tharsis y las señales de actividad fluvial, uno de los símbolos de ese extraodinario mundo que es Marte. Incluso en la distancia sus dimensiones nos resultan sorprendentes, así que no es difcil imaginar que el primer ser Humano que, quizás en un futuro lejano, se asome a sus bordes tendrá ante si un escenario de espectacularidad sobrecogedora.






Mars: how low can you go?
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