Estábamos a la espera de la confirmación del éxito (o fracaso) del primer intento de capturar material del asteroide Bennu. Las imágenes previas confirmaba que la operación, al menos por lo que respecta a las maniobras de la sonda, se había sucedido tal como estaba previsto y que su brazo robótico, en el extremo del cual se encuentra la parte visible del capturador de muestras, había tocado la superficie, se había disparado el chorro de gas nitrógeno para levantar partículas y pequeñas piedras con el objetivo de facilitar el proceso, y se había alejado rápidamente a una altura segura. La OSIRIS superó la prueba y estaba en perfecto estado.
¿Pero se había capturado material? Las imágenes llegadas dos días después, el 22 de Octubre, parecen haber dado una respuesta, que es positiva. Quizás incluso más de la cuenta, porque se aprecia una ligera perdida de partículas fruto de que se capturo tanto que parte de la "tapa" que cierra el recolector no esta del todo cerrada a causa de la presencia de piedras más grandes. Eso obligará a proceder con cuidado a la hora de maniobras y proceder a su almacenaje, para evitar más pérdidas. "Aunque es posible que tengamos que movernos más rápido para almacenar la muestra, no es un problema grave. Estamos muy emocionados de ver lo que parece ser una muestra abundante que inspirará a la ciencia durante décadas más allá de este momento histórico", comunicó Thomas Zurbuchen, administrador adjunto de la NASA.
El equipo de OSIRIS-Rex cree que se ha recolectado más que suficiente y está en camino de almacenarlo lo más rápido posible. Las imágenes también muestran que cualquier movimiento de la sonda y el instrumento TAGSAM (la capturadora de material) podría provocar una mayor pérdida, por lo que se decidió renunciar a una maniobra prevista y con la cual se esperaba medir el cambio de masa resultante, y un encendido de los impulsores, para este pasado 24 de Octubre y con el cual se quería acelerar ligeramente a la OSIRIS. Así se espera mantener la fuga bajo control mientras se procede a su almacenaje seguro en la cápsula de retorno.
"Estamos trabajando para mantener nuestro propio éxito, y mi trabajo es devolver con seguridad una gran muestra de Bennu", explica Dante Lauretta, investigador principal de OSIRIS-Rex "La pérdida de masa me preocupa, por lo que recomiendo encarecidamente al equipo que guarde esta preciosa muestra lo más rápido posible". Las estimaciones señalan que se deben haber capturado mucho más de los 60 gramos que se marcaba como meta mínima para dar la operación por cumplida, por lo que existe un amplio margen pese a la fuga para trabajar.
Se puede decir que OSIRIS-Rex se vio algo superada por su propio éxito, logrando mucho más de lo esperado, algo que cuando se juega con parámetros tan precisos es tanto un triunfo como un problema. Todo apunta que al final será lo primera, y que pronto veremos a la sonda de regreso a casa con su preciosa carga. Y habiendo superado un pequeño problema de indigestión.
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