El método actual más utilizado para el descubrimiento de nuevos exoplanetas es el del llamado tránsito, que básicamente es detectar aquellos que se mueve por delante de su estrella vistos desde la Tierra. Eso limita mucho el porcentaje que se pueden descubrir del total existente, ya que es cuestión de suerte que el plano orbital de un sistema planetario esté orientado exactamente mirando hacia nosotros, pero sigue siendo el más efectivo y sencillo para lograrlo. Y con el tiempo, con telescopios suficientemente potentes, también será la forma con que se pueda analizar las atmósferas de esos mundos en búsqueda de señales de vida.
Eso de la Tierra hacia las estrellas. Pero pongámonos en una situación inversa ¿desde cuantos sistemas estelares tendríamos la posibilidad de detectar a nuestro planeta mediante tránsito y capaces de detectar señales de actividad biológica en su atmósfera? O, puestos a imaginar, por los habitantes de civilizaciones quizás no mucho más avanzadas que nosotros? Es una pregunta ciertamente curiosa, y un reciente estudio, liderados por Lisa Kaltenegger, profesora asociada de astronomía en la Facultad de Artes y Ciencias y directora del Instituto Carl Sagan de Cornell; y Joshua Pepper, profesor asociado de física en la Universidad de Lehigh, han dando una respuesta.
Utilizando los datos del telescopio orbital TESS, que se dedica precisamente a la caza de mundos en otros soles, han dado una cifra: Existen 1004 estrellas en un radio de 33 años luz, situadas en la secuencia principal, muchas parecidas al Sol, y con posibilidades de disponer de planetas habitables, desde las cuales se podría detectar a la Tierra cruzando por delante del Sol, así como revelar la composición de su atmósfera. "Sólo una fracción muy pequeña de exoplanetas se alineará aleatoriamente con nuestra línea de visión para que podamos verlos transitar", comenta Joshua Pepper, "pero todas las mil estrellas que identificamos en nuestro artículo en el vecindario solar podrían ver a nuestra Tierra transitar, llamando su atención".
No deja de ser un ejercicio curiosos, intentar plantear un escenario visto de forma inversa, que además puede ayudar a la planificación de las actividades de futuros telescopios, como el James Webb, pero no deja de ser interesante saber que ahí fuera, en 1004 lugares del firmamento, podría haber alguien intentando saber de nosotros tanto como nosotros queríamos saber de ellos.
Los tránsitos planetarios son el mejor método actual para descubrir y desvelar detalles de mundos en otras estrellas. Y lo mismo se podría aplicar para la Tierra desde otros sistemas planetarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario