"Ventana de lanzamiento", "Orbita de transferencia"...aquellos que sigan la actualidad espacial con cierta profundidad habrá escuchado estas expresiónes con relativa frecuencia, asi como el hecho de que los lanzamientos de ondas exploradoras a otros mundos del Sistema Solar solo pueden realizarse cada cierto tiempo a intervalos regulares. Por ejemplo, las misiones a Marte solo pueden ser lanzadas cada 2 años, y por ello este 2013 veremos como inician su viaje las sondas MAVEN y Mangalyaan, mientras InShigt deberá esperar hasta 2015.
Esta idea puede parecer desconcertante para muchos.Al fin y al cabo en el espacio no hay barreras y, tal como vemos en las películas y series de ciencia-ficción, se trata simplemente de lanzar una vehículo desde la Tierra al encuentro del planeta elegido, una simple línea recta sin obstáculos. Sin embargo la realidad no es tan sencilla, en especial con los medios de propulsión que se disponen hoy día...un viaje directo requeriría tanto combustible que es inviable, ademas de significar un coste económico desorbitado, y por ello se utiliza una trayectoria parabólica que lleve a ambas, vehículo y planeta, a encontrarse en un punto concreto del espacio.
Todos estamos atados por la gravedad solar, en órbita alrededor de nuestra estrella, y ni siquiera las sondas exploradoras se libran de estas cadenas. Solo las Voyager y las Pioneers, que recibieron un impulso extra tras sus encuentros con Jupiter y el resto de planetas gigantes, se mueven lo suficientemente rápido para haber roto toda atadura y dirigirse, en un viaje sin retorno, hacia las profundidades interestelares. El resto, incluso aquellas que terminaron hace tiempo su misión, permanecen a su alrededor, como reliquias de una época pasada.
Esto se tiene muy en cuenta en las misiones espaciales, que se lanzan no en dirección hacia el planeta (Marte o cualquier otro) sino hacia el lugar donde este se encontrará en el futuro, moviendose en una órbita solar propia que le llevará a cruzarse con la de su objetivo. Una vez en vuelo solo es necesario acelerar o frenar ligeramente su velocidad para conseguir que esta adquiera los parámetros adecuados: Si se frena la nave "desciende" (con el objetivo de alcanzar Mercurio o Venus) y si se acelera "asciende" (hacia Marte y más allá), en un movimiento en espiral. Es lo que se llama "órbita de transferencia".
Este método permite ahorrar espacio y dinero, pero implica un viaje más largo (unos 9 meses en el caso de Marte con los sistema de propulsión actuales) y que solo puede despegar en momentos concretos, pues tanto La Tierra como el lugar de destino deben situarse en una posición que permita el posterior encuentro. Y esas fechas adecuadas para lanzar un vehículo espacial se las llama Ventanas de lanzamiento...cuando se habla de que la "ventana" se mantendrá abierta de, por ejemplo, del 5 al 10 de Marzo, significa que el lanzamiento implicado solo podrá llevar adelante en ese espacio de tiempo y que, si por algun motivo no es posible, debera esperarse a la siguiente oportunidad.
Estas son las normas que rigen la exploración planetaria desde que las primeras sondas exploradoras abandonaron la Tierra y la frontera del conocimiento se extendió hacia los otros mundos del Sistema Solar...50 años después nuestros exploradores planetarias son infinitamente más avanzadas, con una capacidad científica que nada tiene que ver con sus primitivos predecesores, pero, paradojicamente, siguen usando el mismo metodos de viaje que ellos para cruzar el espacio que separa los mundos.
Una "orbita de transferencia" de la Tierra a la Luna...en lugar de ser una trayectoria directa, el vehículo sigue una órbita propia que le llevara a cruzarse con nuestro satélite. Para que esto ocurra, claro esta, hay que esperar el momento adecuado.
Los viaje a Marte siguen el mismo metodo: las sondas exploradoras siguen una órbita propia alrededor del Sol que termina cruzando con la marciana....si los calculos son correctos ambos, sonda y planeta, se encontrarán.
Una órbita de transferencia puede elevarse hacia Marte con un ligero impulso...o decender hacia el Sol frenando ligeramente su velocidad. Este fue el caso de la Mariner 10, que viajo hasta Mercurio, utilizando ademas a Venus como "asistente gravitatorio" para ajustar su trayectroria, la primera vez que se recurría a este tipo de maniobra.
Antes de que llegaran las sondas capaces de entrar en orbita alrededor de un planeta, las exploraciones de otros mundos consistia en el acercamiento, un unico y rapido sobrevuelo y el posterior alejamiento sin retorno, como es el caso de la Mariner 7...tras esto, y una vez dejaban de transmitir se solía decir que se "perdian en el espacio", aunque en realidad se mantenian en una órbita solar, la misma que les habia permitido acercase al planta rojo. Tanto esta sonda como todas las lanzadas desde principios de los 60 para explorar el sistema solar interior siguien, hoy día, orbitando el Sol.
Órbita de transferencia
Ventana de lanzamiento
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