Es el continente más hostil que existe, cubierto de una capa de hielo que en algunos lugares alcanza los 3 Kilómetros de grosor y tan aislado que podemos considerarlo el último rincón del planeta, el lugar más remoto que nos podemos imaginar. Pero al mismo tiempo su influencia en el clima y los océanos se extiende por todo el planeta. Y justo por ello, en una época donde se está viviendo un cambio climático evidente y del cual este desierto helado no es ajeno, resulta un objetivo prioritario de estudio por parte de la comunidad científica.
Bedmap2, creado por la British Antarctic Survey y versión ampliada y mejorada de Bedmap, nos adentra en el mundo que existe debajo del hielo, oculto desde que el desplazamiento continental llevó a este continente desde zonas ecuatoriales hasta el Polo Sur, cubriéndose de una cubierta helada hace unos 30-35 millones de años, y donde hoy dia restos fósiles recuerda los tiempos en que un clima tropical se extendía en lo que ahora es un desierto gélido. Un conjunto de datos sobre la elevación de la superficie, el espesor del hielo y la topografía de la roca madre, ofrecidos tanto por parte del satélite ICESat como por la conocida como operación IceBridge de la NASA permiten generar este mapa extraodinario, el más preciso de cuantos se han levantado sobre la Antártida.
El objetivo principal de Bedmap2 es servir de base a los modelos informáticos que se están utilizando para realizar simulaciones sobre como las capas de hielo podrían responder a los diferentes cambios climáticos, especialmente al aumento de temperaturas, ya que es necesario un conocimiento lo más exacto posible tanto del grosor y estructura de la cubierta helada como especialmente del terreno que se esconde debajo de ella, ya que esto último pude afectar a la forma en que el hielo se desplaza. Por ejemplo, fluirá más rápido en una pendiente cuesta abajo, mientras que una pendiente cuesta arriba (como pueden ser las altas montañas de las que hoy día solo vemos emerger sus cimas) o un terreno accidentado pueden frenarlo o incluso mantenerlo en su lugar temporalmente.
Todo ello es necesario para intentar comprender no solo los mecanismos que gobiernan este continente perdido, sino la forma en que extiende su influencia por toda La Tierra y como podría reaccionar en el futuro a los cambios climáticos. Y es que uno de los motores más importantes que gobiernan el clima actual se esconde en la Antártida, en el lugar más remoto del planeta, allí donde un mundo en otro tiempo lleno de vida y vegetación durme bajo un manto de hielo.
ICESat, un observatorio de la NASA lanzado en 2003 con el objetivo de medir masas de hielo, nubes, aerosoles, topografía y características de la vegetación desde una órbita extremadamente inclinada, 94 grados, lo que le permite observar las zonas polares, lo que le permite medir el grosor de las capas de hielo con su instrumento lidar GLAS.
La operación IceBridge, inicadas en 2009 y que se extenderán hasta 2016, una serie de vuelos a baja altura sobre amplias regiones de La Antártida y provistos de todo un arsenal de instrumentos científicos (Altímetros láser, radar,ect..) para medir los cambios que se producen en ella.
What Does Antarctica Look Like Under the Ice?
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