Cuando se señala que es como un Sistema Solar en miniatura, ya que vive acompañado de una inmensa familia de satélites, no es una comparación fuera de lugar. Bien al contrario, y si no fuera porque el gigante joviano nunca llegó a tener masa suficiente para iniciar reacciones de fusión en su núcleo y brillar como una estrella, perfectamente podría encajar con ese concepto. Y periódicamente sus acompañantes no dejan de aumentar.
Si hasta ahora la lista se elevaba hasta las 67 lunas, ahora debemos actualizarla hasta las 79, ya que recientemente se añadieron 12 nuevas, descubiertas de forma casi accidental por un equipo de astrónomos liderados por Scott S. Sheppard de Carnegie, que estaba rastreando las lejanas fronteras del Sistema Solar dentro de la búsqueda general del hipotético 9º planeta."Júpiter simplemente estaba en el cielo cerca de los campos de búsqueda donde estábamos buscando objetos distantes, así que pudimos buscar afortunadamente nuevas lunas,mientras que al mismo tiempo buscamos planetas en los límites de nuestro Sistema Solar".
Y una de ellas especialmente extraña. De las doce, nueve giran alrededor de Júpiter de forma retrógrada, en sentido contrario a la rotación del planeta, lo que en si mismo no es extraño. De las 67 conocidas anteriormente, 33 lo hacen de esta forma, por lo que se mantiene una cierta paridad. Sin embargo una de ellas es extraña. Valetudo, como los astrónomos han propuesto denominarla, se mueve en una órbita "normal" o prógrado, pero lo hace en medio de un numeroso grupo de otras pequeñas lunas que lo hacen de forma retrógrada. Es como un pequeño vehículo moviéndose en contradirección por una autopista planetaria. Una situación curiosa, además de peligrosa.
"Esta es una situación inestable", explica Sheppard. "Una colisión frontal romperían rápidamente los objetos implicados, y los reducirían a polvo".Algunas de las lunas y agrupaciones de lunas de Júpiter, incluido este "bicho raro", podrían haberse formado a partir de colisiones como esta.
Las lunas jovianas, dejando de lado a Io, Europa, Ganímedes y Calixto, que son grandes mundos con una historia propia, no se mueven de forma aleatoria, sino que se agrupan en diversas familias o manadas, intuyendo en cada uno de ellos quizás un origen común. Lo que hace extraño a Valetudo es precisamente que parece fuera de toda relación con el grupo de lunas prógrado, del que debería formar parte, y en su lugar parece ir por libre y gustarle el peligro ¿Estuvo inicialmente en este grupo y después fue expulsada por razones desconocidas? Puede ser que, como sugieren sus descubridores, esta pequeña "extravagante" podría ser el último remanente de antigua luna en órbita, una vez más grande, que formó algunas de las agrupaciones lunares retrógradas actuales durante colisiones frontales pasadas? O quizás fue atrapada durante la formación del planeta, cuando lo redeaba una densa nube de gas y polvo? No lo sabemos.
Valetudo, la diminuta y extravagante, que parece buscar su propia destrucción de forma suicida, es solo un ejemplo más del complejo y extraño sistema de satélites que acompaña al mayor planeta del Sistema Solar. Aunque solemos centrarnos en sus 4 grandes lunas por razones evidentes, más allá se extiende una nube de decenas y decenas de otras lunas, mucho más pequeñas, pero no por ello menos interesantes.
Las nuevas lunas de Júpiter. Valetudo, en verde, se mueve en medio de una corriente de otras lunas en contradirección, con lugar de formar parte del grupo de las que si se mueven siguiendo la rotación del planeta. Una situación de riesgo, que algún día puede desembocar en una colisión frontal.
Imágenes del descubrimiento de Valetudo por parte telescopio Magellan, en mayo de 2018. La luna se puede ver en movimiento en relación con el fondo de estrellas distantes. Júpiter no es aquí visible, sino situado fuera de escena en la esquina superior izquierda.
A dozen new moons of Jupiter discovered, including one “oddball”
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