El recientemente descubierto 2017 YE5 es un binario casi "perfecto".
Una parte destacable de los asteroides de cierto tamaño viajan en compañía, formando parejas que se muevan juntas alrededor del Sol mientras giran alrededor de un centro de gravedad común. Y la inmensa mayoría tiene un componente "dominante", uno bastante mayor que el otro. La igualdad no triunfa entre esta familia de cuerpos planetarios, y se conocen muy pocos ejemplos, que se pueden contar con los dedos de una mano, de binarios perfectos, en que ambos tengan un tamaño y masa parecida. Son por ello un preciado objetivo de los astrónomos, que siempre han deseado poder estudiar de cerca alguna de ellos, ya que consideran que podrían ofrecer información clave para entender como se forman este tipo de objetos. Y el 21 de junio el Universo decidió concederles ese deseo.
Ese día el recientemente descubierto asteroide 2017 YE5 pasó a solo 6 millones de kilómetros de la Tierra. Detectado por primera vez por el Observatorio Oukaïmeden el pasado Diciembre, no se sabía nada más de el, aparte de sus parámetros orbitales. Por ello, con su aproximación, la mayor en 170 años según los cálculos, diversos observatorios iniciaron campañas de observación, especialmente radiotelescopios, que permiten, enviando ondas de radio y estudiando su eco, levantar imágenes de cuerpos tan pequeños a una escala imposible para los telescopios ópticos. Y pronto los datos empezaron a señalar que algo raro ocurría con este asteroide. Primero se supuso que podría tener dos lóbulos muy diferenciados, como vimos en el cometa Churiumov-Guerasimenko. Después que se trataba de un binario, algo relativamente habitual. Y finalmente Arecibo confirmó que estábamos ante una pareja "perfecta", de igual tamaño. Los astrónomos habían recibido un regalo inesperado y muy bienvenido.
Las imágenes de radar revelaron dos objetos son más grandes de lo que su brillo óptico combinado originalmente había sugerido, lo que indica que las dos rocas no reflejan tanta luz solar como un asteroide rocoso típico. 2017 YE5 es probablemente tan oscuro como el carbón. Las de Goldstone, tomadas el 21 de junio, también muestraron una notable diferencia en la reflectividad de las ondas de radar en cada uno de los dos objetos, algo confirmado por Arecibo,sugieren que cada uno de los asteroides pueden tener diferentes densidades, composiciones o rugosidades.
Una oportunidad única que se supo arpvechar al máximo, y que nos ofrece la visión más perfecta de lo que significa girar alrededor de un centro de gravedad común, algo que ocurre con todos los objetos planetarios y lunas, incluso entre la Tierra y el Sol. Solo que aquí, al ser un baile entre iguales, eso es más evidente que nunca.
Las imágenes generados por Goldstone (arriba) insinuaban que podría ser binario, aunque también que podría tener dos lóbulos muy diferenciados. Arecibo mostró con claridad su naturaleza como un binario casi perfecto, formado por dos asteroides de igual tamaño.
La órbita de 2017 YE5.
El descubrimiento de YE5, en Diciembre de 2017, por parte del Cadi Ayyad University Morocco Oukaimeden Sky Survey.
Observatories Team Up to Reveal Rare Double Asteroid
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