Observando la zona nocturna de Caronte iluminado por el resplandor del planeta enano.
En ocasiones la silueta de La Luna se dibuja perfectamente en el firmamento, a pesar de que en ese momento, y desde el punto de vista terrestre, parte de su rostro esté sumergido en las tinieblas de la noche. No debería verse nada en absoluto, pero no es así. Y la respuesta es que es la propia Tierra la que la ilumina, la luz solar por ella reflejada que incide en ella y la llena de un tenue resplandor. Es lo que se conoce como "luz cenicienta", uno de los fenómenos astronómicos más destacables que podemos ver a simple vista, un juego de luz entre mundos.
Y en Plutón ocurre lo mismo. El resplandor del Sol es solo una pequeña fracción del que tenemos en la Tierra, pero su gran luna Caronte están mucho más cerca el uno del otro, y el que estén compuestos de diversos tipos de hielo. Una combinación que permitía al equipo de la New Horizons esperar un efecto parecido, lo que les permitiera atrever, aunque solo fuera ligeramente, los hemisferios nocturnos de ambos mundos, en ese momento sumergidos en una oscuridad que, tanto por la inclinación de su eje, como por la duración de su viaje alrededor del Sol, ya dura varias décadas. Son zonas destinadas a no ser exploradas, pero quizás, aunque sea de esta forma, podamos tener una ligera idea de lo que ahí se esconde.
Este es el caso del Polo Sur de Caronte, sumergido en una larga noche polar, en la que se adentró en 1989, y de la que no saldrá hasta 2017. Por tanto invisible a las cámaras de la New Horizons. O Casi, ya que una toma de LORRI (Long Range Reconnaissance Imager), con una exposición de 16 segundos, realizada 3 día después del momento de máxima aproximación, han permitido hacer visible la "luz cenicienta" que, llegada desde el cercano Plutón, ilumina su gélida noche, donde las temperaturas deben aproximarse al 0 absoluto.
Entre el intenso programa de actividades que afrontó la New Horizons durante el encuentro, se encontraba la de realizar tomas de su hemisferio nocturno, esperando que la tenue luz reflejada por Caronte fuera suficiente para ser capaces de distinguir algún detalle. Este es la primera imagen que tenemos de este efecto, aunque sea desde la distancia. Ahora solo queda esperar que entre todos los datos e imágenes que aún esperan ser enviados a la Tierra desde los bancos de memoria de la sonda, se encuentren las de la noche de Plutón bailado bajo la luz de su gran luna.
El polo Sur de Plutón, sumergido en la oscuridad de la noche, iluminado por Caronte. Esta era la situación cuando llegó New Horizons, y se espera que esta situación de "luz cenicienta" permita ver algo de lo que allí se esconde.
La "luz cenicienta" permite apreciar detalles de la superficie de La Luna cuando su hemisferio que mira hacia la Tierra se encuentra sumergida en la larga noche lunar. Entre Plutón y Caronte ocurre algo parecido.
Charon’s Night Side
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