El 20 de Agosto y el 5 de Septiembre de 1977 se iniciaba una de las aventuras más extraordinarias de la historia de la exploración espacial, una destinada a extenderse durante décadas, y que aún hoy sigue adelante. Ninguno de los exploradores posteriores, como el aparentemente inagotable Opportunity, se aproximan a esta hazaña ni pueden tener esperanzas reales de hacerlo algún día. Pero eso no es algo que nadie se imaginaba en su momento. Sus objetivos eran Júpiter y Saturno, y a partir de ese punto un "ya veremos" con pocas expectativas. Pero las Voyager hicieron pedazos toda las previsiones. Y siguen haciéndolo.
"Creo que pocas misiones pueden igualar los logros de las Voyager durante sus cuatro décadas de exploración" explica Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas (SMD) de la NASA. "Nos han educado en las maravillas desconocidas del universo y verdaderamente han inspirado a la humanidad para continuar explorando nuestro sistema solar y más allá". Nos abrieron las puertas del los mundos gigantes, apenas entreabiertas por las Pioneer, desde los volcanes de Io a los primeros indicios de un océano bajo Europa, pasando por la complejidad asombrosa de Titán, los criovolcanes de Tritón, las blancas nubes del azulado Neptuno o la extraña Miranda. La Voyager 1 se "sacrificaría" sobrevolando la gran luna de Saturno, lo que la lanzaría fuera del plano donde orbitan los planetas, mientras que sería tarea de la Voyager 2 seguir hasta Urano y Neptuno.
A todos los efectos las Voyager podría haber terminado su viaje aquí y consideradas un éxito completo, incluso superior a lo esperado. Pero ambas seguían en plena forma, y de forma imprevista se abrieron las puertas a una nueva, inesperada y emocionante posibilidad: Alcanzar los límites de la Helioesfera, ahí donde el viento solar finalmente se detiene, y saltar, por primera vez, al espacio interestelar. Tal como explica Ed Stone, científico del proyecto Voyager,"ninguno de nosotros sabía, cuando las lanzamos hace 40 años, que hoy seguirían funcionando y continuando en este viaje pionero. La cosa más emocionante que encuentren en los próximos cinco años es probable que sea algo que no sabíamos que estaba ahí fuera para ser descubierto".
Su supervivencia es todo un homenaje a aquellos que, hace ya 5 décadas, iniciaron su diseño y construcción, algunos de los cuales ya no están entre nosotros, aunque su espíritu, como se suele decir, viaja con ellas. Robustas, preparadas para soportar los intensos campos de radiación de Júpiter, lo que las hizo estar listas para cualquier cosa que viniera después, con sistemas redundantes y con capacidad autónoma para cambiar de uno a otro según las circunstancias, y con tres generadores termoeléctricos de radioisótopos alimentados por plutonio-238 para obtener la energía necesaria, las Voyager eran lo mejor de lo mejor en su tiempo, fruto de una dedicación y esfuerzo que aún hoy día sigue dando sus frutos. Aunque el tiempo, lentamente, también se agota para estas infatigables viajeras, al ritmo en que sus generadores se van debilitando.
Sin embargo, después de tanto tiempo, los ingenieros están aprendiendo cómo operar sus instrumentos bajo restricciones de potencia cada vez más estrictas, sacando partida hasta del último vatio y eliminando cualquier gasto superfluo de energía, como es el caso de las cámaras, que ya no son útiles, y en ambas sondas permanecen desactivadas desde principio de los 90. No solo eso, sino que en una especie de arqueología tecnológica, y para maximizar la vida útil, también consultan documentos escritos hace decenios que describen comandos y software, además de la experiencia de los ex ingenieros de la misión."La tecnología tiene muchas generaciones de antigüedad, y se necesita a alguien con experiencia de diseño de los años 1970 para entender cómo funciona la nave y qué actualizaciones se pueden hacer para que puedan seguir operando hoy y en el futuro", explica Suzanne Dodd, del JPL.
Todo esto hace posible que ambas Voyager aunque tengan unos años más de plena actividad, aunque, a medida que la energía disponible vaya descendiendo de forma inevitable, los instrumentos deberán ir siendo desconectados uno a uno. En 2030 se desconectará el último de ellos. Y poco después ya no serán capaces de emitir una señal de radio lo suficientemente potente para ser captada desde la Tierra. Llegará el silencio, y con con el inicio de un viaje eterno a través de la galaxia. Y en el interior de cada una de ellas sendos discos chapados en Oro con información, imágenes, sonidos y saludos en distintos idiomas de los habitantes de un pequeño punto azul pálido para posibles civilizaciones que un día pudieran encontrarlas. O conservar hasta más allá de su final el recuerdo de una civilización ya desaparecida hace tiempo.
Todo esto, evidentemente, es pura especulación, proyectando nuestros sueños en un futuro tan lejano que parece casi impensable. El presente es que ambas cumplen 40 años en activo, aún comunicándose con nosotros cada día, enviando datos desde los límites de nuestro mundo, de nuestro sistema planetario, de nuestra realidad. Y eso es maravilloso.
20 de Agosto de 1977, despegue de la Voyager 2, que se adelantó al de la Voyager 1, aunque esta última la adelantó al seguir una trayectoria diferente.
Las Voyager 1 y 2 abrieron las puertas del Sistema Solar Exterior, hasta ese momento casi desconocido. Era el objetivo principal de la misión, y ese se completó con total éxito, incluso llegando más lejos de lo esperado. Pero la historia continuaría.
La tenue señal de radio de la Voyager 1, "vista" por el National Radio Astronomy Observatory en 2013. La señal de origen humano más lejana de nuestro planeta.
Un punto azul pálido. El 14 de Febrero de 1990 la Voyager 1 utilizó por última vez sus cámaras para mirar hacia atrás y lograr un mosaico de fotografías que abarcara la mayor parte de los planetas del Sistema Solar, incluida la Tierra. Después de este momento se desconectarían para siempre para ahorrar energía.
NASA's Voyager Spacecraft Still Reaching for the Stars After 40 Years
Las Voyager cumplen 40 años de viaje llamando a la Tierra a diario
4 comentarios:
Cierto. Arreglado está. Gracias por el aviso ;)
buena entrada tokaidin!! siempre que hablas de estas dos viajeras me emociono. el mayor hito en sondas espaciales de la humanidad.
Creo que debe decir "incapaces" en lugar de "capaces"
Un saludo
Antonio
Cierto, se me escapó el "no" que debía preceder a "capaces". Gracias por el aviso. ;)
Publicar un comentario