Desde hace varias está marcada por todos los astrobiólogos como un objetivo prioritario de exploración en el Sistema Solar, una petición constante para el desarrollo y lanzamiento de una sonda destinada específicamente a su estudio que hasta ahora apenas tiene efecto en una administración de la Casa Blanca poco receptiva a financiar una misión de este tipo. Es a todos los efectos una lucha en los despachos entre unos y otros, en el que de momento estos primeros solo han logrado un pequeño presupuesto para estudiar la viabilidad de un proyecto de este tipo y la exigencia de que, en caso de aprobarse, debería ser de coste menor, lejos de una sonda de clase flagship como es, por ejemplo, la Cassini. Resultados de momento limitados para unas aspiraciones que están lejos de darse por vencida.
Quizás es precisamente en este escenario, en el que se intenta, junto con organizaciones y políticos que apoyan su exploración, generar la suficiente presión para lograr este objetivo, en el que podemos enmarcar la nueva y espectacular panorámica de Europa publicada recientemente, una revisión de las viejas imágenes de la sonda Galileo en el que se han aplicado las más recientes técnicas fotográficas para dotarlas de mayor resolución que la original, realzando los detalles y ofreciendo un aspecto más aproximado al que tendría ante nuestros ojos si tuviéramos la oportunidad de viajar hasta ella .Las imágenes originales fueron captadas en el infrarrojo y filtrada en verde y violeta. Para realizar esta nueva fotografía se compensaron los defectos de la original mediante retoques digitales muy detallados para garantizar la integridad de la rica estructura superficial.
El resultado nos recuerda lo extraordinario de Europa, mostrando con mayor detalle que nunca su asombrosa diversidad geológica y el motivo por el cual su exploración es una de las metas soñadas por la comunidad científica. Grietas y largas lineales se extienden por todos lados, solo interrumpidas por regiones de terreno caótico, donde la corteza de hielo se ha roto y vuelto a congelar en nuevos patrones. Los científicos están ansiosos por aprender si las fracturas de color marrón rojizo contienen pistas sobre la historia geológica de Europa y de la química del océano de agua salada que se cree que se existe bajo el hielo, considerado el lugar más prometedor en nuestro Sistema Solar para encontrar algún tipo de vida fuera de La Tierra.
Las variaciones de color en toda la superficie se asocian a diferencias en el tipo de formaciones geológica y la ubicación. Por ejemplo, las áreas que aparecen de blanco azulado contienen hielo de agua relativamente pura, mientras que las áreas de color marrón rojizo incluye componentes rocosos en concentraciones más altas. Las regiones polares son notablemente más azules que las de las latitudes ecuatoriales, que parecen más blancas, una variación de color se cree que es debido a diferencias en el tamaño del los grano de hielo en los dos lugares.
Es, en definitiva, un lugar que nos está llamando desde los días de la Galileo, pero que debemos conformarnos con revisitarla a través de sus viejas fotografías e intentar extraer de ellas, aplicando todas las técnicas posibles, nuevos datos y nuevas perspectivas. Al menos de momento.
Galielo es la única misión que hasta ahora exploró el sistema joviano con detalle, y responsable de buena parte de lo que sabemos de Europa. La necesidad de enviar otra sonda orbital es para muchos prioritaria.
Europa's Stunning Surface
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