Venus Express afronta sus últimos momentos a la espera de que se agoten definitivamente sus reservas de combustible.
Nuestro tiempo en el hermosa "estrella" que vemos en ocasiones brillar con una belleza sin igual en los cielos matutinos o vespertinos está llegando a su final, y después de 8 años de exploración continua del planeta pronto llegará de nuevo el silencio, roto todos estos años por las transmisiones de este pequeña sonda europea y que ahora se impondrá de nuevo. La necesidad de ajustar su elíptica órbita de forma periódica con el encendido de sus impulsores para evitar que la fricción la haga caer hacia la atmósfera hace que su destino este ligado a la cantidad de combustible del que disponga. Y este se encuentra cerca de agotarse por completo.
No sabemos cuando llegará el momento, podría ser mañana mismo o aún extenderse unos cuantos días más. En realidad la ESA no sabe exactamente cuando va a quedarse sin combustible, ya que, y eso se aplica a la mayoría de sondas interplanetarias, los "medidores" de combustible son en realidad sólo la contabilidad de la cantidad utlilizada durante su vida útil, no lo que queda aún en los depósitos, y aunque en teoría conociendo la cantidad inicial debería ser sencillo saber exactamente lo que queda aún, existe un cierto grado de incertidumbre, así que es difícil saber lo vacío el tanque está. Ahora mismo los márgenes de error en la estimaciones sobre el combustible restante abarcan hasta 0, aunque Venus Express todavía está realizando con éxito los encendidos necesarios para mantener su órbita estable y evitar que descienda rápidamente hacia la atmósfera venusiana.
Los técnicos de la misión intentan alargar tanto como sea posible la menguante vida de Venus Express, y para hacer durar lo máximo posible el combustible que quede han cambiado la forma en que se realizan los ajustes orbitales: En lugar de un solo y prolongado encendido en el Periastro (punto de mínima distancia al planeta) este se divide en unos 10 breves pulsos durante el Apoastro (punto de máxima distancia al planeta), lo que permite un ahorro considerable. Venus Express se encuentra en medio de una de esas series, que comenzó el domingo y continuara durante toda la semana. Cualquiera de estos días podríamos averiguar que ya nos dejó para siempre, pero es probable que gracias a todos estos esfuerzos al menos sobreviva esta semana. O quizás no, la incertidumbre es suficiente como para no poder estar seguros.
Mientras llega el final, y aunque oficialmente la fase científica de la misión terminó en Mayo, Venus Express sigue ofreciendo resultados, el más notable de los cuales fue las "inmersiones" en las capas altas de la atmósfera de Venus, en las que su superviviencia no estaba garantizada, pero que estando ya en la fase final de su vida útil se decidió que el riesgo valió la pena. La sonda superó la prueba, ofreciendo resultados que sorprendieron a los científicos de la misión, ya que detectó una variabilidad totalmente inesperada. Es posible que se detectaran ondas atmosféricas, así como un aumento sorprendentemente rápido de la densidad de la atmósfera desde el lado nocturno al lado diurno del planeta.
Ahora mismo el tiempo restante se está utilizando para 2 temas principales: Mirar la posible actividad volcánica con el canal infrarrojo de la cámara de baja resolución y monitorizando los niveles de dióxido de azufre en el aire, que han registrado cambios dramáticos. Estos han estado bajando durante la vida útil de esta misión, lo que puede ser una indicación de que la actividad volcánica repone los niveles de dióxido de azufre, para luego descender de nuevo.
Serán estas las últimas páginas de una larga historia que comenzó en 2001, cuando fue propuesta, siguió un proceso de diseño y construcción que se completó en un tiempo récord, en parte porque se aprovechó el diseño de la Mars Express y parte del instrumental de la Rosetta, adaptándola a una situación de mucha más luz y calor solar, lanzándose en 2005 y entrando en órbita venusiana en 2006, donde aún permanece de momento. Su final también marcará el de la exploración cercana de esta planeta, situación que solo cambiará si la sonda japonesa Akatsuki, que falló en su intento de inserción orbital en 2010, lo logra en 2015, aunque las opciones de éxito son muy limitadas.
Han sido 8 años intensos, en que quizás a estado mediáticamente a la sombra de su hermana Mars Express. Muchos han sido sus descubrimientos, y muchos los enigmas que dejará con su desaparición. Algún día, tarde o temprano, tendremos que regresar.
La inmersión en las capas altas de la atmósfera, en que la propia sonda fue utilizada como instrumento para realizar mediciones de densidad y temperatura, fue una de los últimas y más espectaculares operaciones realizadas por la Venus Express antes del final. Sus resultados, en buena parte sorprendentes, demostraron lo mucho que aún nos queda por conocer.
La sonda Akatuski debería haber acompañado a la Venus Express, pero un fallo en su sistema de impulsión hizo fracasar su intento de entrar en órbita venusiana. En 2015 lo intentará de nuevo, aunque para entonces esta primera ya no estará para recibirla.
Close to the end for Venus Express
No hay comentarios:
Publicar un comentario