La fallida misión de la sonda rusa Fobos-Grunt, que no llegría ni tan solo a salir de la órbita terrestre, fue un tremendo golpe para los intentos de Rusia de tomar parte nuevamente y de forma activa en la exploración interplanetaria, recuperando así un poco del esplendor que en ese terreno tuvo la carrera espacial soviética. Pero no fue la única víctima, ya que junto a ella viajaba otra sonda, la pequeña Yinghuo-1, el primer intento chino de llegar a Marte. Nunca sabremos como habría funcionado en el planeta rojo, ya que nunca tuvo la oportunidad para ello. Para China representó una notable decepción, y con ello la nueva determinación de intentarlo nuevamente, y está vez con sus medios.
Impulsado por el reciente éxito de la Chang´e 3 y especialmente del rover Yutu, que a pesar del fallo de su sistema de desplazamiento lleva sobreviviendo ya diversas noches marcianas y enviado datos científicos del terreno circundante, y quizás "espoleada" por el reciente éxito de la Mangalyaan india, China está mostrando ya detalles de sus planes marcianos, que incluye de momento al menos una sonda órbital (quizás para dar cobertura en las comunicaciones de superficie, como hacen las de la NASA y la ESA) y un rover de superficie.
Y es precisamente un modelo de este último el que fue presentado en la Aerospace Science and Technology Corporation (CASC), mostrando ya detalles significativos: El diseño del rover es, si partimos del tamaño de lo que parece la antena de alta ganacia, significativamente mayor que Yutu, lo que se puede atribuir a los desafíos que representa desplazar un vehículo desde tan largas distancias y bajo fuerzas gravitatorias más intensas (la gravedad en Marte es de 37% de la terrestre, 2,25 veces la que existe en la superficie de la Luna), y con unos paneles solares mayores, al recibir menos luz del Sol (entre el 35% al 50% que La Tierra) y tener mayores necesidades energéticas. Sus objetivos serían la búsqueda tanta de agua como de señales de vida.
Según estas informaciones sería durante la ventana de lanzamiento de 2020 cuando China enviaría su rover marciano, lo que le haría coincidir con el nuevo gran rover de la NASA y quizás de la europea ExoMars, que podría retrasarse desde su fecha inicial de 2018, lo que implicaría que asistiríamos a la llegada de 3 vehículos a la superficie de Marte. Sumado a un Curiosity que debería estar aún activo, implicaría 4 de ellos recorriendo sus rojizos paisajes al mismo tiempo, algo impensable hace solo unos años. Al menos en lo que respecta a Marte, vivimos realmente tiempos increibles.
La Yinghuo-1 fue el primer intento de alcanzar Marte, y que el fracaso de la Fobos-Grunt llevó a su destrucción sin tan solo poder demostrar su valía. Una espina clavada para China que quiere quitarse a lo grande.
El éxito de Yutu, pese a sus problemas en el sistema de desplazamiento (del que seguro tomarán buena nota para el futuro) impulsa ahora el programa de exploración marciana, con un rover cuyos parecidos, al menos con el modelo presentado, son evidentes.
La familia de rover de la NASA. La futura misión china posiblemente tendrá un tamaño parecido al de Opportunity.
China Reveals Designs for Mars Rover Mission
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