Cuando varios cuerpos celestes comparten parámetros orbitales muy parecidos los astrónomos suelen sospechar inmediatamente de ellos, ya que por estadística es improbable que eso ocurra por pura casualidad. Lo habitual, como demuestra la experiencia, es que exista algún tipo de relación de parentesco, que estén sometidos a la mismas influencias gravitatorias o quizás que tengan un origen común, habiendo nacido de la fragmentación de un cuerpo original del cual conservan su órbita y velocidad. Y este parece el caso de los dos viajeros que nos visitarán este próximo 21-22 de Marzo.
El cometa P / 2016 BA14 fue descubierto el 22 de enero de 2016, por el telescopio Pan-Starrs en Hawai. Inicialmente se pensó para ser un asteroide, pero otros observatorios constataron la presencia de una débil cola, revelando su naturaleza cometaria. Su órbita, sin embargo, resultó una sorpresa, ya que era inusualmente similar a la del cometa 252P / LINEAR, que fue descubierto por el Massachusetts Institute of Technology's Lincoln Near Earth Asteroid Research (LINEAR), el 7 de abril de 2000. Una coincidencia que podría esconder una relación entre ambos.
"P / 2016 BA14 es posiblemente un fragmento de 252P / LINEAR. Los dos podrían estar relacionados porque sus órbitas son notablemente similares", explica Paul Chodas, gerente del Centro de la NASA de Estudios NEO en el Laboratorio de Propulsión a Chorro en Pasadena , California. "Sabemos que los cometas son relativamente frágiles, como vimos en 1993, con el cometa Shoemaker-Levy 9 y su fragmentación vinculada a un sobrevuelo de Júpiter. Tal vez durante pase anterior cerca de Sol o durante un sobrevuelo lejano de Júpiter, un fragmento del que ahora conocemos como BA14 podría haberse desprendido de 252P".
Eso explicaría que el próximo 21-22 de Marzo, con apenas horas de diferencia, ambos pasarán cerca de la Tierra. 252P / LINEAL, de apenas 230 metros de diámetro, se situará el 21 de marzo a solo 5,2 millones de kilómetros de distancia. Al día siguiente lo hará P / 2016 BA14, llegando a siolo 3,5 millones de kilómetros, el tercer sobrevuelo más cercano de un cometa en la historia registrada junto al cometa D / 1770 L1 (Lexell) en 1770 y el cometa C / 1983 H1 (IRAS-Araki-Alcock) en 1983. En realidad estaríamos asistiendo al paso de un cometa, al que sigue en su camino un fragmento desprendido de el, y que ahora actúa ya como un cometa propiamente dicho.
A pesar de su cercanía no ofrecerán ningún espectáculo celeste. El "principal" es muy pequeño, y el segundo, nacido de el, lógicamente es aún más diminuto, tanto que su actividad no fue detectada inicialmente y se le confundió con un asteroide. Pero para los astrónomos es una oportunidad única de estudiar la naturaleza de estos cuerpos celestes. En este caso, de uno que se convirtió en dos.
A 'Tail' of Two Comets
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