Es la segunda más "joven" de las sondas actualmente en órbita marciana, a la que llegó en Septiembre de 2014, pocos días antes de lo que lo hiciera la Mangalyaan india. Carente de una cámara visual como el resto de sus compañeras, ya que sus objetivos son muy concretos y se centran en estudiar la atmósfera de Marte, incluido pequeñas inmersiones en sus capas altas para realizar mediciones directas. Su diseño, así como la curiosa forma de sus paneles solares, que recuerdan levemente a las alas de un pájaro, está pensado precisamente para que pueda afrontar tal situación con mayores garantías y con la menor tensión estructural.
Pero precisamente para poder realizar tales pases muy cercano, su órbita es muy elíptica. Sobrevuela y se aleja de nuevo, reiniciando el ciclo. No podría ser de otra forma, ya que una órbita más circular que constantemente la llevara a rozar la atmósfera terminaría por hacerla precipitarla contra ella de forma catastrófica. Una situación que fue aprovechada, a lo largo de Noviembre y Diciembre de 2015, para realizar una serie de sobrevuelos cercanos de la mayor de las lunas de Marte, Fobos, pasando a solo 500 Kilómetros de ella. Suficiente para tomar datos de ella, en una inesperada expansión de los objetivos de MAVEN. Y que realmente dio buenos frutos.
Entre los datos reunidos se encuentran imágenes espectrales de Fobos en ultravioleta. Estas son especialmente valiosas, ya que permitirá evaluar mejor la composición de este enigmático objeto, cuyo origen se desconoce. La comparación de imágenes y espectros de esta luna con datos similares de asteroides y meteoritos ayudará a los científicos planetarios a entender el origen de la luna, si se trata de un asteroide capturado o se formó allí donde está actualmente, como un resto del propio proceso de formación de Marte. Los datos MAVEN, cuando se analicen por completo, también ayudarán a encontrar moléculas orgánicas en la superficie de Fobos, evidencias de las cuales fueron encontradas por el espectrógrafo ultravioleta en la nave espacial Mars Express.
Sonda nacida para volar más cerca que nadie de la superficie marciana, en Noviembre y Diciembre de 2015 giró su ultravioleta visión en dirección contraria, hacia la mayor de sus lunas. Y lejos de ser casi algo testimonial, sus resultados podrían impulsar la compresión de esta enigmático objeto, que no pocos ven como una potencial base avanzada para la futura colonización del planeta. Es la fortuna de vivir en un época donde una auténtica flota de sondas (y esperemos que en unos meses se le sume la ExoMars TGO) se mueve alrededor de Marte, cada una de ellas captado aspectos que se le escapan a la otras, y todas juntas construyendo el gran mapa de este mundo.
MAVEN Observes Mars Moon Phobos in the Mid- and Far-Ultraviolet
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