Opportunity sigue avanzando hacia nuevas metas. Spirit lo hizo hasta quedar atrapado sin remedio en una trampa de arena, pero no sin antes superar también todas las previsiones, logrando hallazgos que pueden compararse con el de su hermano gemelo. Conjuntamente formaron el proyecto MER, y aunque fueron dos solo con la idea de que al menos uno de ellos lo lograra, finalmente ambos forman parte ya de la historia de la carrera espacial.
Pero nada de eso habría existido si años antes una sonda mucho más modesta hubiera afrontado el reto de aterrizar en Marte, utilizando el mismo sistema que posteriormente utilizarían sus dos predecesores. En realidad era un salto al vacío, hasta el punto que muchos en la propia NASA poco o nada confiaban en su éxito. Había sido una concesión a los científicos planetarios, que habían presionado una y otra vez para regresar al planeta rojo, en forma de una sonda de presupuesto reducido al mismo tiempo que revolucionaria, al utilizar un conjunto de airbags para protegerla durante el contacto con la superficie, rebotando hasta que se detuviera y posteriormente se abriera para iniciar la toma de datos y liberar a un pequeño rover, conocido como Soujourne. Muy modesto, solo capaces de alejarse unos metros del vehículo principal, pero el primero objeto móvil lanzado por la Humanidad a otro planeta sin contar La Luna.
Pero contra todo pronóstico, el 27 de Septiembre de 1997, la Mars Pathfinder cumplía con éxito todos los pasos programados, tocaba la superficie, rebotaba unos minutos y finalmente de detenía, desplegándose y tomando las primeras imágenes. Exactamente como lo harían Spirit y Opportunity. Sus descendientes tomaron buena nota y aplicarían en 2004 todo lo aprendido.
El Jet Propulsion laboratory nos ofrece, mediante un vídeo interactivo, la posibilidad de revistar el lugar de aterrizaje conocido como Chryse Planitia, que las imágenes desde la órbita mostraron como el posible lugar de desembocadura de grandes corrientes de agua. El aspecto que mostraba ante los ojos de la Pathfinder, cubierto por un mar de rocas de todo tipo, así como grandes acumulaciones de arena, realmente ofrecía la sensación de estar en un lugar donde en tiempo pasados una tremenda fuerza las había arrastrado desde lugares distantes. Los datos químicos del espectrómetro alfa-protón de rayos X (APXS) del rover parecieron confirmar la idea de una pasada inundación, además de obtener pistas que indicaban antigua actividad volcánica.
Sería una misión relativamente corta, aunque superó de largo el tiempo de vida previsto, muy limitada al ser una misión de bajo coste. Pero su éxito mostró que la revolucionaria tecnología utilizada para el aterrizaje funcionaba. Aún pasarían 7 años antes de que todo lo logrado en los 3 meses que permaneció activa diera su fruto definitivo con Opportunity y Spirit, que a su vez llevaría a Curiosity, que a su vez inició el camino que en el futuro nos deparará nuevas misiones en superficie, y quizás incluso, finalmente, una tripulada. Pero ese 27 de Septiembre de 1997 algo cambió para siempre. Fue el día en que una pequeña sonda y un aún más pequeño rover abrieron las puertas de Marte, como las Viking ya hecho en la década de las 70. Pero esta vez, a diferencia de estas últimas, ya no se cerrarían de nuevo. Allí, en un lugar de Chryse Planitia, es donde todo empezó.
Sojourner desde la Pathfinder, la Pathfinder desde la Sojourner. Al lograr aterrizar y desplegarse, ambas marcaron un antes y un después en la historia de la exploración marciana, hasta ese momento en casi en pausa desde el final de las Vikings. Las tecnologías utilizadas para lograrlo, y ahora probadas con éxito, llevaría 7 años más tarde a Spirit y Opportunity hasta la superficie del planeta.
Sojourner, el antepasado de Spirit y Opportunity. Aunque no era capaz de alejarse demasiado de la Pathfinder, ya que las comunicaciones con la Tierra pasaban a través de ella, estudió muchas de las rocas que rodeaban esta última, encontrado claras evidencias de la corriente de agua que un día recorrió con inusitada furia esa región de Marte.
El corto pero productivo viaje de Sojourner. En realidad nunca llegó a fallar, y sería la pérdida de la Pathfinder lo que lo arrastraría en su caída, ya que sin ella no podía comunicarse con la Tierra. Nos podemos imaginarlo listo y esperando nuevas instrucciones que nunca llegaron.
Las Twin Peaks (picos gemelo) unas modestas colinas al sudoeste del lugar de aterrizaje del Mars Pathfinder. Fueron descubiertas en las primeras panorámicas tomadas por la cámara IMP el 4 de julio de 1997, y posteriormente identificadas en las imágenes de los orbitadores Viking tomadas hace más de 20 años. Con unos 30-35 metros de altura, North Twin se encontraba a 860 metro del módulo de aterrizaje, y South Twin a un kilómetro de distancia. Spirit y Opportunity, por no hablar de Curiosity, podrían haberlas alcanzado, pero para el pequeño Sojourner era un viaje imposible. En primer término vemos crestas y "montículos de escombros", fruto de la inundación que recorrió la región en el pasado. También ellas estaba demasiado lejos.
Momentos de euforia. Le seguirían muchos más.
Revisit NASA's Mars Pathfinder and Rover (360 View)
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