No es necesario presentar a una de las figuras científicas más relevantes de las últimas décadas, quizás no tanto por su labor como tal, sino por el esfuerzo que siempre puso en aproximar la ciencia a la gente de la calle, manteniendo firmemente la convicción, a pesar de la oposición de no poca parte de sus colegas, que no veían con buenos ojos lo que consideraban como una forma de vulgarizara, de que la auténtica misión de los científicos no era solo avanzar en sus respectivos campos, sino ser capaces después de divulgarlo de forma sencilla y atendible a la población en general. De lo contrario no solo se estaba traicionado el espíritu mismo de la ciencia, sino que se arriesgaban a que esta quedara aislada en la cima, estigmatizada como algo solo de una minoría.
Sagan siempre sería fiel a este objetivo, y sus logros influenciaron a muchos a seguir el camino del conocimiento. Entre ellos el que aquí escribe. Una veintena de libros de divulgación, entre los que destaca evidentemente la maravillosa Cosmos, y su no menos maravillosa versión televisiva, que el mismo presentó, y cuyo recuerdo aún vive intensamente en muchos de nosotros, forma parte de su legado.
Pero mucho menos conocido fue su intento, que desgraciadamente no paso del plano de las ideas, de llevar esta divulgación al terreno de los videojuegos, como ahora conocemos gracias a una serie de documentos personales donados en 2012 a la Library of Congress en Estados Unidos, al que posteriormente se tuvo acceso pare descubrir las semillas, que jamás germinaron, del videojuego Contact, basado en su propia novela del mismo nombre, la única de ciencia ficción que jamás escribiría. Una historia maravillosa donde Sagan volcó, además de muchos conceptos científicos para que así fuera también una fuente de divulgación, muchas de sus ideas, sueños y esperanza. Posteriormente, en 1997, se realizaría una película, dirigida por Robert Zemeckis y protagonizada por Jodie Foster y Matthew McConaughey. Una buena producción, también es cierto que adaptaba la historia de forma bastante libre y "traicionaba" algunos conceptos.
La novela sería publicada en 1985, pero 2 años antes de su lanzamiento, cuando posiblemente estaba escribiendo ya sus últimas páginas y dando algunos retoques, empezó a considerar la idea de extender la historia al mundo del ocio electrónico, que después de una profunda crisis estaba ya dando los primeros pasos para resurgir y convertirse en lo que es hoy día con la llegada de la Nintendo Entertainment System. Aunque posiblemente las plataformas de Atari y Commodore habrían sido las que lo habrían recibido. O no. Eso nunca lo sabremos.
"La pregunta es cómo diseñar un videojuego doméstico que sea capaz de enseñar los valores de la astronomía en un contexto tan emocionante como lo hacen la mayoría de los videojuegos violentos". Así comenzaba este documento inédito sobre el interés de Sagan en este terreno, desconocido hasta ahora.¿En que abría consistido este videojuego? Podemos imaginar que en desplazarnos por entorno en 3 dimensiones, recreando la posición real de miles de estrellas cercanas, además de objetos celestes como la Nebulosa de Orión, entre otros, para resolver puzzles o deducir pistas para encontrar algo, en lo que no dejaría de ser la excusa para un viaje didáctico, aprendiendo muchos de los conceptos que intentó transmitir en sus libros y programas televisivos. "Si el objetivo depende del reconocimiento de patrones, la geografía general de la Vía Láctea podría enseñarse de manera sencilla. El tamaño de la galaxia hace que sea un escenario natural para un juego en el que algo se pierde y debe ser encontrado".
La idea no llegó más lejos, quedándose en un esquemático documento que nos insinúa , más que enseña, lo que podría haber sido Contact, el videojuego. Posiblemente no habría triunfado, más allá de los pocos que seguramente nos habríamos sentidos atraídos por el nombre, tanto por las limitaciones gráficas de una época tan temprana de la industria del videojuego, que habría hecho dificil plasmar una idea de tal calibre, como por la ineludible realidad que el público objetivo de estas plataformas, al menos en esa época, eran básicamente infantil. Incluso hoy, superadas estas barreras, en que los videojuegos se ven como un campo de entretenimiento general y abierto a todas las edades, sigue resultando complicado imaginar haciéndose un hueco realmente digno viendo lo que suele triunfar, aunque seguramente en el campo visualmente habría estado mucho más cerca de lo que Sagan había imaginado.
En todo caso es una lástima no haber podido verlo convertido en realidad. Con gusto lo habría jugado. Porque Sagan es mucho Sagan.
El documento ahora publicado, en que Sagan describía de forma resumida su concepto de lo que podría ser un videojuego de Contact. Aunque no llegó más lejos se puede tener una idea general, leyendo estas pocas líneas, lo que podría haber sido.
La novela de Contact, y la película que se hizo de ella varias décadas después, con no pocos cambios y cambios de concepto. El videojuego, que se habría desarrollado junto con esta primera, se habría unido como un auténtico "universo expandido" de la primera y única incursión de Sagan en el terreno de la ciencia ficción.
Contact, el videojuego que diseñó Carl Sagan y nunca vio la luz
1 comentario:
En aquella época habría sido difícil por, como dices, las limitaciones técnicas en un juego que debería ser tan visual. Pero hoy en día yo no lo veo nada difícil. No sería un juego triple A con millones de ventas pero sí podría triunfar. Ahí esta por ejemplo Kerbal Space Program que, aunque pequeño, es un juego con una gran comunidad.
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