Las observaciones con radar nos revelan el aspecto del asteroide que nos visitó este pasado 31 de Octubre.
Llegó por sorpresa y se perdió en las profundidades del espacio igual de rápido, y como el fantasma de un antiguo cometa que posiblemente es, añadió un toque casi mágico a las celebraciones de Halloween, hoy día convertidas, guste o no, en un fenómeno global. Para todos aquellos que salieron a celebrarlo pasó completamente inadvertido, excepto para una pequeña minoría. Por un lado los astrónomos aficionados, que con la virtud de la paciencia y la ayuda de un buen equipo y un lugar lejos de la contaminación lumínica de los centros urbanos, buscaron y en algunos casos fueron capaces de captarlo. Por otro los profesionales, que no quisieron desaprovechar esta oportunidad y echaron mano de todos los medios disponibles para estudiarlo.
De todos ellos fueron los radiotelescopios los instrumentos más útiles, proyectando señales de radio hacia el asteroide (y quizás ex-cometa) 2015 TB145 cuando este se aproximó a la Tierra, hasta una distancia mínima de 486.000 kilómetros, más allá de la órbita lunar. Primero lo haría Arecibo, el día 30, al que se unieron otros observatorios las horas siguientes, como las grandes antenas de Goldstone, California. Como resultado fue posible generar una imágen espectacular de las características topográficas de la superficie de este "fantasma", algo imposible para un observatorio óptico, ya que hablamos de algo de apenas unos pocos centenares de metros situado bastante más lejos de La Luna. En estas situaciones el radar muestra todo su valor, y su uso continuado, gracias a la colaboración de diversas estaciones, nos permitió verlo en su conjunto.
"Las imágenes de radar de 2015 TB145 muestran partes de la superficie que no se ven con anterioridad y revelan concavidades pronunciadas, puntos brillantes que podrían ser rocas, y otras características complejas que podrían ser cretas", explica Lance Benner del JPL y que dirige el programa de investigación de asteroides por radar de la NASA."Las imágenes se ven claramente diferente de las de Arecibo obtenidos el 30 de Octubre y son probablemente el resultado de ver el asteroide desde una perspectiva diferente, a lo largo de su período de rotación de tres horas".
Aunque de resultados no tan llamativos, también diversos observatorios ópticos se unieron a esta fiesta de Halloween planetaria. Este fue el caso del telescopio IRTF, en Hawaii, que lo observó en el espectro infrarrojo, reuniendo datos para intentar poner punto final al debate sobre si es un asteroide "normal" o, por el contrario, lo que una vez fue un cometa, como sugiere su órbita. "Hemos encontrado que el objeto refleja el 6 por ciento de la luz que recibe del Sol", explica Vishnu Reddy, científico del Instituto de Ciencias Planetarias en Tucson, Arizona. "Es similar al asfalto fresco, y mientras aquí en la Tierra se consideraría algo bastante oscuro, es más brillante que el núcleo de un cometa típico, que refleja sólo un 3 a 5 por ciento de la luz. Esto sugiere que podría ser un cometa de origen, pero como no hay ninguna coma evidente, la conclusión es que se trata de uno muerto".
Si este es finalmente el caso, como los datos apuntan, no podría haber llegado en fechas más señaladas, cruzando el firmamento como un fantasma del pasado, un oscuro espectro de lo que un día fue un brillante cometa.
Las mejores imágenes de 2015 TB145, con una resolución de 4 metros por píxel. Fueron logradas mediante el envío de señales de radio por parte de la antena DSS-14 del complejo de Goldstone,en California, y que forma parte de la Red del Espacio Profundo de la NASA. Estas se reflejaron en este pequeño cuerpo, y su eco fue captado por la antena de 100 metros situada en el National Radio Astronomy Observatory, en Virginia.
Las primeras observaciones, realizadas por el radiotelescopio de Arecibo, en Puerto Rico, horas antes de su llegada y con una resolución de 7.5 metros por pixel. La combinación de estas y otras posteriores permitieron tener una imagen bastante clara de la totalidad de la superficie. Todo un logro pensando la distancia y el tamaño.
2015 TB145 cruzó velozmente por nuestra Bóveda Celeste. Algunos observatorios fueron capaces de obtener imágenes de su paso, aunque nunca más allá de un pequeño punto de luz. Desvelar su fantasmal rostro estaba reservado a los radiotelescopios.
Arecibo, la antena de 70 metros del complejo de GoldStone y el Green Bank Telescope del National Radio Astronomy Observatory. Estos 2 últimos son, como emisor y como receptor de la señal de radio, los responsables de las mejores imágenes logradas de 2015 TB145.
Radar Images Provide New Details on Halloween Asteroid
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