miércoles, diciembre 17, 2014

El día en que Marte cambió

Curiosity confirma la presencia de Metano en la atmósfera marciana, así como la detección de misteriosos "picos" en sus niveles de concentración.

¿Estamos asistiendo a un antes y un después en la historia de la exploración marciana? Se recordará esta fecha como el momento en que abrimos, y ahora ya de forma definitiva, el camino que nos llevó a encontrar el la respuesta  a la gran pregunta? El tiempo lo dirá, pero lo cierto es que hoy, sea cual sea el desenlace final, es un día extremadamente importante. Y es que si su posible presencia era una de los grandes enigmas del planeta rojo, dado que solo puede existir en la atmósfera durante periodos limitados, y los primeros resultados de Curiosity fueron una decepción, ya que indicaban su más que posible ausencia, al menos a niveles que permitiera confirmar su presencia sin duda alguna, ahora, finalmente lo hemos encontrado. Después de un largo viaje el tan deseado Metano marciano es una realidad. 

Una larga búsqueda que en los primeros 243 días marcianos no ofreció resultados claros por parte del espectrómetro TLS (Tunable Laser Spectrometer) del instrumento SAM (Sample Analysis at Mars), lo que hacía pensar que las detecciones de Matano realizadas desde La Tierra así como por la sonda Mars Express, al fin y al cabo sujetas a un amplio margen de error, habían sido simplemente eso. Sin duda una fuerte decepción por todo lo que hubiera implicado su existencia. Sin embargo, con el avance hacia Aeolis Mons, la gran montaña de sedimientos que ocupa el centro del cráter Gale, todo cambió. Los análisis directos del aire marciano a partir de ese momento, una docena de ellas, mostraron señales, ahora ya claras y sin margen para la duda, de la presencia de Metano, en una concentración de 0,69 ± 0,25 partes por mil millones (ppbv), que aunque es muy tenue resulta claramente superior a las 0,18 ppbv que como mucho podría existir en la zona de aterrizaje.

Pero el misterio llegó cuando los datos mostraron hasta 4 extraños picos en su concentración, que multiplicaban por 10 lo detectado antes y después, con una media por encima de las 7 ppbv, que en algunos casos era incluso superior. ¿Cruzó Curiosity por zonas donde este estaba siendo emitido al exterior? Estaríamos hablando entonces de un mecanismo de generación de este gas puntual y muy localizado, y una señal clara de que lejos de existir solo interactuando superficialmente, existe una conexión entre la atmósfera y las capas profundas del planeta.

Y con ello se abren las puertas a emocionantes opciones, ya que este compuesto orgánico es muy inestable, termina por descomponerse en elementos más simples con relativa facilidad bajo los efectos de la radiación solar. Por tanto su presencia solo puede explicarse por la de "fuentes" activas que emiten Metano a la atmósfera y permiten remplazar las pérdidas.¿Que tipo de fuente? La primera opción es geológica, señales en forma de gas de que el interior de Marte no está tan muerto en este aspecto como se podría pensar y que el planeta aún sigue activo. La segunda, con menos posibilidades de ser la respuesta correcta, pero mucho más interesante y transcendental por razones evidentes, es que sea biológica, que es también la fuente principal de este elemento en La Tierra

La respuesta podría darla el propio Curiosity captando más Metano y medir la proporción de isotopos para intentar así determinar su origen. Si no es posible deberemos esperar que otras misiones, como ExoMars, preparadas para una búsqueda más directa de vida, nos intenten desvelar la respuesta. De momento solo sabemos una cosa, y es que Marte es hoy un lugar mucho más interesante y lleno de posibilidades de lo que era hace unos días. Su exploración, si es que en algún momento había dejado de serlo, es ahora una prioridad.

Los "picos" de Metano detectados por Curiosity a lo largo de su desplazamiento por Tunable Laser Spectrometer de SAM. Su intensidad y localización parecen indicar fuentes muy concretas que generaron concentraciones extremadamente elevadas a nivel local.

Las posibles fuentes del Metano marciano. La biológica es solo una de ellas, y no está colocada en primer lugar en la lista de posibilidades, pero sin duda es la que genera mayor espectación y la que todos queríamos ver confirmada.

El descubrimiento de Metano por Curiosity hace que los mapas levantados desde La Tierra sobre su distribución en la atmósfera marciana (principalmente en verano en las regiones ecuatoriales de Terra Sabae, Nili Fossae y Syrtis Major) y que hasta ahora estaban rodeados de dudas sobre su validez adquieran nuevamente un gran valor.

Además del Metano atmosférico, Curiosity también detectó, por primera vez de forma confirmada, compuestos orgánicos, entre ellos dicloroetano, dicloropropano y clorobenzol, en el análisis de las muestras extraidas de la zona rocosa conocida como Cumberland.

Una comparación entre los diferentes puntos donde Curiosity realizó extracción de muestras para su análisis por parte de Chemin y SAM. Cumberland resultó ser una auténtica "cueva del tesoro" orgánica.

Las causas por las cuales detectar componentes orgánicos marcianos resulta todo un desafío. A pesar de ello Curiosity finalmente los encontró. 

NASA Rover Finds Active and Ancient Organic Chemistry on Mars

2 comentarios:

Antonio Martín Bardán dijo...

Hola, Tokaidin.
Tu interesante artículo me hace recordar aquella teoría (supuestamente fantástica) que dice que los terrestres provenimos de Marte.
El caso es que siempre ha habido una especial fascinación hacia el planeta rojo...
No soy en absoluto entendido en temas de astronomía, pero sigo con expectación los nuevos hallazgos. Y a mi manera personal, también me considero un viajero estelar, aunque figuradamente, claro.

Gracias por tu blog. Un saludo.

Tokaidin dijo...

Dentro de la teoría de la Panspermia, que señala que la vida puedo llegar del exterior de La Tierra en lugar de generarse en ella, la idea de que pudo llegar de Marte, que habría tenido condiciones habitables antes que nuestro planeta, tiene un lugar destacado, y los numerosas meteoritos marcianos encontrados en La Tierra son uno de sus soportes.

Pero evidencias sólidas que apoyen esta idea no existen. Al menos de momento.