Hablar de Eta Carinae es hacerlo de un monstruo estelar (en realidad un sistema estelar de 2 estrellas, ambas igualmente colosales) que un día se convertirán en monstruos aún más terroríficos, aunque al mismo tiempo espectaculares y digno de verse. La mayor de ellas es una de las más masivas conocidas, alrededor de 90 veces la masa del Sol y 5 millones de veces su luminosidad, pero por eso mismo está consumiendo su corta vida con rapidez, vive en un estado de permanente inestabilidad. La estrella más pequeña tiene unas 30 veces la masa del Sol, y podría ser hasta un millón de veces más luminosa. Ambas están destinadas a finalizar sus vidas en espectaculares explosiones de supernova.
Tan brillante pero por eso mismo tan inestables, situada en lo que los astrónomos llaman límite de Eddington, que la mayor del sistema Eta Carinae presenta violentas expulsiones de materia. Así ocurrió hace 170 años, cuando sorprendió a los astrónomos conviertiéndose en la segunda estrella más brillante del cielo nocturno austral, para al cabo de 20 años, después de expulsar en total una masa superior a la del Sol, comenzar a perder parte del brillo ganado de forma tan enigmática como lo había ganado. En el proceso, como nos desvelaron posteriormente los observatorios terrestes, formó una de las estructuras celestes más curiosas que conocemos, ya que el proceso que le dió su forma tan extraña aún no es totalmente comprendido a pesar del tiempo que se lleva estudiando, recordando una vez más que el ciclo vital de estrellas supermasivas como Carinae, especialmente al final de su vida, aún está lejos de ser comprendido en su conjunto: La Nebulosa del Homúnculo.
El telescopio Hubble, gracias a que lleva desde 1990 en órbita, puede observar esta nebulosa y registrar los cambios que se producen, extremadamente rápidos a escala cósmica. Y con sus imágenes, más concretamente las tomadas en 1995, 2001 y 2008, nos permiten apreciar esta evolución, su expansión hacia las profundidades del espacio a lo largo de un periodo de 23 años. Suficiente para apreciar en toda su magnitud esta espectacular expulsión de materia estelar, suficiente para "construir" un Sol. Iluminada por la brillante estrella central, los lóbulos de gas se entrecruzan con filamentos de polvo, y se distinguen corrientes y arcos de impacto causados por la colisión con la materia interestelar preexistente.
Situada a unos 7.500 años luz de La Tierra, lo bastente lejos para, en principio, no ser peligroso para nosotros, pero lo suficiemente cerca como para poder maravillarnos cuando ocurra, la conversión en Supernova de Eta Carinae será uno de los acontecimientos más espectaculares en la historia. Puede ocurrir mañana o dentro de cientos de miles de años. O quizás ya ocurrió y la luz de la explosión aún viaja hacia nuestro planeta. No hay forma de saberlo. Lo único que podemos hacer es vigilar los cielos. Un día, cuando menos lo esperemos, algo increíble puede suceder.
La posición del sistema Eta Carinae en el firmamento austral.
Eta Carinae and the Expanding Homunculus Nebula
El proceso de destrucción de las dos estrellas de Eta Carinae
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