Venus Express agota el combustible, poniéndose así punto final a su misión.
Y las puertas de esta maravillosa aventura en el ardiente Venus, y quizás en tiempos pasados mucho más parecido a La Tierra que cualquier otro cuerpo del Sistema Solar, que durante 8 años nos permitió adentrarnos en los enigmas de este mundo ardiente, superando ampliamente las expectativas tanto en duración como el logros científicos que se habían depositado en ella, se han cerrado. No aún para la propia sonda, cuya ya agónica existencia se apagará en unas semanas desintegrándose en la atmósfera, pero si para su actividad, ya imposible al no poder mantener sus antenas orientadas hacia La Tierra de forma estable. El decisivo factor del combustible, necesario para alimentar a los impulsores, dictó sentencia.
Tras 8 años en órbita y ya con poco combustible, Venus Express comenzó una campaña de aerofrenado a mediados
de 2014, durante la que fue descendiendo de altitud de forma gradual hasta
adentrarse en la atmósfera del planeta, encendiendo de forma periódica para evitar su caida definitiva, reducir la altitud de la sonda, permitiendo explorar zonas su atmósfera nunca antes estudiada. Ya que el final estaba próximo los técnicos de la misión decidieron que era la hora de tomar riesgos.
Tras pasar un mes entrando y saliendo de la atmósfera de Venus, en que se llegó a solo 130 Kilómetros por encima de la superficie, realizó una serie de 15 encendidos para
elevar de nuevo su trayectoria, hasta alcanzar los 460 kilómetros de
altitud el 26 de Julio en una órbita con un periodo de poco más de 22
horas. A la espera del agotamiento final del combustible se inició una nueva fase de operaciones
científicas mientras el punto más bajo de su órbita descendía de nuevo
bajo la acción de la gravedad del planeta, que debía ser corregido en una nueva serie de encendidos entre los días 23 y 30 de Noviembre. Pero nunca se completarían.
El 28 de Noviembre se perdió el contacto con Venus Express. Desde
entonces se ha conseguido restablecer parcialmente los enlaces de
telemetría y telecomando, pero las comunicaciones son muy inestables y
sólo se puede descargar una cantidad limitada de datos."La información disponible indica que el satélite ha perdido el control, probablemente tras experimentar problemas con sus motores
durante las maniobras para elevar su órbita", explica Patrick Martin,
responsable de la misión para la ESA "Parece probable que Venus Express haya agotado el poco combustible que
le quedaba mientras ejecutaba las maniobras programadas para el mes
pasado"."Tras más de ocho años de misión, sabíamos que nuestro satélite estaba
agotando sus reservas de combustible", comenta Adam Williams,
responsable en funciones de las operaciones de Venus Express. "Estaba previsto que agotase el combustible durante este periodo, y
estamos satisfechos de haber aprovechado esta misión hasta la última
gota".
Claros indicios de actividad volcánica, estudios sobre la enigmática "super-rotación" de la atmósfera de Venus, que completa una vuelta completa al planeta en 4 días terrestres, mientras la superficie lo hace en 243 y en en sentido contrario, que dejó un misterio aún mayor, ya que la velocidad promedio de sus
vientos han pasado de unos 300 km/h a 400 km/h en un periodo de seis
años terrestres, y pruebas de la pérdida de vapor de agua, que enlaza con la idea de la existencia de antiguos océanos, hacia el espacio son solo alguno de sus logros, aunque la cantidad de datos científicos en tan grande que se necesitarán años para examinarlos por completo.
"Ha sido muy emocionante operar esta sonda tan maravillosa en el
entorno de Venus. El éxito científico de la misión es una gran
recompensa al trabajo realizado por los equipos de operaciones, y nos
hace sentirnos más orgullosos que tristes en este momento de
despedida". "Aunque estemos tristes porque la misión haya terminado, estamos felices
de haber contribuido al gran éxito de Venus Express dentro del programa
de ciencia planetaria de la ESA, y estamos seguros de que sus datos
constituirán un importante legado durante los próximos años", explica
Martin Kessler, Responsable de Operaciones Científicas de la ESA."La misión se mantuvo operativa durante mucho más tiempo del que estaba previsto, y ahora se despide cubierta de gloria".
La etapa de Venus como mundo explorado de forma permanente llega así a su fin después de 8 años. Quizás, a finales de 2015, la sonda japonesa Akatsuki pueda entrar en órbita alrededor del planeta después de fracasar en 2010, y las puertas de este planeta se abran de nuevo.
¿Sigue existiendo actividad volcánica en Venus? Así lo parecen indicar los datos ofrecidos por Venus Express.
Una visión en infrarrojo y ultravioleta del hemisferio Sur de Venus. Las áreas brillantes en las imágenes infrarrojas representan las temperaturas en las cimas de las nubes (regiones oscuras indican temperaturas más bajas). El óvalo que se destaca en estas imágenes es el ojo de un huracán gigante, o el vórtice polar, una estructura de cerca de 2000 km de diámetro que giran alrededor del polo en unos 2,5 días terrestres. Este es uno de los descubrimientos más notable realizado por Venus Express.
Siguiendo la evolución de las capas superiores de las nubes de Venus.
Descargas eléctricas en su densa y mortífera atmósfera también fueron detectadas por la sonda.
Una de los sistemas utilizado por la sonda para estudiar la atmósfera venusiana sería mediante el envío de ondas de radio, desvelando detalles mediante el eco recibido.
El viento solar también fue objeto de estudio por la Venus Express durante sus 8 años de misión.
Venus Express, mediante el intrumento VIRTIS (Infrared Thermal Imaging Spectrometer), realizó observaciones de La Tierra, revelando la presencia del Agua y Oxígeno. Una experiencia que será aplicada en la búsqueda de exoplanetas como el nuestro.
Venus Express se sume lentamente en la oscuridad
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