Conociendo la increíble complejidad de su sistema de recogida de muestras.
Estamos a pocas semanas del lanzamiento de la más ambiciosa misión jamás enviada al planeta rojo, en cierto punto un heredero directo de Curiosity, con el cual comparte un aspecto similar, pero mucho más avanzado, con capacidades que su hermano no dispone y que llevará la exploración y busca de vida marciana a un nuevo nivel.
Aunque son muchos las aspectos de Perseverance que resultan fascinantes, como es el pequeño helicóptero que lo acompañará en su viaje, donde realmente marca diferencias es en su complejo sistema de recolección de muestras, un complejo mecanismo conformado por tres robots, con un total de más de 3.000 piezas. Se trata de un brazo recolector de muestras de dos metros de longitud, el conocido como Carrusel, un disco instalado en la parte frontal del vehículo, que proporcionará brocas y tubos de muestras vacíos al primera, y moverá los que estén ya llenos al chasis móvil para su evaluación y procesamiento, y finalmente el menos conocido "brazo T. rex", de unos 0.5 metros de longitud, situado en la panza del rover.
Adam Steltzner, el ingeniero en jefe de la misión, nos cuenta los secretos de esta maravilla tecnológica: "Parece mucho, pero comienzas a darte cuenta de la necesidad de cierta complejidad cuando considerar el trabajo que debe realizar el sistema de almacenamiento de muestras, como perforar de forma autónoma en la roca de Marte, extraer muestras de núcleo intactos y luego sellarlas herméticamente en recipientes hiper-estériles que están esencialmente libres de cualquier material orgánico originario de la Tierra que pueda interponerse en el análisis futuro. En términos de tecnología, es el mecanismo más complicado y sofisticado que jamás hayamos construido, probado y preparado para vuelos espaciales".
"Esencialmente, después de que nuestro taladro de percusión rotativo tome una muestra, se dará la vuelta y se acoplará a uno de los cuatro conos de acoplamiento del carrusel. Luego, el carrusel gira esa broca llena de material y un tubo de muestra dentro del rover hasta un lugar donde nuestro brazo de manipulación de muestras pueda agarrarlo. Ese brazo extrae el tubo de la broca y lo coge para tomar una imagen con una cámara. Después el pequeño brazo robótico lo mueve a la estación de evaluación de volumen, donde una baqueta empuja la muestra hacia abajo para medir su tamaño. Luego volvemos y tomamos otra imagen"
"Después de eso, cogemos un sello, un pequeño tapón, para la parte superior del tubo y volvemos para tomar otra imagen. A continuación, el sistema de almacenamiento coloca el tubo en la estación de sellado, donde un mecanismo lo sella herméticamente. Luego lo devolvemos al almacenamiento desde donde comenzó".
Un mecanismo de extrema complejidad, necesario para lograr los objetivos marcados para este costoso vehículo. Esto implica necesariamente más posibilidades de errores o fallos críticos, pero es el precio que se tiene que pagar para ir un paso más allá, quizás ese último y definitivo que nos de las respuestas que tanto estamos buscando.
Preparando el ingenio más complejo enviado a otro mundo.
Los técnicos instalando los últimos 39 tubos de muestra en la parte inferior del vehículo explorador. Cada tubo está revestido en un recinto cilíndrico de color dorado para protegerlo de la contaminación.
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