Calculando la cantidad de roca espacial que cae a la Tierra cada año.
Nuestro mundo sigue creciendo y atrayendo hacia ella nueva materia, como un eco tenue de su propio nacimiento. Es algo que suele pasar desapercibido, pero estamos bajo una lluvia de objetos extraterrestres, un proceso que nunca se detuvo del todo y que incluso hoy día, 4600 millones de años después de que se formara, sigue en activo. Ahora, gracias a un amplio estudio en la Antártida, tenemos una idea de hasta que punto.
El continente helado es el paraíso de los cazadores de meteoritos. Su blanca y deshabitada superficie es un acogedor manto donde descansan apenas alterados muchos de ellos, transportados por el movimiento de los hielos y que terminan por emerger prístinos allí donde estos primeros encuentran un obstáculos. Así, mientras que la mayoría termina en el fondo del océano o expuestos en climas donde la erosión hace su trabajo destructivo, allí se conservan para la posteridad. Y a partir de ellos hacer una extrapolación del total planetario.
Esto es lo que se hizo recientemente un equipo combinado de la Cambridge University, el Imperial College London, y la British Antarctic Survey, que permitió dar una cifra a la cantidad de material extraterrestre que cae a la Tierra cada año en forma de meteorito, unas 16 toneladas. Si tenemos en cuenta el polvo interplanetario que cae a la atmósfera terrestre de forma continua la cifra se estima podría aumentar hasta las 40 toneladas, aunque evidentemente no era el objeto de este estudio.
Esta evaluación también permite poner cifras por zonas, como el hecho de que los polos reciben solo el 60% de los impactos que ocurren en zonas más ecuatoriales, lógico si se tiene en cuenta que estas rocas espaciales giran alrededor del Sol concentrados en el plano de la eclíptica, donde se mueven los planetas, ya que no dejan de ser restos del disco protosolar primordial de donde nacieron, y que la inmensa mayoría de los meteoritos (o fragmentos de ellos) que alcanzan la superficie son muy pequeños, de entre 50 gramos y 10 kilos.
Nuestro planeta sigue creciendo, y en estas rocas espaciales tenemos el testimonio de tiempos pasados, ahora convertidos en un rumor, pero que en las blancas llanuras de hielo aún pueden ser escuchados.
La Antártida, el paraíso de los cazadores de meteoritos.
Impactos de grandes meteoritos cuya detonación fue registrada entre 1988 y 2020 Esto nos da una idea, junto con los recuperados en la Antártida, donde se conservan también los más pequeñas, que son la inmensa mayoría, del flujo de material.
Antarctic meteorites yield global bombardment rate
5 comentarios:
Buen articulo me ha gustado mucho
Buena articulo felicidades
messirve, muy interesante
Los aguejeros son mas negros qeu tu ano
Muy buen artículo.
No somos capaces de imaginarnos la gran cantidad de meteoros que impactan en nuestra tierra y no nos damos cuenta...
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