Los datos del observatorio aéreo de la NASA nos ofrece nuevas pistas sobre su misteriosa atmósfera.
En 2015 la New Horizons hizo historia al sobrevolar Plutón, en tiempos pasados el límite conocido del Sistema Solar. Y fue así no solo por alcanzar ese pequeño mundo, sino porque lo que ahí encontró superó todo lo soñado incluso por las más optimistas previsiones. Quienes esperaba un lugar aburrido y congelado en el tiempo se llevaron una sorpresa, ya que era todo lo contrario. Y si así ocurría aquí, quien sabe lo que puede ocurrir en los cientos de mundos que habitan en el Cinturón de Kuiper.
De todo lo visto, quizás lo que más nos llamó la atención fue su atmósfera, muy tenue pero inesperadamente completa, con numerosas capas de bruma y con un tono azulado que nos hizo pensar en nuestro hogar. La sonda trabajó al máximo en las pocas horas de las que dispuso para estudiarla, pero lo cierto es que quedaron muchas preguntas por responder. ¿Cómo se forman esas brumas? Son transitorias o permanentes? Que impulsa esa increíble complejidad en un lugar situado a más de 6.000 millones de Kilómetros del Sol? Solo queda esperar que algún día otra sonda, con más equipo y tiempo pueda coger el testigo, pero mientras tanto debemos confiar en los medios que disponemos en la Tierra.
Uno de ellos es SOFIA (Stratospheric Observatory for Infrared Astronomy), un observatorio astronómico montado en un Boing 747 modificado, y que en 2015, casi en conjunción con la New Horizons, aprovechó el momento fugaz en que el planeta enano ocultó una brillante estrella visto desde la Tierra para perseguir esa sombra y extraer datos sobre la atmósfera "plutoniana". Fue una conjunción extraordinario que permitió combinar información llegada desde puntos tan diferentes, en la distancia y desde sus cercanías.
Desde entonces no han dejado de ser estudiados, intentando extraer toda la información posible. La exploración de Plutón dista de estar concluida, y es precisamente lo que observó SOFIA el que ahora nos ofrece nuevas pistas. Entre ellas que la neblina que lo envuelve está hecha de partículas muy pequeñas (una milésima parte del grosor de un pelo humano) que permanecen en la atmósfera durante períodos prolongados de tiempo en lugar de caer inmediatamente a la superficie y que dichas partículas se siguen reponiendo activamente, mediante un mecanismo aún desconocido.
Esto obligará a revisar las tradicionales ideas sobre el destino de la atmósfera de Plutón a medida que se aleja del Sol en su órbita elíptica, y que imaginaba que con el tiempo dicha atmósfera se colapsaría esperando tiempos más cálidos. De hecho la New Horizons se lanzó tan rápidamente como fue posible para que llegara antes del colapso, pero puede ser que fuera innecesario, y en realidad solo cambiara a un patrón cíclico más corto. "Plutón es un objeto misterioso que nos sorprende constantemente", explica Michael Person, autor principal del artículo y director del Observatorio Astrofísico Wallace del Instituto de Tecnología de Massachusetts."Hubo indicios en observaciones remotas anteriores de que podría haber neblina, pero no hubo pruebas sólidas para confirmar que realmente existió hasta que los datos vinieron de SOFIA. Ahora nos preguntamos si la atmósfera se derrumbará en los próximos años... puede ser más resistente de lo que pensábamos".
Han pasado 5 años desde ese encuentro ya legendario, y ese gélido mundo sigue sorprendiéndonos. Ojala algún día podamos regresar.
Fue un encuentro corto pero de una intensidad increíble, con la sonda cortando sus comunicaciones con la Tierra para poder centrar su actividad por completo en el estudio del planeta y sus lunas.
SOFIA Finds Clues Hidden in Pluto’s Haze
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