Aprendido de la antigua Tierra para buscar vida en otros planetas.
En 1990, la sonda Galileo estudió nuestro planeta en detalle, durante el primero de los dos sobrevuelos que realizó sobre nosotros para adquirir la trayectoria y velocidad necesarias para su viaje. Este proyecto, propuesto por Carl Sagan, fue diseñado para afinar futuras búsquedas de vida extraterrestre, al mostrar a los científicos qué "firmas biológicas" delatarían la presencia de vida. Y ciertamente cumplió su trabajo, revelando múltiples signos, incluido el llamado "borde rojo", un salto en el reflejo a longitudes correspondiente del infrarrojo cercano.
Este tipo de emisiones es una firma de la vegetación: La clorofila pigmentada absorbe la mayor parte de la luz visible pero es transparente a longitudes de onda más largas, por lo que las plantas devuelven esa parte del espectro electromagnético al espacio. Por tanto detectar el borde rojo en otros mundos, en otras estrellas, implicaría la existencia de vegetación tal y como la conocemos. Sería diferente en sus formas, pero igual en su base última. Mirando a la Tierra podemos aprender que buscar en el firmamento.
Sin embargo no siempre la Tierra "brillo" de la forma en que la vio la Galileo, ya que las plantas, lo que nosotros conocemos como tales, solo han existido desde hace unos 500 millones de años, lo que implica aproximadamente 3.000 millones de años después del origen de la vida. Los colores terrestres fueron, durante la mayor parte de su existencia, muy diferentes."Si un extraterrestre hubiera usado el color para observar si nuestra Tierra tenía vida, hubiera visto colores muy diferentes a lo largo de la historia de nuestro planeta, retrocediendo miles de millones de años, cuando diferentes formas de vida dominaron la superficie ", explica Lisa Kaltenegger, directora de Cornell University. Instituto Carl Sagan.
Por ejemplo, las firmas espectrales causadas por los líquenes, una asociación simbiótica que involucra hongos y algas, podía ser observadas hace unos 1.200 millones de años. (En aquel entonces, los tonos verdes terrestres se habrían extendido desde la salvia hasta la menta).Y las cianobacterias fotosintéticas en los océanos podría haber generado su propio "borde rojo", quizás incluso antes, hace 2 mil millones o 3 mil millones de años. Por ello se están generando modelos que abarca todas estas opciones, recreando muchos en todos los estados conocidos de su evolución, y desde mundos apenas habitados hasta otras parecidos a Dagoba, el ficticio hogar de Yoda.
El objetivo es claro, tener una imagen de como la vida en la Tierra dejaría su huella en un observador externo, pero no solo la que conocemos y domina nuestro mundo, que apenas abarca el 10% de su existencia, sino también de aquellas "otras Tierras", que un día fueron. Y que quizás, solo quizás, existen en otros soles.
La Galileo nos mostró como detectar las señales de la vida cuando sobrevoló la Tierra, ofreciendo así un ejemplo para el futuro, pero limitado. Nuestro planeta ha ido cambiando mucho a lo largo de las eras, y su aspecto actual es relativamente reciente. Y eso se debe tener en cuenta en la búsqueda en otros mundos.
Earth's Changing Colors Could Help Us Find Alien Life
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