sábado, junio 15, 2019

Un sabor familiar

Detectando Sal común en la superficie de Europa.

Sabemos que bajo su hostil superficie, gélida y inundada de radiación, se esconde un océano de agua global, y que quizás estamos ante el medio más habitable del Sistema Solar, Tierra aparte. Es por ello el interés de los astrobiólogos en explorarlo. Pero hasta que punto es ese océano como los que conocemos? Puede tener otra composición química? Ser en realidad un lugar totalmente ácido y hostil? Ahora parece que tenemos un nuevo elemento a la fascinante ecuación que apunta precisamente a eso primero.

Y es que ingrediente familiar ha estado escondido a simple vista en la superficie. Usando nuevos análisis espectrales de luz visible realizarlos por el Observatorio Keck, los científicos planetarios de Caltech y el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA descubrieron que el color amarillo visible en partes de la superficie de Europa es en realidad cloruro de sodio, un compuesto conocido en la Tierra como sal común o de mesa, y que es también el componente principal de la sal de nuestros mares, en lugar del sulfato de magnesio que se creía hasta ahora. El descubrimiento sugiere que su océano subsuperficial podría parecerse químicamente a los océanos terrestres más de lo que se pensaba, desafiando décadas de suposiciones sobre la composición de esas aguas.

La Galileo, que la sobrevoló en repetidas ocasiones, estaba equipada con un espectrómetro infrarrojo, con el cual pudo detectar la presencia de agua helada y una sustancia que parecían ser sales. Dado que la capa de hielo es geológicamente joven y presenta abundante evidencia de actividad en tiempos recientes, si no actual, se sospechó que cualquier sal ahí presente podría derivar del océano que se encuentra por debajo de ella. Era una posibilidad. Y ahora mucho más al sacarse a la luz, nunca mejor dicho, hasta que punto es parecido a lo que tenemos en casa, algo que no pudo hacer en su momento esta sonda debido a los instrumentos de los que estaba dotada, fruto de ideas previas.

"La gente ha asumido tradicionalmente que toda la espectroscopia interesante está en el infrarrojo, porque ahí es donde la mayoría de las moléculas que los científicos buscan presentan sus características fundamentales", explica Mike Brown, profesor de astronomía planetaria."Nadie había tomado espectros de longitud de onda visible de Europa antes de tener este tipo de resolución espacial y espectral. La Galileo no tenía un espectrómetro visible. Sólo tenía uno de infrarrojo cercano, espectro donde los cloruros no presentan rasgos distintivos".

Para complementar estos nuevos datos, el científico del JPL, Kevin Hand, utilizó muestras de sales oceánicas, bombardeadas con radiación en condiciones similares a las de Europa, y encontró que adquiría varias características nuevas , entre ellas que se volvían de un tono amarillo similar a lo que podemos en la región conocida como Tara Regio."El cloruro de sodio es un poco como tinta invisible en la superficie de Europa. Antes de la irradiación no se puede decir que esté allí, pero después de la irradiación, el color salta directamente hacia ti".

Nada de todo esto asegura que dicha sal llegue del océano, por muy tentadora que sea la idea. No conocemos aún lo suficiente como funciona esta extraña luna como para asegurarlo (y de ahí la necesidad de explorarlo de cerca), y quizás simplemente es un componente más de su helada corteza. Pero ciertamente es intrigante. Y la mejor noticia es que al menos dos sondas algún día la visitarán para buscar respuestas.


La mancha amarilla que vemos en el resto de Europa es Tara Regio, una zona geológicamente caótica y donde se han detectado las mayores concentraciones de cloruro de sodio.¿Un eco al océano que se esconde bajo la superficie?

Los dos modelos principales del interior de Europa. Actualmente la mayor parte de los astrónomos se inclinan por el segundo, que implica un océano líquido global.

Galileo, que como la Cassini en Saturno, exploró durante años en sistema joviano, no pudo determinar exactamente la composición de las sales de Europa, ya que no disponía de un espectrómetro de luz visible.

Table Salt Compound Spotted on Europa