Desde finales de 2017 se encuentra en órbita científica, lo que significa que sus instrumentos están trabajando a pleno rendimiento. Llegó a ese punto ideal después de una larga serie de maniobras, y desde la cual esta ofreciendo, curiosamente, más preguntas que respuestas, en especial del esquivo y casi fantasmal metano, el pilar centrar que llevo al desarrollo de esta misión Europea-Rusa. Su misión justo está empezando en realidad, pero en el horizonte se acerca el momento clave, la llegada de la "segunda parte" de esta enorme proyecto, el vehículo de superficie que deberá buscar la hipotética vida marciana. Y es hora de preparar el camino.
En 2021 llegará el Rosalind Franklin, el nombre recibido, después de una votación popular, por el que hasta ahora era conocido como rover ExoMars. Aún queda, por tanto, más de un año hasta este momento culminante, pero los ingenieros de vuelo ya están planificando el que deben ser los próximos pasos que deberá realizar para asegurarse que cuando Rosalind se adentre en la atmosfera marciana en su intento de lograr un aterrizaje suave, la sonda esté en el lugar, la orientación, la trayectoria y el momento correcto para ofrecerle cobertura de comunicaciones. Será la ExoMars la que deberá anunciar al mundo si lo ha conseguido o no.
Serán cambios muy pequeños, pero que con el tiempo alterará su camino lo suficiente para lograrlos. Las 3 maniobras que se llevarán a cabo entre mes alterarán la velocidad de la sonda, las dos primeras en 30.9 metros por segundo y un pequeño cambio final de 1.5 metros por segundo, acercándola un poco más a los polos marcianos.
Una vez esté en su nueva orientación optimizada alrededor de Marte, los equipos en tierra también deben asegurarse de que estarán en el lado correcto del planeta cuando llegue el rover. En febrero de 2021, se realizará una pequeña maniobra para garantizar que ExoMars esté en el lugar correcto en el momento correcto. Si no se realizaran ninguna de ellas, y se mantuviera en su órbita actual, Marte se interpondría entre ellos, y por tanto ambos estarían "ciegos" uno respecto al otro en el momento crítico.
La sonda ExoMars, conocida oficialmente como TGO (Trace Gas Orbiter), fue la primera fase de un proyecto ambicioso, y ya cumplido. En 2021 llegará la segunda. Ojalá las cenizas del fracaso de Schiaparelli marquen el camino para un gran futuro.
Los cambios orbitales que afrontará ExoMas estas próximas semanas le permitirá estar situada en el momento, lugar y orientación adecuada (circulo negro) para seguir la llegada del rover (línea verde).
ExoMars orbiter prepares for Rosalind_Franklin
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