Hayabusa 2 lanza con éxito su proyectil contra Ryugu.
Era el momento culminante de su misión, y podría decirse que de la exploración espacial de los últimos años. No cada día vemos como una sonda lanza un "ataque" contra un asteroide, con la vista puesta en poder acceder a material situado bajo la superficie,protegido del ambiente exterior y por ello prácticamente inalterado, lo que para los científicos es un sueño hecho realidad. Al fin y al cabo, cuando se exploran estos pequeños mundos, se hace como una forma de conocer el pasado lejano.
Esa era la meta de la Hayabusa 2, no solo recoger material de la superficie, como que ya consiguió en su momento, sino abrir un cráter en el asteroide que dejara expuesto el que se esconde debajo de ella, protegido de la radiación exterior. Y a la falta de imágenes detalladas que muestran que las cosa sucedieron como se había estimado cuando se diseñó dicha operación, todo parece indicar que fue un éxito. Proyectil disparado, impacto producido y sonda en perfecto estado. De momento las gentes de la JAXA pueden estar contentos.
Todo empezó a las 02:00 GMT de este pasado 5 de Abril, cuando la Hayabusa 2 desplegó el pequeño vehículo conocido SCI (Small Carry-on Impactor), básicamente un proyectil de cobre con una carga explosiva, que se situó a unos centenares de metros por encima de Ryugu, mientras la sonda iniciaba maniobras de escape, situándose por detrás del asteroide con respecto al punto de impacto y así quedar protegida de la pluma de rocas y polvo levantada. 40 minutos después tenía lugar la detonación y el proyectil, de unos 2 kilogramos de masa, salía lanzado a unos 7200 Kilómetros/hora, impactando de forma casi instantánea contra la superficie.
En ese momento Hayabusa 2 estaba ya a salvo al otro lado de Rygu, pero por eso mismo no podía ver lo sucedido. Por ello, 22 minutos antes, y mientras aún se retiraba hacia la seguridad, desplegó la pequeña DCAM3, una cámara-sonda diseñada específicamente para este instante, y de la cual llegó la primera y de momento única imagen del impacto. No a demasiado resolución, ciertamente, pero tampoco se le podía pedir mucho más a esta pequeña y fugaz viajera, que se dormiría para siempre pocas horas después. Era el objetivo de su existencia y lo cumplió plenamente. Pudo irse en paz.
Tendremos pronto nuevas imágenes, mucho mejores, que revelarán si se formó el gran cráter, de unos 10 metros, que se había estimado cuando se diseñó este plan. Aunque por lo que DCAM3 pudo ver, parece difícil que no sea así. Y con ello llegará el momento tan preciado por el equipo en tierra de tomar las valiosas muestras, los ingredientes primigenios que una vez formaron nuestro mundo. JAXA, la agencia espacial japonesa, sigue haciendo historia.
La DCAM3, responsable de esta imagen. Mientras la Hayabusa 2 se retiraba, ella quedó cara a cara con el impacto. Un ejemplo más de la maravillosa complejidad de esta misión.
El SCI (Small Carry-on Impactor) poco después de separarse de la sonda. Minutos después detona su carga de 4,7 kilogramos de explosivo plástico, lanzado su proyectil de cobre a velocidades supersónicas.
Representación de lo ocurrido, con la detonación y impacto, la sonda oculta y la pequeña DCAM3 siendo testimonio directo.
Pow! Japan's Hayabusa2 Bombs Asteroid Ryugu to Make a Crater (Photo)
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