Su descubrimiento marcó un momento para la historia, ya que era el primer objeto llegado desde más allá del Sistema Solar del que podíamos confirmar ese origen. Es seguro que inumerables otros visitantes de las estrellas nos han visitado en el pasado y nos seguirán visitaran en el futuro, pero con Oumuamua teníamos ante nosotros un ejemplar del que teníamos una seguridad absoluta de que no pertenecía a nuestro rincón estelar, sino que había entrado en el por primera y última vez. Desde entonces no deja de ser estudiado, intentando "rascar" nuevos datos de algo tan pequeño que ya se encuentra en trayectoria de salida.
Y los últimos hallazgos reaviva la discusión sobre su naturaleza, ya que nuevas mediciones en su posición han revelado que durante su paso por la parte más interna del Sistema Solar experimentó un inesperado aumento de su velocidad, y con ello el inevitable cambio de su trayectoria, y de las que nada tuvieron que ver las fuerzas gravitacionales del Sol y los planetas. La respuesta más probable a tal comportamiento es que experimento la aparición diversos chorros de material expulsado a alta velocidad de la superficie, tal y como ocurre con los cometas.
¿Significa que en realidad es un cometa? Estos suelen expulsan grandes cantidades de polvo y gas cuando el Sol los calienta, pero en el caso de Oumuamua no hubo señales visibles de actividad de este tipo, motivo por el cual este comportamiento pilló por sorpresa a los astrónomos. El escenario actual plantea que pudo haber producido una cantidad muy pequeña de partículas de polvo, suficiente para dar al objeto un pequeño impulso en la velocidad, pero no lo suficiente como para ser detectado por los observatorios terrestres.
Karen Meech, astrónoma del Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawai y coautora del estudio, especuló que pequeños granos de polvo, presentes en la superficie de la mayoría de los cometas, se erosionaron durante el su largo viaje a través del espacio interestelar."Mientras más estudiamos Oumuamua, más emocionante resulta. Estoy sorprendida de lo mucho que hemos aprendido de una corta e intensa campaña de observación. ¡No puedo esperar al próximo objeto interestelar!"
Actualmente este pequeño visitante, quizás un cometa desgastado por el tiempo y las distancias recorridos, está más lejos de nuestro Sol que Júpiter y se aleja de este último a unos 112.000 Kilómetros por hora. En solo otros cuatro años, pasará la órbita de Neptuno en su camino de regreso al espacio interestelar. Su fugaz viaje por este oasis de luz habrá terminado y se sumergirá nuevamente en las oscuridad. Quizás para siempre.
Todo indica que este visitante interestelar experimentó algún tipo de actividad cometaria, lo que alteró su trayectoria, aumentando su velocidad.
En verde la trayectoria de Oumuamua si solo fuera afectado por las fuerzas gravitatorias del Sol y los planetas. En azul la trayectoria real, que indica que algo más afectó a su movimiento.
Our Solar System's First Known Interstellar Object Gets Unexpected Speed Boost
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