lunes, febrero 27, 2017

El Encélado que pudo ser

¿Detectó la Voyager 1 los géisers de esta pequeña luna?

Cassini lleva realizados muchos descubrimientos desde su llegada a Saturno, tantos y tan extraordinarios que tendrá a la comunidad científica ocupada por años. Y de todos ellos posiblemente ninguno destaca tanto como las plumas de vapor de agua de esta pequeña luna, algo que cogió totalmente por sorpresa, dado que, aunque se tenían evidencias de cierta actividad interna, alimentada por el calor generado por las mareas gravitatorias de su gigantesco planeta, nadie podía imaginar algo tan asombroso. Fue algo inesperado. A pesar de que no era la primera vez que una sonda lograba fotografiarla de cerca.

Así es. Muchos años antes de Cassini, las dos Voyager cruzaron el sistema de Saturno y nos mostraron un aperitivo de las maravillas que nos esperaban. Ciertamente, incluso antes que ellas, la Pioneer 11 había visitado este rincón del Sistema Solar, pero su capacidad de adquisición de datos e imágenes era muy limitada en comparación. Fue la primera, pero llegó "con lo puesto". Así pues fueron ellas as encargadas de explorar realmente el planeta y sus lunas. Y lo hicieron de forma excelente, a pesar de que siendo misiones de sobrevuelo, apenas dispusieron de algunos días, semanas si contamos la fase de observación a distancia. Un éxito en el más amplio sentido de la palabra, que preparó el camino a Cassini, que tuvo así información previa para planificar su propia aventura.

Pero los geísers de Encélado de les escaparon. La Voyager 2 se aproximó mucho a ella, y sus imágenes mostraron terrenos antiguos, pero también otros casi carentes de cráteres, lo que delataba algún tipo de actividad geológica que estaba moldeando el terreno. Logramos deducir que algo se movía en esta pequeña luna, pero en la toma de imágenes se le escaparon sus plumas de vapor. Nos alejamos de ella sabiendo que era especial, pero sin saber lo especial que realmente era. Deberíamos esperar varias décadas para saberlo.

¿Pero es posible que realmente si se captaran su presencia, aunque pasaron completamente inadvertidos en el mar de datos enviados a la Tierra? Esa es la curiosa posibilidad revelada ahora, y que tendría en la Voyager 1, que observó Encélado desde mucha mayor distancia, a la protagonista de esta historia. Así lo cree Ted Stryk, bloguero aficionado al espacio, que durante el otoño pasado estudió meticulosamente el archivo de imágenes de está mítica sonda, hasta dar una imágen, una sola, que parece revelar, aunque sea en forma de unos pocos píxeles, la actividad de Encélado. "Estaba bastante seguro de que había encontrado los penachos", explicó Stryk al posrtal Gizmodo. "Es la iluminación correcta, la dirección correcta".

¿Es posible que algo así pudiera ser pasado por alto? Dado lo inesperado del fenómeno y que la imágen se captó desde mucha distancia, junto a la ingente cantidad de material mucho más interesante que envió la Voyager 1 durante el encuentro y que debía ser estudiado, lo hace posible. Además, los medios disponible a principio de los 80 poco o nada tiene que ver con los actuales, sobretodo a la hora de extraer información de las imágenes mediante todo tipo de técnicas visuales. 

Aún queda camino por recorrer, ya que este hallazgo deberá ser corroborado por el equipo científico de Cassini, que como es lógico conoce mejor que nadie a Encélado y su actividad, ya que fueron ellos los que la descubrieron finalmente. Y más allá de ser una curiosidad, el valor científico de algo así no sería algo a despreciar:"Si un análisis posterior prueba el análisis de Stryk, entonces es una evidencia directa de que los penachos tienen una longevidad de por lo menos décadas", dijo el astrónomo Jonathan Lunine. Y es que, incluso ahora, no tenemos claro si estamos ante un fenómeno puntual, del que hemos tenido la fortuna de llegar a el durante su existencia, o algo de mayor duración. Si finalmente se confirmara sabremos que al menos llevan 4 décadas en activo. Nada a escala cósmica, pero ya es más de lo que sabíamos poco antes.

Finalmente solo nos queda imaginar como podría haber afectado conocer de antemano la existencia de los géisers de Encélado al diseño de la sonda Cassini, y que modificaciones o instrumentos se habrían podido añadir para estudiarlos de forma aún más amplia y profunda, si es que se hubiera cambiando algo. ¿Quizás un instrumento que buscara la presencia de biomarcadores?¿Puede que se añadiera una sonda de superficie? Nunca lo sabremos.

La imagen original, tomada por la Voyager 1 el 13 de Noviembre de 1980, limpiada y ampliada,  ¿Son los géisers de Encélado lo que parece emerger desde el polo sur de esta luna? NASA / JPL-Caltech / Ted Stryk

El resultado final. Encélado sobre el creciente de Saturno, y lo que podrían ser sus plumas de vapor de agua emergiendo de ella. NASA / JPL-Caltech / Ted Stryk

Cassini nos desveló este extraordinario fenómeno en todo su esplendor, llegando a prácticamente sumergirse en ellos para tomar mediciones directas. Todo ello improvisado, ya que no se conocía su existencia. De haberlo revelado las Voyager, o puede que de habernos dado cuenta de que lo hicieron, quizás el diseño de Cassini habría cambiado, o incorporado algún instrumento capaz analizar de forma más amplia su composición, y posibles bioseñales 

An Exciting Discovery May Be Lurking in This Voyager Photo of Saturn 

Un astrónomo aficionado podría haber encontrado los géiseres de Encélado... en una foto de 1980

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