Un total de 1235 posibles planetas...estas son las extraodinarias cifras que acumula ya, en un tiempo relativamente corto (desde finales de 2009), el telescopio espacial Kepler en su busqueda de nuevos mundos situados en otras estrellas, incluidos aquellos que, por tamaño, pueden ser parecidos a la Tierra. Y si se tiene en cuenta de que observa solo una pequeña región de la Bóveda Celeste, sus logros resultan aun más espectaculares.
Existen planetas de todos los tamaños alrededor de estrellas de todo tipo, desde grandes astros mucho mayores que el Sol hasta otras que apenas tienen una fracción de su masa y luminosidad...esta es la lección principal que podemos extraer de su extraodinario trabajo, una realidad hasta ahora desconocida y cuya inmensidad nos hace olvidar que hasta hace relativamente poco, no más de dos décadas, eran totalmente desconocidos y que aun se tenía en cuenta la posibilidad de que el Sistema Solar y los planetas que lo componen fueran algo extraño, o incluso un caso único en todo el Cosmos. Un ultimo vestigio de geocentrismo humano que se negaba a desaparecer y que fue barrido por la fuerza imparable del conocimiento.
La ilustración superior es una representación de todos los descubrimientos de Kepler, con cada una de las estrellas, ordenadas por tamaño, donde un posible planeta (los puntos oscuros que vemos sobre ellas) compañero pasó por delante del disco estelar y generó un leve descenso de la luminosidad total, casi imperceptible pero detectable por este auténtico "cazador" planetario. Una inmensa familia de exoplanetas, que en algunos se agrupan auténticos sistemas planetarios con múltiples miembros.
Como referencia, y en la parte superior derecha de la imagen, justo por debajo de la primera linia de estrellas, encontramos a nuestro Sol "eclipsado" por Júpiter y La Tierra...aunque a primera vista solo podemos apreciar el primero, pues nuestro planeta, a esta escala, es tan diminuto que solo lo observaremos si accedemos a la versión más grande de esta ilustración.
Y son, precisamente, estos diminutos "fantasmas" terrestres perdidos en la luz de sus propios soles los que, con tanto éxito, está desvelando Kepler. Un viaje de exploración y descubrimiento que no solo está ampliando nuestros conocimientos sino que, nuevamente, nos está recordando nuestro lugar en el Universo...y esta es, quizás, el más valioso regalo que la astronomía a dado a la Humanidad.
Los llamados "transitos", el paso de un planeta por delante de su estrella, es la forma con la que Kepler está buscando (con resultados más que buenos) mundos más alla del Sol...aunque es un sistema limitado, pues solo una parte de todos los que existen cumplen este requisito (pues el plano con el que giran alrededor de su estrella es aleatorio), también es el más eficaz al permitir una medición directa y permitir la detección de cuerpos que de otra forma serían imperceptibles.
Kepler mantiene una vigilancia permamente sobre varíos centenares de miles de estrellas...una gota en el inmenso océano de la Via Lactea, que contiene varios centenares de miles de Millones de Soles. Que haya encontrado ya tantos planetas a pesar de ello es un indicio claro que que nuestra galaxia esta llena de ellos. Lejos quedan los tiempos en que La Tierra y el resto de planetas del Sistema Solar parecían algo extraodinario y único.
Kepler's Suns and Planets
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