Puede una sonda espacial que viaje más alla del cinturón de asteroides y se adentre en el reino de los gigantes gaseosos "alimentarse" de luz del Sol? La respuesta es que si, al menos si su objetivo es Júpiter, dispone de los últimos adelantos tecnológicos en el terreno de los paneles solares y estos, claro está, son lo suficientemente grandes. Como es el caso de la próxima exploradora planetaria que será lanzada el próximo 5 de Agosto.
Y es que JUNO, ya completada y con todos sus instrumentos integrados, se encuentra pasando los tests ambientales, sometida a todas las condiciones externas a las que deberá hacer frente desde el momento del despegue para comprobar que puede afrontarlos sin problemas. La fotografía superior nos muestra el vehículo justo después de afrontar las pruebas acústicas y de vibración y siendo revisado por los técnicos de Lockheed Martin Space Systems, la empresa encargada de su construcción.
Podemos ver también sus tres amplios paneles solares (que una vez extendidos tendrán una superficie de unos 60 metros cuadrados) plegados sobre si mismos, y que se componen de un total de 11 paneles individuales, pues uno se compone de solo tres, siendo ocupado el lugar de cuarto por un magnetrómetro. Aunque desde las cercanías de La Tierra estos podrían llegar a producir hasta 15 Kilovatios de energia, cuando alcance Júpiter su producción se habrá reducido a 486 vatios y posteriormente a 420 a causa de la degradación que produzca sobre ellos el ambiente de intensa radiación reinante.
Porque esta apuesta por la energía solar para una misión a zonas tan remotas, cuando todo el resto de sondas (incluida la Galileo, que, como hará Juno en el futuro, entro en orbita alrededor de Júpiter) han utilizado la nuclear, en forma de RTGs (radioisotope thermoelectric generators), como fuente de energía? La respuesta parece más relacionada con conceptos económicos y practicos que por temas políticos, pues la NASA se enfrenta actualmente a serias dificultades para conseguir suficiente "combustible" en forma de isótopos y escogió reservarlo para otras misiones (como el futuro rover Curiosity en dirección a Marte) y aplicar, en este caso, la opción solar, a pesar de sus evidentes limitaciones.
Una vez lanzada, JUNO, para conseguir una órbita polar alrededor de Júpiter, seguirá un largo camino de cinco años, que incluirá un paso cerca de la Tierra, en 2013, para adquirir la velocidad y trayectoria necesaria para la inserción orbital, que ocurrirá a mediados de 2016. Una vez estó ocurra empezará un estudio en profundidad del planeta, entre ellas su composición química, las caracteristicas atmosféricas, el campo magéntico y gravitatorio, la masa total y en especial la presencia de agua, que ayudará a ajustar las actuales teorías sobre la formación planetaria.
De momento, pero, sigue aun en La Tierra, cubriendo las últimas etapas antes de iniciar su viaje...sus alas se preparan para desplegarse y dar vida a JUNO incluso en las tinieblas del Sistema Solar exterior.
El largo viaje de JUNO hasta Júpiter.
NASA's Jupiter-Bound Spacecraft Taking Shape In Denver
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