La Beagle 2 estuvo mucho más cerca de lograr un aterrizaje exitoso en Marte de lo que pensábamos.
El fracaso de Schiaparelli en su intento de posarse suavemente en la superficie marciana aún resuena con fuerza, y aunque se intente maquillar lo sucedido con el hecho de que era un módulo de prueba y que su objetivo era reunir datos durante el descenso, cosa que hizo hasta el último instante, y que por tanto se pude defender que cumplió con lo que se quería de ella, lo cierto es que, al final, ahora mismo de ella solo queda un oscuro cráter y algunos brillantes restos a su alrededor. La "maldición" que acompaña a los intentos de la ESA de lograr un aterrizaje sin fallas en otro cuerpo celeste sigue, con la notable excepción de la Hyugens, siendo una asignatura pendiente que se resiste.
Pero antes de la Schiaparelli llegó la Beagle 2, y como su predecesora, como parte de una sonda orbital, en este caso la Mars Express. Y como ella, la sonda fue (y sigue siendo) un triunfo completo, mientras que el módulo desapareció sin dejar rastro el 25 de Diciembre de 2003, hasta que fue redescubierta por la Mars Reconnaissance Orbiter a principios de 2015. Y con ello se desveló el enigma: A diferencia de Schiaparelli, si que consiguió aterrizar suavemente y desplegarse. Pero no lo hizo por completo, y por tanto no pudo utilizar su antena para comunicarse y recibir nuevos comandos. Se quedó esperando después de cumplir los ya preprogramados, pero sordo y mudo, sería una espera para siempre.
Al menos esa es la visión que tenemos de lo sucedido, todo extrapolado a partir de dichas imágenes, pero ahora un nuevo estudio parece indicar que la Beagle 2 estuvo aún más cerca de lo esperado de lograrlo, y que no fueron dos los paneles solares que no se desplegaron, sino solo uno. Suficiente para impedir el contacto. Usando software de efectos visuales y animación disponible comercialmente, los investigadores tomaron fotos simuladas de Beagle 2, visualizándolo en una serie de configuraciones diferentes y diferentes ángulos de iluminación. Luego compararon estas imágenes simuladas con las reales tomadas por MRO, y encontraron que aquello que más encajaba era que había aterrizado de forma segura y desplegado todos sus paneles solares. Menos uno, suficiente para habría obstaculizado la capacidad de usar su antena, haciendo difícil, o directamente imposible, la comunicación con la Tierra.
"Hemos reunido más información sobre el fracaso para comunicarnos con ella, y estamos un paso más cerca de saber lo que pasó", explica el ex director de la misión Mark Sims, que es actualmente profesor de Astrobiología en la Universidad de Leicester en Inglaterra.
"En realidad, nunca podremos saber exactamente qué causó su falta de comunicación después de lo que se ha confirmado como un aterrizaje exitoso, lo que fue un logro fantástico por parte del equipo. Este estudio muestra lo frustrantemente cerca que estuvo la de lograrlo". Curiosamente mucho más de lo que estuvo nunca Schiaparelli, donde casi todo lo que podía ir mal fue mal.
En realidad, bajo los parámetros y objetivos de esta última, la Beagle 2 se habría considerado todo un éxito, solo empañado por un fallo posterior al aterrizaje, no al aterrizaje propiamente dicho. Pero esta era una misión propiamente dicha, no un módulo de prueba. Y por ello un fracaso sin paliativos. Ciertamente, para Europa, es una situación frustrante, y mayor cuanto más entendemos hasta que punto estuve cerca de lograrlo. Pero así es la exploración espacial, donde un detalle puede condenarte. Un motivo más para admirar a aquellas que si lo consiguieron.
La última vez que vimos a la Beagle 2 antes de desaparecer en Marte, poco después de separarse de la Mars Express.
La visión que se tiene del actual estado de la sonda, con dos de los 4 paneles solares desplegados. Con dos tenía suficiente para generar la energía necesaria, pero la antena estaba instalada, por razones de presupuesto, debajo de ellos. Y al no desplegarse todos, esta no pudo funcionar. Ahora, sin embargo, este nuevo estudio reduce el fallo a uno solo.
Las nuevas simulaciones, a partir de las imágenes de la MRO, realizada por antiguos miembros de esta misión, indican que el aterrizaje fue un completo éxito y 3 de los 4 paneles se desplegaron. Pero uno solo que no lo hizo la sentenciaría, al bloquear las comunicaciones.
Beagle 2, la sonda perdida.
UK's Beagle 2 Mars Probe Nearly Aced 2003 Landing, Study Suggests
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