La vida de Cassini se aproxima, lentamente pero de forma inexorable, a su brillante final, cuando en Septiembre de 2017 se desvanezca en la atmósfera de Saturno. Se cerrará así las puertas de este mundo singular, al cual no regresaremos en un futuro previsible. Por ello cada día es un regalo, que su equipo en tierra quiere aprovechar hasta el momento último para explorar un reino del que sabemos más ahora de lo que nunca pudimos soñar, pero por eso mismo somos conscientes de que dejará sin responder muchas otras cuestiones. Disfrutemos de estos momentos.
Los pasados 29 y 30 de Octubre Cassini vivió uno de esos momentos en que se mezclan la emoción de aproximarnos de nuevo a Titán con el hecho de que es una de las últimas veces que podemos ser testigos de algo así. No es la última, pero si forma parte de una cuenta final hacia el olvido. Y en esta ocasión nos ofreció, mediante una completa campaña de observación a lo largo de 11 horas, durante las cuales realizó una toma cada 20 minutos, permitiendo así sacar a la luz la evolución de algunas características atmosféricas en movimiento. O lo que es lo mismo, el equivalente a un mapa del tiempo "titánico", con el movimiento de las masas de nubes de Metano.
En esta visión del hemisferio norte de Titán, ahora viviendo su propio Verano, Cassini pudo captar la presencia de numerosas nubes alargadas, que se encuentran entre 49 y 55 grados de latitud. Se las observa moviéndose a una velocidad de entre 7 y 10 metros por segundo, desarrollarse y luego desvanecerse, pero siempre en la misma zona, donde dicha actividad es persistente. También se observan en la región donde se concentran los lagos y mares, especialmente en la zona situada entre Neagh Lacus y Punga Mare. No es la primera vez que hace observaciones de esta clase, pero durante 2016 existía diferencias de días o semanas entre las diversas tomas. Ahora, al hacerlas de forma consecutivas, podemos tener una idea más concreta de la dinámica atmosférica ahora que está entrando en esta nueva estación de su largo año.
Y con resultados. Los modelos actuales indicaban una mayor actividad nubosa durante el Verano septentrional de la observada ahora. Eso indica que dichos modelos son aún incompletos. Después de tantos años y tantos descubrimientos, siguen faltando piezas para completar el puzzle. Esa es la gran maldición y al mismo tiempo la mayor bendición de la exploración de otros mundos, la sensación de estar atrapados en un frustrante camino sin fin, pero al mismo tiempo lleno de pequeñas joyas y misterios que desvelar. En 2017 el viaje de Cassini llegará a su ya inevitable conclusión Y en la Tierra algunos soñaremos con el día en que otro viajero tome el testigo y siga adelante donde ella lo dejó. Aunque sea para seguir avanzando, de forma maravillosamente testaruda, en este camino sin aparente final.
Estamos ya viviendo los últimos meses en este reino de maravilla. Con infinitos descubrimientos ya realizados, pero con igualmente infinitos misterios que quedarán por resolver.
Watching Summer Clouds on Titan
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