La Lunar Reconnaissance Orbiter revela la existencia de numerosas cavernas en la superficie de nuestro satélite.
Quién un día de Luna llena mire su familiar rosto, con sus manchas brillantes y oscuras, puede, si le pone algo de imaginación, empezar a apreciar lo que parece una curiosa figura que recuerda a un conejo. No es más que un truco de nuestra mente, claro está, que siempre busca relacionar cualquier forma indeterminada con elementos familiares que conozcamos previamente, algo que por ejemplo ocurre cuando creemos ver formas concretas en las nubes o extrañas figuras en un lugar sumido en las sombras, y que en el caso que nos ocupa generó numerosas leyendas.
Y es que desde los antiguos Mayas hasta los actuales Indios, Chinos y Japones (cualquiera que este interesando en el mundo del cómic y la animación japonesa habrá visto en algún momento la imagen del conejo haciendo Mochi en la Luna, toda una tradición en el país del Sol Naciente), todos imaginaron misma figura, creando historias y leyendas para explicar esa curiosa forma que creían adivinar en el rostro lunar.
La exploración de la Luna, claro está, no encontró conejos, pero si sus madrigueras. Dicho de forma simbólica, clara esta: Enormes aberturas, de decenas o centenares de metros de profundidad, están siendo descubiertas por la Lunar Reconnaisance Orbiter, recogiendo el testigo de la desaparecida sonda japonesa Kaguya, que fue la primera en encontrar alguna de ellas. Simples agujeros en el terreno o la entrada a una red de cuevas que se extiende por debajo de la polvorienta superficie lunar?
La idea de que pueden existir una red de túneles, reliquias de ríos de lava subterráneo que recorrieron nuestro satélite durante su juventud, hace varios miles de millones de años, ya se planteaba desde los años 60, incluso antes de los viajes de los Apolo, apoyada en la existencia de una amplia red de sinuosos canales en la superficie que fueron interpretados como la señal visible de dichos flujos magmáticos Una teoría ahora aparentemente confirmada por los últimos descubrimientos, que señalan que dichas aberturas pueden ser partes de estos túneles cuyo techo se vino abajo.
"Es emocionante que ahora hayamos confirmado esta idea. Las fotos de Kaguya y LRO demuestran que estas cavernas son claraboyas a tubos de lava, por lo que sabemos que esos túneles pueden permanecer intactos por lo menos en pequeños segmentos después de varios miles de millones de años", explica Robinson, Mark Robinson de la Universidad Estatal de Arizona.
Y es que si bien la mayor parte pueden haberse colapsado tras cesar el flujo de magma o simplemente quedar completamente llenos de lava solidificada, quizás algunas secciones han podido sobrevivir hasta nuestros días, lo que implicaría que estas aberturas ahora fotografiadas son la entrada a un mundo subterráneo aún por descubrir.
Lugares así no solo resultarían extremadamente valiosos para la exploración geología de nuestro satélite sino también como posibles lugares donde una expedición lunar podría encontrar un refugio más adecuado que la expuesta superficie, protegidos de la radiación reinante y con temperaturas que, por lo que se cree, se mantienen constantes a partir de los dos metros de profundidad, entre -30 y -40Cº, que puede parecer un ambiente duro, pero que comparado con las condiciones externas (En el ecuador las temperaturas van desde los +100 a los -150Cº) resultarían un refugio realmente acogedor.
La Luna, como ocurre con otros mundos aparentemente "aburridos" como es el caso de Mercurio, se esta revelando como un lugar ciertamente interesante, demostrándose cuanto más avanza nuestro conocimiento sobre ella que lejos de ser una roca inerte y sin nada más que rocas y polvo, la compañera de la Tierra merece nuestra atención. Las grandes aberturas ahora fotografías nos enseñan que las sorpresas que nos reserva Selene no se limitan a su rostro (como es la gran cantidad de hielo de agua congelado localizado en los polos) sino que por debajo de el.Y aunque no habrá ningún conejo blanco que nos lleve a su interior, como le ocurría a Alicia, quién sabe si cuando entremos en ella nos encontraremos, científicamente hablando, un "país de las maravillas".
La sonda Kaguya fotografió varias de estas "cavernas" lunares. En la fotografía superior vemos la situada en las Marius Hills, zona recorrida por varios de los sinuosos canales que se creen señales de la presencia de antiguos tubos de lava. En la parte inferior la misma estructura vista con diferentes grados de iluminación.
La misma "cueva" que la observada por Kaguya, a través de los ojos de la LRO. Se le estima un diámetro de unos 65 Metros.
Otra abertura en la superficie lunar, situada en Mare Ingenii y mucho más grande que la de Marius Hills, con un diámetro de unos 150 Metros.
Durante el viaje del Apolo 15, el astronauta David Scott llego, con el vehículo lunar o LRV, al borde del Hadley Rille, un sinuoso canal que se cree parte de un antiguo túnel de lava.
Nuestra mente tiende la a buscar formas reconocibles en todo lo que se observa, y la Luna no es una excepción.
Y como la imaginación humana no tiene límites, las formas que podemos ver también, en este caso, siguiendo la tradición nipona, podemos ver un conejo haciendo Mochi (pasta de arroz) junto a su mortero.
No hay conejos en la Luna, pero Alicia podría encontrar muchas madrigueras por donde entrar.
Down the Lunar Rabbit-hole
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