viernes, enero 15, 2016

El cazador de sueños

Dream Chaser volará a la ISS después de ser elegido, junto con Cygnus y Dragón, para abastecer a la estación espacial a partir de 2019.

Era la 3ª en discordia, luchando contra Space X y Orbital ATK para obtener un contrato que le permitiera hacer realidad su propios sistema de transporte espacial, haciendo frente a las propuestas de ambos (Dragón y Cygnus) apostando por algo totalmente diferente a la de estas primeras, tomando como base el cancelado proyecto X-34 de la NASA para dar forma a lo que se podía considerar un retorno de los transbordadores espaciales. Mucho más pequeño (y por ello más manejable y económico) pero básicamente con esa misma capacidad de retornar a la Tierra y aterrizar como un avión que tanto nos fascinó durante los años que estuvieron en servicio. Y quizás por ello se ganó el corazón de tantos de nosotros. Comparadas con las "aburridas" cápsulas de la competencia, su nave nos evoca tiempos pasados que, a pesar de todos sus peros, seguimos añorando. Su nombre, Dream Chaser (Cazador de sueños), no puede encajar más con esa idea.

Impulsado por Sierra Nevada Corporation, que durante 10 años siguió trabajando incansablemente en este proyecto, sufrió el golpe de verse fuera del primer contrato comercial otorgado por la NASA a empresas privadas para que se hicieran cargo del abastecimiento de la ISS (Commercial Resupply Services o CRS-1), que terminaron siendo asignados a Space X y Orbital ATK, cuyos propuestas, especialmente la segunda, eran más conservadoras y, siempre sin dejar de innovar, parecían ofrecer por ello más confianza (lo que no evitó que ambas hayan sufrido la perdida de una de sus naves). El "Cazador de Sueños" quedó fuera. Pero lejos de ser abandonado, se siguió trabajando para cumplir todos los requisitos exigidos por la NASA y tener, cuando llegara, una 2ª oportunidad. Y esta llegó con el anuncio del CRS-2.

Destinado a cubrir el periodo 2019-2024 (cuando la ISS podría llegar al final de su vida de no aprobarse una extensión), este nuevo contrato, calculado en unos14.000 millones de dólares, se repartirá ya no entre 2, como ocurrió con el CRS-1. A la Dragón y la Cygnus, que lógicamente, y pese a los sendos accidentes sufridos, han cumplido ampliamente su cometido y ganado la confianza de la agencia, se le unirá Dream Chaser. Cada uno de ellos viajará al menos 6 veces a la estación espacial, con opción de que la NASA pueda encargar vuelos extra en caso de ser necesario. Sus diferentes capacidades permitirá cubrir todas las opciones deseables, y en el caso del cazador de sueños, la de aterrizar de forma suave, como un avión, es un elemento especialmente útil para según que cargas se quieran transportar de regreso a La Tierra.

Dragón también es capaz de regresar (a diferencia de Cygnus, que se desintegra en la atmósfera), pero sus aterrizajes, que de momento utilizan paracaidistas y se hacen en el océano, son más exigentes para su cargamento. Los suaves aterrizajes de Dream Chaser tienden a tener un impacto físico más bajo en la carga de retorno, permitiendo su recuperación solo entre 3 y 6 horas después de tomar tierra, explica Julie Robinson, científica en jefe de la ISS. Esto será beneficioso para los experimentos que incluyen animales vivos o de otras muestras biológicas, agregó. Por ejemplo, cuando los científicos quieren probar los efectos de la gravedad en muestras biológicas, es crucial para examinarlas tan pronto como regresan a la Tierra, antes de que empiecen a readaptarse a la gravedad. Además, los aterrizajes suaves pueden ser mejores para la preservación de muestras delicadas, tales como cristales crecidos en microgravedad.


Pero aún más importante, como señala Kirk Shireman, director del programa ISS, es tener diversas cadenas de suministro capaces de compensar, en caso de necesidad, el fallo de una de ellas. Las dos pérdidas, ocurridas en un relativamente corto espacio de tiempo, de una Dragon y una Cygnus, potencialmente podría haber representado un problema serio para su abastecimiento, y posiblemente el tener una 3ª vía también haya pesado en la decisión. Y gracias a ello Dream Chaser será finalmente una realidad. En 3 años deberemos verlo volar.

La propuesta de Sierra Nevada Corporation, una nave, tanto en su versión tripulada como de carga, capaz de regresar a la Tierra y aterrizar como un avión.

Dream Chaser hizo sus primeros vuelos, elevado a gran altura para demostrar su capacidad de aterrizar. Los resultados mostraron que aún queda trabajo por delante.

Un diseño que recuerda, especialmente en su versión tripulada, a los retirados Space Shuttle dotan de un encanto especial la propuesta de Santa Mónica, forma parte de su encanto.

Con su contrato aprobado, es de esperar que las cosas se aceleren los próximos años. Entre lo que estará aclarar quién se encargará de lanzarlo. Ahora mismo parece más cerca de cerrar un acuerdo con United Launch Alliance (ULA) para que sea el Atlas V, aunque no se descartan otras opciones.

Aunque este contrato se refiere únicamente a la versión no tripulada, con una capacidad de carga de 5.5 toneladas, Sierra Nevada Corporation también apunta hacia una versión tripulada.


3 Private Spaceflight Companies Will Ferry Cargo to Space Station

NASA Selects Sierra Nevada Corporation’s Dream Chaser® Spacecraft
for Commercial Resupply Services 2 Contract

3 comentarios:

Martín dijo...

Pues encuentro que más que al Shuttle, se asemeja al BOR-4 soviético de los años 80 (¡que viene de un diseño de los 60!):
http://3.bp.blogspot.com/-q_MZiUf2dqs/Vdy3k7VjdVI/AAAAAAAAj28/MNysTZkrXIg/s640/bor4-411538-0348f6c823c243f2c833%252C0%252C920%252C0%252C0.jpg

Tokaidin dijo...

Para quién tenga conocimientos sólidos sobre este tema, sin duda verá otras fuentes, como este vehículo soviético. Pero para la inmensa mayoría de gente lo primero que les vendrá a la cabeza al verlo son los Space Shuttle. Y no deja de ser compresible ;)

Martín dijo...

En efecto, así es. Por eso puse la dirección de la imagen.
Y a todo esto, por lo que he leído, el BOR-4 sí es la inspiración del Dream Chaser, ya que éste se basa en el HL-20 de la NASA, que a su vez era una copia aerodinámica del BOR-4...