Los grandes meteoros han estado presentes durante toda la historia de la Humanidad, en ocasiones tan brillantes y atemorizantes que sin duda han tenido su papel en muchos de los mitos y leyendas que llenan la historia de tantas y tantas culturas.
Hoy día la amplia profusión de medios audiovisuales, al alcance de casi todos, y la rapidez con la que se extienden las noticias gracias a internet hace que sepamos casi al instante cuando uno de estos bólidos cruza por los cielos de este planeta, pero hasta hace unas pocas décadas solo se podía contar con las descripciones de los testigos para dar forma a una imagen aproximada de lo que había sucedido y como se habia desarrollado el fenómeno. Una información tan lenta en expandirse como limitada en el numero de personas a las que llegaba finalmente.
Este es el caso del gran meteoro que en Diciembre de 1944, mientras la Humanidad se encontraba aun inmersa en la segunda guerra mundial, cruzó de forma espectacular los cielos del centro de Africa en pleno día...sin cámaras que pudieran inmortalizarlo solo perduró en la memoria de quienes lo vivieron, que no fueron demasiados. Uno de esos pocos fue Norman Appleton, que recordó toda la vida ese día, cuando una gigantesca bola de humo y fuego cruzó ante sus ojos...años después, como miembro del Guild of Aviation Artists, plasmaría su visión en este maravilloso dibujo, el predecesor de las futuras fotografías y videos.
Aunque no podemos saber si encaja exactamente con lo observado, ya que el paso del tiempo afecta la forma en que recordamos las cosas, en ocasiones exagerando lo ocurrido sin que nos demos cuenta, es indudable que debió ser un espectáculo notable si se pudo observar en pleno día.
A Daytime Fireball in 1944
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