Nuestro firmamento, a simple vista y en condiciones óptimas, puede resultar ciertamente hermoso gracias al tenue camino de luz que lo cruza de un extremo a otro, aparentemente con poco que ver con las estrellas que vemos en la noche, pero que en realidad es la que emite el conjunto de miles de millones de estrellas, demasiado lejanas para observarlas de forma individual sin ayuda de instrumentos ópticos, y que conforman la ciudad estelar, la galaxia dentro de la cual vivimos.
Su aparente tranquilidad, que resulta casi poética cuando podemos observarla directamente (un poco difícil para la mayoría debido a la contaminación lumínica), no deja de ser una simple ilusión fruto de nuestros sentidos limitados...y es que la Vía Láctea, aunque en comparación a otras, se puede considerar una galaxia relativamente tranquila, no deja de ser una enorme concentración de materia y energía con personalidad propia, que se manifiesta de formas espectaculares pero normalmente invisibles para los terrestres.
Y un ejemplo de esta realidad oculta son los gigantescos chorros de gas, acelerados a velocidades que rondan los 1.000 Kilómetros por Segundo, que surgen del centro de la Vía Láctea en direcciones opuestas y cuya longitud, de un extremo a otro, alcanza los 50.000 años-luz, la mitad del tamaño estimado de la propia galaxia...invisibles ante nuestros ojos, pero que, de no serlo, veríamos extenderse por 2/3 de nuestro firmamento. Que diferente habría sido la concepción del Cosmos por parte de nuestros antepasados en ese caso..
Conocidos anteriormente gracias a al radiotelescopio Parkes y el telescopio espacial Fermi que permitieron detectar la gigantesca energía que mueve estos enormes corrientes de materia y les hace visibles tanto en Rayos Gamma, la más alta frecuencia del espectro, como en ondas de radio, nuevas observaciones han permitido un mapa global y mucho más detallado de estas enormes estructuras.
¿Pero cuanta energía esta moviendo algo de tan enorme a tan altas velocidades? La cifra estimada es el equivalente a 1.000.000 de Supernovas. Como ejemplo para entender mejor semejante cifra podemos imaginar toda la energía emitida por el Sol en un segundo, que sería suficiente para alimentar nuestra actual civilización durante 1 Millón de años. La multiplicamos por 31.5 Millones, que son los segundos que tiene un año, y el resultado lo volvemos a multiplicar, en esta ocasión por 10.000 Millones, que son los años estimados de vida total de nuestra estrella.
El resultado sería una cifra asombrosa...pero que representaría solo el 1% de la energía emitida por una sola Supernova, que al mismo tiempo sería solo una millonésima parte de la que está moviendo estos chorros de material. Estamos hablando de escalas que resultan casi imposible de asimilar por la mente humana, pero que se refiere a algo que esta ocurriendo relativamente cerca de nosotros, cubriendo buena parte de nuestro firmamento con una luz que está más allá de nuestra comprensión.
¿Cual es el origen de semejantes monstruos? Durante mucho tiempo se pensó que este podría estar en el agujero negro que sabemos se encuentra en el centro mismo de la Vía Láctea, pero estas nuevas observaciones apoyan otra respuesta...la compacta y poblada zona central de la Galaxia es escenario de una intensa actividad de formación estelar, y por eso mismo escenario de numerosas Supernovas, muchas veces ocultas de nosotros por las nubes de gas y polvo que llenan esta zona central. El gas expulsado por ellas está magnetizado, por lo que es atrapado por el intenso campo magnético que rodea las zonas centrales de la Vía Láctea, que lo impulsa hacia el exterior...
Lo misma irregular estructura de estos géisers, que indican que están alimentados por episodios puntuales, no por un proceso permanente, apoyan esta idea, demostrando además que existe intenso flujo de energía y campos magnéticos, desde el corazón galáctico hacia el exterior, el llamado Halo Galáctico, hasta ahora considerado un lugar relativamente tranquilo.
Dejando de lado los mecanismos concretos que mueven estas inmensas estructuras, cuyos secretos se seguirán estudiando, la imagen ahora presentada es un recordatorio de que hasta que punto el Universo que tenemos ante nuestros ojos solo refleja una mínima fracción de la realidad, y que fuerzas inconmensurables se manifiestan ante nosotros sin que nos demos cuenta, invisibles a todo lo que no sea la más avanzada tecnología.
La combinación de imágenes en luz visible y radio permiten observar los enormes géisers que surgen desde el corazón galáctico, un flujo de materia y energía que llena una parte importante de nuestro firmamento sin que nuestros ojos puedan apreciarlo.
La orientación de los campos magnéticos detectados en el centro de nuestra galaxia, el aparente motor de estos gigantescas flujos de materia y energía.
La Vía Láctea, en condiciones de visibilidad óptima, es una de las maravillas del firmamento. Y que esconde muchos de sus secretos, a pesar de que algunos de ellos, como vemos, se extienden ante nosotros.
El observatorio espacial Fermi y el radiotelescopio Parkes.
The Milky Way's Old (and Huge) Faithfuls
Giant Gas Geysers Erupting from Milky Way Galaxy
1 comentario:
Excelente tu blog , hago seguimiento de tus articulos dia a dia , y me agrada mucho que haya alguien que le interese tanto la astronomia como a mi , sigue asi , gracias por tu aporte al conocimiento!!
Publicar un comentario