Mostrando entradas con la etiqueta Observatorios. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Observatorios. Mostrar todas las entradas

sábado, julio 25, 2020

Mundos espejos

La primera imagen de dos planetas alrededor de una joven estrella muy parecida al Sol.

Parecen ya lejanos los tiempos en que el Sistema Solar se veía como una rareza cósmica, que solo conocíamos los planetas que se mueven alrededor del Sol, y hasta se discutía seriamente si eran algo común en la Galaxia o, por el contrario, vivíamos poco menos que en un accidente, una lugar excepcional en medio de la oscuridad. Pero lo cierto es que hasta fechas tan tardías como 1995 no sabíamos cual era la respuesta. Hasta no hace tanto solo existían en los sueños y historias de ciencia ficción.

Apenas 25 años después la situación es completamente opuesta. Se conocen miles de planetas en otras estrellas, la lista sigue creciendo rápidamente y los planes futuros, con la implementación de nuevas tecnologías, ya no es solo descubrirlos, sino intentar profundizar en su naturaleza e incluso buscar señales químicas que delaten la presencia de procesos biológicos. El nivel de avance es realmente extraordinario.

El telescopio VLT (Very Large Telescope) del Observatorio Europeo Austral (ESO) es uno de los actuales colosos astronómicos que sigue apuntándose logros en este campo, y el más reciente de ellos es otro salto adelante en esta carrera: La primera imagen jamás conseguida de dos mundos alrededor de una estrella parecía al Sol, aunque mucho más joven, apenas unos 17 millones de años. Quizás una imagen de lo que fuimos nosotros, una instantánea de nuestro pasado.

Aunque con diferencias. Los dos gigantes gaseosos orbitan a su estrella anfitriona a distancias de 160 y de unas 320 veces la distancia Tierra-Sol. Esto los sitúa mucho más lejos de lo que están Júpiter o Saturno, que serían el equivalente, de nuestro Sol ( a sólo 5 y 10 veces). También se descubrió que son mucho más pesados, el interior tiene 14 veces la masa de Júpiter y el externo seis veces. ¿Existen otros aún por descubrir, mucho más pequeños, ahí escondidos? Puede ser, pero aún no tenemos capacidad para verlos, ya que es gracias a que son tan jóvenes y aún conservan las altas temperaturas originarias de su nacimiento que se han podido detectar. Un sistema planetario tan antiguo como el nuestro, a esa distancia, sería invisible con la tecnología utilizada en este caso.

El futuro estará en manos de las nueva generaciones, como el Telescopio Extremadamente Grande (ELT), con el que se podrá, ahora si, adentrarse en estos sistemas planetarios, y en el caso que nos ocupa, no solo si hay más planetas ahora invisibles, sino pistas sobre si los dos ahora descubiertos se formaron en sus actuales órbitas o bien migraron desde otro lugar. Un detalle importante, pues se cree que eso es precisamente lo que ocurrió en el Sistema Solar con los planetas gigantes, Júpiter y compañía. Verlo directamente en lo que parece una versión mucho más joven del nuestro sería fundamental para confirmar esta teoría. Como espejos de nosotros mismos, estos mundos nacientes pueden hacernos comprender mejor lo que una vez fuimos.

Mundos en una estrella como el Sol.

Posición del sistema planeta TYC 8998-760-1 en el cielo terrestre.

domingo, junio 21, 2020

Fantasmas en la luz

SOHO celebra su cometa número 4000.

En 1995 se lanzó está misión conjunta entre Europa y la NASA, un observatorio espacial que tenía como objetivo central y prioritario el estudio del Sol. Por ello su mirada está centrada en nuestro estrella, a la que observa fijamente desde entonces, y por lo cual, a pesar de que han llegado otros exploradores mejores y más potentes, sigue siendo una pieza vital en nuestro esfuerzo por entender el brillante corazón del Sistema Solar.

Sin embargo, a lo largo de los años, SOHO se fue convirtiendo también en el más exitoso cazador de cometas, a los que especialmente a través de su instrumento LASCO (Large Angle and Spectrometric Coronagraph), que bloquea el disco central del Sol para poder observar su tenue atmósfera exterior, no ha dejado de descubrirlos, muchos de ellos tan tenues que solo el fue capaz de detectarlos, y en buena medida gracias a que actualmente sus archivos están abiertos al gran público gracias al proyecto Sungrazing, lo que permite a cualquiera convertirse en un auténtico cazador de estos viajeros celestes.

Y precisamente de la mano de uno de estos "científicos civiles", Trygve Prestgard, que llega el número 4000, coincidiendo con el 25 aniversario del lanzamiento de SOHO. Un doble motivo de celebración.

El protagonista es un cometa muy pequeño, extremadamente tenue, motivo por el cual solo fue captado por SOHO, algo más habitual de lo que podemos pensar. A pesar de esa imagen que tenemos de ellos, como cuerpos brillantes y espectaculares fácilmente visibles, en realidad solo una pequeña parte lo son. La mayoría pasan por nuestro vecindad como pequeños fantasmas, sin que nos demos cuenta. De ahí lo importante del trabajo realizado por este observatorio espacial. De su trayectoria, además, podemos deducir que forma parte de la llamada familia Kreutz, ya que tienen parámetros orbitales parecidos y se cree que son restos de un gran cometa que se fragmentó en el pasado.

Tal cantidad de descubrimientos nos recuerdan la constante presencia de cometas en nuestra vecindad solar, y que lejos de ser un fenómeno puntual decenas de ellos, por no decir cifras más altas, se adentran en la luz solar, algunos en un viaje sin retorno.

El cometa 4000 no llegó solo, sino con la compañía del 3999, mucho más brillante.

Algunos de los cometas más espectaculares descubiertos por SOHO.

viernes, mayo 29, 2020

De SOFIA a Plutón

Los datos del observatorio aéreo de la NASA nos ofrece nuevas pistas sobre su misteriosa atmósfera.

En 2015 la New Horizons hizo historia al sobrevolar Plutón, en tiempos pasados el límite conocido del Sistema Solar. Y fue así no solo por alcanzar ese pequeño mundo, sino porque lo que ahí encontró superó todo lo soñado incluso por las más optimistas previsiones. Quienes esperaba un lugar aburrido y congelado en el tiempo se llevaron una sorpresa, ya que era todo lo contrario. Y si así ocurría aquí, quien sabe lo que puede ocurrir en los cientos de mundos que habitan en el Cinturón de Kuiper.

De todo lo visto, quizás lo que más nos llamó la atención fue su atmósfera, muy tenue pero inesperadamente completa, con numerosas capas de bruma y con un tono azulado que nos hizo pensar en nuestro hogar. La sonda trabajó al máximo en las pocas horas de las que dispuso para estudiarla, pero lo cierto es que quedaron muchas preguntas por responder. ¿Cómo se forman esas brumas? Son transitorias o permanentes? Que impulsa esa increíble complejidad en un lugar situado a más de 6.000 millones de Kilómetros del Sol? Solo queda esperar que algún día otra sonda, con más equipo y tiempo pueda coger el testigo, pero mientras tanto debemos confiar en los medios que disponemos en la Tierra.

Uno de ellos es SOFIA (Stratospheric Observatory for Infrared Astronomy), un observatorio astronómico montado en un Boing 747 modificado, y que en 2015, casi en conjunción con la New Horizons, aprovechó el momento fugaz en que el planeta enano ocultó una brillante estrella visto desde la Tierra para perseguir esa sombra y extraer datos sobre la atmósfera "plutoniana". Fue una conjunción extraordinario que permitió combinar información llegada desde puntos tan diferentes, en la distancia y desde sus cercanías.

Desde entonces no han dejado de ser estudiados, intentando extraer toda la información posible. La exploración de Plutón dista de estar concluida, y es precisamente lo que observó SOFIA el que ahora nos ofrece nuevas pistas. Entre ellas que la neblina que lo envuelve está hecha de partículas muy pequeñas (una milésima parte del grosor de un pelo humano) que permanecen en la atmósfera durante períodos prolongados de tiempo en lugar de caer inmediatamente a la superficie y que dichas partículas se siguen reponiendo activamente, mediante un mecanismo aún desconocido.

Esto obligará a revisar las tradicionales ideas sobre el destino de la atmósfera de Plutón a medida que se aleja del Sol en su órbita elíptica, y que imaginaba que con el tiempo dicha atmósfera se colapsaría esperando tiempos más cálidos. De hecho la New Horizons se lanzó tan rápidamente como fue posible para que llegara antes del colapso, pero puede ser que fuera innecesario, y en realidad solo cambiara a un patrón cíclico más corto. "Plutón es un objeto misterioso que nos sorprende constantemente", explica Michael Person, autor principal del artículo y director del Observatorio Astrofísico Wallace del Instituto de Tecnología de Massachusetts."Hubo indicios en observaciones remotas anteriores de que podría haber neblina, pero no hubo pruebas sólidas para confirmar que realmente existió hasta que los datos vinieron de SOFIA. Ahora nos preguntamos si la atmósfera se derrumbará en los próximos años... puede ser más resistente de lo que pensábamos".

Han pasado 5 años desde ese encuentro ya legendario, y ese gélido mundo sigue sorprendiéndonos. Ojala algún día podamos regresar.

Persiguiendo la sombra de Plutón.

Fue un encuentro corto pero de una intensidad increíble, con la sonda cortando sus comunicaciones con la Tierra para poder centrar su actividad por completo en el estudio del planeta y sus lunas.

SOFIA Finds Clues Hidden in Pluto’s Haze

domingo, abril 05, 2020

Un origami de tonos dorados

Desplegando el futuro telescopio James Webb.

Se trata de una de esas historias que parecían no llegar nunca a su final, y para los presupuestos de la NASA un auténtico agujero negro que lleva devorados miles de millones de dólares. Durante años hemos oído como acumulaba retrasos y sobrecostes, siempre con la amenaza de la cancelación, aunque después de tantos esfuerzos y recursos en el, hasta el punto de condicionar al resto del programa planetario de la agencia espacial, era una decisión que nadie quiso tomar. Pero finalmente la meta aparece ya en el horizonte, y el largo camino por lo que parecía un oscuro túnel empieza a ver la luz.

El James Webb, el futuro coloso orbital, ya esta completamente ensamblado, y recientemente pasó por una prueba crítica, el despliegue de su espejo primario siguiendo los pasos que deberá completar una vez en el espacio, ya que sus enormes dimensiones, de unos 6.5 metros de diámetro, hace imposible lanzarlo con su configuración definitiva. Por el contrario, formado por numerosas piezas móviles y de una forma que recuerda al arte japonés del origami, se desplegara una vez en el espacio, siguiendo unas pautas tan complejas como delicadas. Y eso es lo que se hizo por primera vez en tierra, con la ayuda de un equipo de compensación de gravedad que simuló las condiciones en las que deberá actuar.

La exitosa maniobra es un paso decisivo para dejarlo todo a punto, aunque ahora, como en tantos otros campos, la actual pandemia, que está afectando con especial virulencia a los EEUU, todo esta condicionado a como evolucione la situación las próximas semanas. El equipo del conglomerado de empresas aeroespaciales Northrop Grumman, en California, a seguido con el trabajo de integración y pruebas con un personal reducido y por turnos, para posteriormente detenerse, a la espera de una decisión.

En principio el lanzamiento está previsto para Marzo de 2021, desde el centro espacial europea de la Guayana Francesa y a bordo de un Ariene 5, y de momento se mantiene esa fecha. Viéndolo en toda su dorada gloria, y sabiendo los sacrificios y esfuerzos titánicos que se han tenido que afrontar para que sea una realidad, no podemos sino contar los días que quedan para que se convierta en una realidad.

La prueba de despliegue permitió demostrar físicamente que el telescopio espacial James Webb podrá desplegarse según lo previsto. Se tendrá que hacer una segunda prueba que confirme que el éxito de la primera no fue casual, pero todo indica que las cosas avanzan de forma positiva. Todo un triunfo en un proyecto que tuvo que superar tantos obstáculos.

NASA’s James Webb Space Telescope Full Mirror Deployment a Success

lunes, marzo 30, 2020

El ALMA de todos

Una pequeña visita a este increíble complejo astronómico.

Durante mucho tiempo el Universo fue aquello que podían ver nuestros ojos, lo que veíamos en el firmamento y, con el progreso tecnológico, aquello que eran capaces de vislumbrar los primeros telescopios. Pero ese mismo avance científico también nos hizo darnos cuenta de cuan limitada era esa ventana, y que más allá de lo que éramos capaces de ver, que era muy poco, existía un espectro electromagnético mucho más amplio. Por ello llegarían otros observatorios, desde los espaciales, abiertos a los rayos gamma, invisibles desde la Tierra, y a los infrarrojos, hasta los radiotelescopios, que, como su nombre indican, se adentran en las ondas de radio. Todos juntos, de los tradicionales de luz "visible", hasta estos últimos, que se adentran en el espacio invisible, son las llaves que nos abren el Cosmos.

ALMA, con su constelación de radiotelescopios trabajando de forma conjunta, es una de las instalaciones astronómicas más espectaculares que existen, todo un espectáculo para aquellos que desafían las alturas para visitarlos. Y es que desde el llano de Chajnantor, a 5058 metros de altitud, observa las ondas de radio en longitudes milimétricas y submilimétricas (entre el infrarrojo lejano y las ondas de radio) cumpliendo el sueño de los astrónomos de abrir una nueva ventana de exploración del Universo en alta resolución. Un bosque de antenas que resume claramente nuestra determinación para alcanzar las estrellas.

Mucho se podría hablar de ALMA, per dejaremos que sea su gente la que nos explique los elementos claves que debemos saber cuando hablamos de este observatorio único, sus objetivos y los motivos que lo impulsaron, mediante una serie de vídeos tan instructivos como entretenidos. Que los desfrutéis.

domingo, marzo 29, 2020

El Universo que nos llama

Aumentan las detecciones de FRB (Ráfagas rápidas de radio).

Son fugaces, muchas veces del orden de milisegundos, pero tremendamente poderosas, en realidad el fenómeno más energético conocido, y en algunos casos se repiten, lo que las hace incluso más extrañas y desconcertantes. Situadas todas ellas fuera de nuestra galaxia, su origen sigue siendo un enigma, quizás el mayor al que se enfrenta la astronomía moderna después de nacimiento y evolución del propio Universo, y por ello se han construido observatorios como CHIME (Canadian Hydrogen Intensity Mapping Experiment), que desde 2017 rastrea la Bóveda Celeste en su busca.

Fueron descubiertos en 2007, pero la puesta en servicio de CHIME significó un aumento exponencial, y ahora mismo, gracias a estas instalaciones, el número de FRB conocidos alcanza ya los 700, de los que 20 son repetitivas, y de estos últimos 9 de descubrimiento reciente. Esto quizás ayude a esclarecer un poco el misterio, reforzando la idea de que las fuentes de las ráfagas aisladas y aquellas que tiene un ciclo que se repite deben ser distintas, o quizás se producen en entorno diferentes. Lo cierto es que no deja de ser simples ideas, con las que estamos intentando abrir aunque solo sea una pequeña grieta en el muro de desconocimiento que las rodea.

Eso no quiere decir que no haya muchas teorías, que van desde el resultado de la rotación de estrellas de neutrones o colapsos estelares hasta actividad extraterrestre. Esta última se basa en parte en la existencia de esos pocos FRB que se repiten como si fueran un reloj. Ningún fenómeno natural, al menos que conozcamos ahora mismo, puede explicarlo, de ahí la especulación de que podría ser una forma de comunicación. La ausencia de respuestas deja espacio para todo tipo de ideas, por locas que puedan parecernos. Y eso es lo que nos fascina de los misterios cósmicos.
 
Los FRB en la Boveda Celeste.

CHIME, el observatorio que más contribuye en la "caza" de estas misteriosas señales de radio.

La llamada del Universo.

Even More Repeating Fast Radio Bursts Discovered

sábado, marzo 14, 2020

Mundo sin fin en la lejana frontera

Descubiertos más de un centenar de nuevos habitantes de Cinturón de Kuiper.

En no pocas ocasiones una búsqueda lleva a descubrimientos fuera del campo que se estaba explorando, como un inesperado y bienvenido extra a nuestra compresión del Universo. Este es el caso de la Dark Energy Survey (DES), que desde el observatorio de Cerro Tololo (Chile) y mediante una poderosa cámara digital de 570 megapíxeles, lleva desde 2013 estudiando el desplazamiento de galaxias y supernovas para medir con precisión la expansión del Cosmos y determinar la naturaleza de la teorizada energía oscura que está detrás de ella. Eso implica imágenes constantes y de extrema resolución del Firmamento, no solo del espacio lejano, sino, de forma indirecta, de nuestra propia vecindad.

Y buscar estos últimos es lo que hizo un reciente estudio, que se dedicó a filtrar todos los "puntos móviles" registrados por DES, desde galaxias y estrellas hasta objetos pertenecientes al Sistema Solar, especialmente aquellos que, como Plutón, Haumea o Sedna, forman parte del Cinturón de Kuiper. Un trabajo nada sencillo, ya que en total se tenían que manejar hasta 7 millones de estos puntos. Al final, una vez descartando objetos lejanos y todos aquellos cercanos previamente conocidos, se llego a la cifra de 139 "transneptunianos" (TNO) hasta ahora desconocidos.

Se estima que la ubicación de estos nuevos TNO oscila entre 30 y 90 UA (unidades astronómicas), o entre 30 y 90 veces la distancia de la Tierra al Sol. Como referencia Plutón, el más famoso de todos los habitantes de Kuiper, se encuentra a una media de 40 UA.

Con este regalo indirecto de DES el Sistema Solar se expande de nuevo, mostrando que más allá de que no hace tanto tiempo se situaba la frontera se extiende una inmensidad de la que apenas estamos comenzando a ver ligeros trazos. Infinitos mundos, quizás otras Plutón, o puede que mundos incluso mayores quizás nos están esperando en ese gélido reino donde apenas llega la luz del Sol.

La ubicación de los objetos encontrados en los primeros cuatro años de datos DES. El contorno muestra el rango de búsqueda de DES y el color de cada punto muestra qué tan lejos está el objeto en unidades astronómicas.

El ObservatorioVictor M. Blanco, en Cerro Tololo, Chile, con una lente principal de 4 metros y la Dark Energy Camera (DECam).

Over a Hundred New Large Objects Found in the Kuiper Belt

viernes, febrero 14, 2020

Un asteroide binario a las puertas de casa

Descubriendo una luna en un asteroide que nos visitó recientemente

El mundo de los habitantes más pequeños del Sistema Solar es tan inmenso como variado, lejos de esa idea, ya desterrada, de que son simples "rocas" espaciales. Bien al contrario, existen de todo tipo, tamaño, forma y composición, muchos viviendo en solitario, otros formando sólidas parejas que comparten su existencia quizás desde los albores mismos de nuestro sistema planetario. Y es uno de estos últimos los que nos visitó por sorpresa hace unos días.

El asteroide 2020 BX12 fue descubierto por el sistema de observación ATLAS, en Mauna Loa, Hawaii, apenas unos días antes de que realizara su máxima aproximación a la Tierra, que ocurrió a principios de Febrero, cuando se situó a unos 4 millones de Kilómetros de nuestro planeta, una distancia aparentemente enorme, pero que a escala planetaria es muy poco, y con potencial para aproximarse mucho más en el futuro. En todo caso no existía peligro alguno en esta ocasión, y su visita fue por encima de todo una oportunidad de estudiarlo mediante radar, una técnica que para cuerpos tan pequeños da mejores resultados que las observaciones ópticas.

El radiotelescopio de Arecibo fue el encargado de escanearlo, proyectando hacia el visitante ondas de radio y captando el eco resultante, lo que permitió revelar algunas de sus características, como la forma, el tamaño, periodo de rotación o características superficiales. Sin embargo había algo más, una sorpresa inesperada, y es que 2020 BX12 no venía solo. Se descubría así que era un asteroide binario, con un cuerpo mayor, de unos 165 metros, descubierto en primer lugar, y un acompañante o satélite más esquivo, de unos 70 metros, y con un periodo orbital que hace pensar que existe un anclaje de marea, tardando este último lo mismo en completar una vuelta alrededor de su compañero que este en rotar sobre si mismo. Un escenario parecido al de la Tierra y La Luna.

Un descubrimiento sin duda curioso, que nos recuerda lo sorprendentes que pueden ser estos pequeños cuerpos celestes, que tanto deseamos conocer de cerca y al mismo tiempo tememos que se acerquen demasiado a nosotros.

El aparentemente esférico 2020 BX12 y su acompañante, que podríamos considerar una luna. El mayor brillo de este último es resultado de su velocidad y rotación, que le hace reflejar las ondas de radio de forma más intensa.

La órbita de esta pareja de visitantes.

El asteroide Ida y su pequeña luna Dactyl, visto por la sonda Galileo en 1993, y que fue el primer ejemplo conocido de asteroides con lunas.

Discovery Announcement of Binary System 2020 BX12

miércoles, febrero 05, 2020

Mirando las estrellas

CHEOPS abre los ojos.

Una vez lanzado, en órbita terrestre o en viajes más lejanos, si algo falla en su despliegue suele representar el final de una misión que representó años de trabajos y sueños ahora perdidos. Es la dura vida de cualquier equipo humano detrás de una misión espacial, el momento cargado de tensión en que el ingenio, ya fuera de nuestro alcance directo, debe funcionar como un reloj en todos sus aspecto para afrontar, ahora si, su viaje. Todo puede ser fatal, incluso algo tan simple como una cubierta protectora que no se abre correctamente.

Ese fue el momento crítico que recientemente afrontó el pequeño telescopio explorador de exomundos CHEOPS (CHaracterising ExOPlanets Satellite), lanzado el pasado 18 de Diciembre en un vuelo sin fallos, y que ahora, ya instalado en una órbita situada a unos 700 kilómetros de altura, abrió por primera vez sus ojos para mirar el estrellado firmamento al que no dejará de observar los próximos años. Era una operación delicada por parte de un mecanismo perfectamente diseñado para realizar semejante tarea, pero como por desgracia hemos aprendido, el riesgo nunca se consigue reducir a cero, por lo que supéralo representa un tremendo alivio para su equipo en tierra. Llega la hora de ponerse a trabajar.

CHEOPS no es un descubridor de mundos, como era Kepler, sino un explorador de aquellos ya conocidos en estrellas cercanas, especialmente aquellos cuyas masas los sitúan entre ser una "supertierra" y un Neptuno. Su misión es profundizar en ellos, lograr mediciones más precisas y determinar con una precisión nunca antes alcanzada el tamaño de cada uno de ellos, lo que a su vez permitirá tener una idea más precisa sobre sus posibles condiciones. Así se prepara el camino para los verdaderos cazadores de mundos del futuro, que sabrán mejor donde se sitúan las mejores opciones.

El lanzamiento de CHEOPS.

Conociendo un poco mejor a este pequeño explorador de mundos.

Cheops opens its eye to the sky

sábado, enero 18, 2020

El que vivió a la sombra del Hubble

El telescopio espacial Spitzer llega al final de su vida.

Siempre vivió eclipsado por el Hubble, infinitamente más famoso entre el gran público gracias a sus maravillosas fotografías del Universo, hasta el punto que posiblemente la mayor parte de la gente nunca conoció su existencia. Y sin embargo, para los astrónomos, era igual de valioso, o quizás más, ya que su rango de visión, que abarcaba el espectro infrarrojo, permitía ir mucho más lejos que su compañero, adentrándose en regiones inaccesibles en rangos de luz visible. Una larga vida, muy superior a la prevista gracias a su excelente construcción y inventiva de sus técnicos, pero que finalmente llega a su conclusión.

El 30 de Enero Spitzer enviará sus últimos datos astronómicos y de ingeniería, para acto seguido dormirse para ya no despertar de nuevo. Habrán sido 16 años de actividad constante, rompiendo los 2-3 previstos inicialmente, superando limitaciones y el agotamiento de sus reservas de helio líquido, responsables de mantenerlo suficientemente frío para observar el tenue "calor" del Universo, pero que pudo superar gracias al desarrollo de un sistema alternativo de enfriamiento pasivo, que le permitió mantenerse a -246 Cº, más "caliente" que antes (-271), pero aún así suficiente para seguir siendo operativo en muchos campos de observación. Hasta ahora. Llega la hora del adiós.

Y lo hace habiendo realizado innumerables avances. Las observaciones de cometas y plantas tanto cercanas como lejanas han establecido que el material que los componen es similar en toda la galaxia. Ha permitido dar forma  a nuevas ideas sobre cómo nacen las estrellas, y mirando hacia el universo mas distante, ha revelado cientos de agujeros negros masivos que acechan en la oscuridad.

Antes de Spitzer todo lo que sabíamos sobre exoplanetas provenía de observaciones indirectas, pero en 2005 detectó la primera luz llegada directamente de uno de ellos, utilizando esta capacidad para aprender algo sobre sus condiciones ambientales, como es la temperatura, lo que permitió más adelante establecer modelos climáticos. Incluso fue capaz, en los de mayor tamaño y condiciones más extremas, detectar cambios en su meteorología, todo un hito."Nadie tenía idea de que Spitzer podría estudiar directamente los exoplanetas cuando lo diseñamos", explica Michael Werner, científico de la misión "Cuando los astrónomos planearon las primeras observaciones, no teníamos idea de si funcionarían. Para nuestro asombro y deleite, lo hicieron". Y nunca debemos olvidar que suyo fue el descubrimiento del sistema planetario TRAPPIST-1, el mayor conjunto de mundos terrestres en una misma estrella jamás encontrado, fue suyo.

Se termina así una era, uno de los grandes nos abandona, entre la tristeza de ver partir a un explorador que nos ha dado tanto y la esperanza de que otros lleguen para ocupar su lugar. Vivió a la sombra del Hubble, pero para todos los que amamos la exploración espacial brilló con luz propia, quizás incluso más brillante.

Spitzer, desvelando el Universo en el infrarrojo.

Imágenes para la historia, un legado extraordinario de este telescopio espacial.

El pequeño coloso.

NASA Says Goodbye to One of Agency's Great Observatories

Sixteen Images for Spitzer's Sweet 16

miércoles, enero 08, 2020

La primera gran presa del pequeño cazador

TESS descubre su primera "Tierra".

Hablar de "mundos en la zona habitable" siempre genera expectación, especialmente cuando los medios lo venden como más de lo que es en realidad, aunque sigue siendo mucho. No, no es que sean lugares llenos de vida como la Tierra, ya que la habitabilidad depende de muchos factores, y no menos importante, de haber tenido una considerable fortuna de que ninguno de los eventos potencialmente letales, como impactos de grandes asteroides, vulcanismo global o una actividad desenfrenada de su estrella, les haya hecho descarrilar, como quizás le ocurrió a Venus y Marte. Significa que esta a una distancia de su Sol dentro de la cual las opciones son más elevada. Y eso, aunque no de grandes titulares, significa mucho.

TESS, el nuevo cazador de explanetas, que tomó el testigo de Kepler en el rastreo del espacio profundo, sigue cumpliendo y superado todo lo que se esperaba de el, y entre sus últimos trofeos se encuentra TOI 700 d, su primera "Tierra". O para ser más exactos, el primer mundo rocoso de tamaño parecido al nuestro y dentro de la zona habitable de su estrella, mucho menor y menos brillante que nuestro Sol. El primer gran trofeo de esta misión, pero esperemos que no el último

El añadido "d" implica que es el tercero del sistema (siendo "a" la propia estrella). El planeta más interno, TOI 700 b, es casi exactamente del tamaño de la Tierra, probablemente rocoso y completa una órbita cada 10 días. El central, TOI 700 c, es 2.6 veces más grande que el nuestro, orbita cada 16 días y es probable que sea un mundo gaseoso. TOI 700 d, el protagonista de esta historia, el planeta más externo conocido en el sistema y el único en su zona habitable, mide un 20% más que la Tierra, orbita cada 37 días y recibe el 86% de la energía que el Sol nos proporciona. Se cree que todos los planetas están bloqueados por mareas gravitatorias, lo que significa que giran una vez por órbita,, como hace nuestra Luna, y que un hemisferio esta constantemente bañado por la luz del día mientras que otro esta sumido en un día eterno.

Como siempre, y nunca se tiene que olvidar, se basan de suposiciones a partir de los datos disponibles, que básicamente se reducen a las fluctuaciones que estos mundos crean en la luz de su estrella cuando pasan entre ella y nosotros. Son los llamados tránsitos y es la base principal en la caza de otros mundos, al menos actualmente. Por ello siempre existe un amplio grado de incertidumbre, y las detecciones se consideran primero "candidatos" antes de pasar, algunos de ellos, al grado de "confirmados". TOI 700 d, cuyos tránsitos se comportan exactamente como esperaríamos de un explaneta, y que además está reforzado por los datos del telescopio espacial Spitzer, parece estar en esta segunda y definitiva categoría.

¿Es TOI 700 d un mundo habitable para la vida tal y como lo conocemos? Es una respuesta imposible de dar a día de hoy, pues sigue siendo un objeto invisible del que solo vemos la sombra que crea. Se han generado numerosos modelos posibles, pero son eso, modelos teóricos. Quizás pronto, con la llegada del tan esperado James Webb, podamos capar su luz reflejada, y con ella analizar su espectro, en busca de indicios de su composición química y, quién sabe, de huellas biológicas. Solo que existan opciones, por pequeñas que sean, de que sea posible, hace que cada uno de estos hallazgos valgan su precio en Oro. Aunque no de grandes titulares.

La familia planetaria de la pequeña estrella TOI 700, una enana roja. El que lleva la denominación d se encuentra en su zona habitable, aunque sea por poco, a diferencia de sus hermanos.

TESS utiliza la técnica del tránsito, que mide las variaciones de brillo de una estrella causadas por el paso de un planeta entre ella y nosotros. A partir del grado de disminución del brillo estelar y los tiempos marcados, se pueden extraer datos como la órbita o el tamaño.

La primera "Tierra" de TESS.

NASA Planet Hunter Finds Earth-Size Habitable-Zone World

viernes, diciembre 06, 2019

Estallidos de polvo y luz

Captando la explosiva actividad de un cometa.

Son pequeños, minúsculos en algunos casos, pero su naturaleza gélida hace que, cuando alguno de ellos se acerca al Sol y las temperaturas se elevan, "despierten" de una forma espectacular, manifestando una actividad que puede parecer incluso absurdamente frenética si tenemos en cuenta su tamaño, dando lugar a los brillantes cuerpos celestes que conocemos, tan extensos en tamaño como vacíos en contenido. Por ello resultan tan interesantes observarlos, y en ocasiones sorprendernos cuando deciden desatarse por completo.

El telescopio espacial TESS tiene como meta el descubrimiento de nuevos planetas en otras estrellas, captando las ligeras fluctuaciones de brillo causadas por los tránsitos. Eso significa observar fijamente y en detalles regiones del firmamento durante un largo periodo de tiempo, para así permitir registrar dichas variaciones, pero en no pocas ocasiones otras "cosas" más cercanas, como asteroides y cometas de nuestro Sistema Solar pasan por delante de su campo de visión. No son una molestia, sino una oportunidad para ampliar los campos de investigación de esta misión con unos extras siempre bienvenidos. Y como es este caso, para ser testigos de un gran espectáculo.

46P/Wirtanen es un cometa de periodo corto, de poco más de cinco años, y que a finales de 2018 se aproximó al Sol. El equipo de misión de TESS ya conocía su llegada y que pasaría dentro del campo de visión del telescopio, por lo que tenían gran interés en ver que podrían extraer de esta oportunidad. Y como si conociera que era el protagonista, respondió con un repentino estallido de actividad.

"TESS pasa casi un mes observando una porción del cielo. Sin descansos diurnos o nocturnos y sin interferencia atmosférica, tenemos un conjunto de observaciones muy uniforme y de larga duración", dijo Tony Farnham, científico investigador del Departamento de Astronomía de la Universidad de Maryland. "A medida que los cometas orbitan alrededor del Sol, pueden pasar por el campo de visión de TESS. Wirtanen fue una alta prioridad para nosotros debido a su paso cercano a fines de 2018, por lo que decidimos usar su aparición en las imágenes de TESS para ver qué podríamos sacar de él. ¡Lo hicimos y quedamos muy sorprendidos!".

Los llamados estallidos son eventos conocidos en no pocos cometas, un aumento explosivo y de corta duración de su actividad cuyo origen sigue sin estar claro y que podrían tener diversas fuentes. Sean lo que sean, eso es lo que pasó el 26 de Septiembre, varios meses antes de su máxima aproximación al Sol. El brillo inicial se produjo en dos fases distintas, con un destello de una hora seguido de una segunda etapa, más gradual, y continuó creciendo durante otras 8 horas. Esta segunda fase probablemente fue causada por la propagación gradual del polvo expulsado por el estallido, resplandeciendo bajo la luz del Sol. Finalmente se desvaneció gradualmente durante un período de más de dos semanas.

Fue el inmenso y fugaz espectáculo de luz de un viajero diminuto, la escancia misma de lo que es un cometa, un pequeño gigante capaz de iluminar la oscuridad.

Wirtanen visto en los cielos terrestres durante su paso por el perihelio a finales de 2018.

Los cometas son pequeños, pero despliegan una actividad tremenda cuando se acercan al Sol, como pudo constatar la sonda Rosetta durante su exploración de Churyumov-Gerasimenko.

El cazaplaneta TESS, aunque también capaz de capturar otras presas.

NASA’s Exoplanet-Hunting Mission Catches a Natural Comet Outburst in Unprecedented Detail

martes, noviembre 12, 2019

El que viaja entre la luz

Así fue el tránsito de Mercurio.

Este pasado 11 de Noviembre la comunidad astronómica mundial tuvo un encuentro con el planeta más pequeño y cercano al Sol. Durante 5.5 horas, como un diminuto punto solo visible si uno sabía que estaba buscando, tuvo lugar un fenómeno astronómico que solo ocurre unas pocas veces por siglo, y durante el cual ese pequeño mundo, el mensajero de los dioses en la mitología romana, cruzó el resto de nuestro estrella. Una oportunidad única para estudiarlo desde los telescopios terrestres. Y ciertamente no se dejó escapar.

Tanto Venus como Mercurio son los únicos planetas que pueden protagonizar estos tránsitos, ya que son los únicos cuyas órbitas son internas con respecto a la nuestra. Es imposible ver un tránsito de Marte, ya que su órbita es externa, al igual que el resto de mundos exteriores. Son un ejemplo claro, por si alguien lo necesitaba, de que nuestro mundo es el tercera "roca a partir del Sol. ¿No debería ocurrir cada año, entonces? La respuesta es que los planos orbitales de estos dos planetas están inclinados con respecto al nuestro, por lo que normalmente pasan por "encima" y "debajo" del disco solar. Solo cuando coincide cuando Mercurio (o Venus) están en línea con el momento en que cruza el plano orbital terrestre, lo que se denomina Nodo puede ocurrir un tránsito.

Eso es lo que ocurrió este pasado 11 de Noviembre. Desde nuestro planeta, allí donde era visible, así como desde diversos observatorios orbitales, como el Solar Dynamics Observatory, el fenómeno quedó inmortalizado para la posteridad. Y viendo ese pequeño punto oscuro, no podemos menos que emocionarte pensando que pronto estaremos de regreso, de la mano de la BepiColombo, ya en camino.

El transito visto desde el observatorio SDO.

La naturaleza de los tránsitos solares.

El paso de Mercurio visto por diversos observatorios terrestres.

Rare Mercury Transit, the Last Until 2032, Thrills Skywatchers Around the World

jueves, noviembre 07, 2019

Maravillas del Sur

Los cielos australes a los ojos de este cazador de mundos.

TESS nació como el relevo al veterano telescopio Kepler, diseñado para tomar el testigo y seguir descubriendo nuevos planetas en otras estrellas, y a su vez preparar el camino para futuros cazadores aún más potentes, tanto en el espacio como desde la superficie terrestre. Hasta cierto punto es como un vehículo de transición entre dos eras, pero no por ello sus resultados son menos espectaculares. Y como demostración, esa maravillosa panorámica.

Conformada por 208 tomas, abarca lo que nosotros conocemos como el cielo austral, el privilegiando firmamento que se observa desde el hemisferio Sur de nuestro planeta, como es sencillo adivinar viento las dos Nubes de Magallanes, galaxias enanas cercanos a la nuestra (y quizás sus satélites) y que solo son visibles desde esa parte del mundo. Y como consigue localizar exoplanetas en este aparente mar infinito de luz?

Las cámaras de TESS capturan un sector completo del cielo cada 30 minutos como parte de su búsqueda de fluctuaciones del brillo de las estrellas captadas en cada toma y que puedan delatar algo que pase por delante de ellas desde el punto de vista terrestre. O lo que es lo mismo, otros mundos que las orbiten, otros sistemas planetarios. En esta panorámica, que en realidad debería imaginarse como una película de altísima definición, TESS encontró 29 exoplanetas, además de 1000 candidatos, posibles pero no confirmados más allá de toda duda a la espera de más análisis. Y apenas estamos rascando la superficie.

Pero por encima de todo transmite una belleza extraña, sabiendo que esa luz es el fruto de miles de miles de estrellas brillando al unísono. Y que en ellos se esconde lugares, mundos más allá de la imaginación.

Navegando por las maravillas del cielo austral.

Las estrellas hogar de los 29 planetas confirmados por TESS.

Los mundos candidatos, fluctuaciones en el brillo de estrellas que parecen indicar la presencia de mundos, aunque no con completa seguridad. La mayor parte de ello, sin embargo, seguramente serán confirmados como tales en el futuro.

Las constelaciones australes.

La construcción de esta panorámica, a media que TESS completaba los diversos sectores de la Bóveda Celeste.

TESS, el cazador de mundos.

NASA’s TESS Presents Panorama of Southern Sky

miércoles, octubre 30, 2019

Un cielo lleno de fantasmas

Detectando hasta 300.000 rastros de asteroides en las imágenes del Hubble.

Es todo un símbolo de nuestros deseos de tocas las estrellas, un veterano entre veteranos que desde más allá de las nubes sigue ofreciendo imágenes maravillosas del Cosmos, incluso ahora que se encuentra en la fase final de su existencia. Pero en ellas hay mucho más de lo que podemos apreciar a primera vista, y no solo para los aficionados. Así lo demuestra el proyecto ciudadano "Hubble Asteroid Hunter", cuyos resultados no pueden ser más espectaculares.

Como dice su propio nombre, su meta son los asteroides. Y que tiene que ver las imágenes de las estrellas con algo tan cercano? Básicamente que las tomas del Hubble, tan resplandecientes, son fruto de una larga exposición, lo que implica que cualquier cosa con un mínimo de brillo que pasara por delante en ese momento dejará un rastro. Un camino de luz. O lo que es lo mismo, cualquier asteroide que cruzara delante de la mirada del telescopio. Una tarea inmensa en el que astrónomos de la ESA pidieron la colaboración ciudadana, que gente de todo el mundo se adentrara en el inmenso archivo de imágenes en busca de esos rastros.

Y las cifras son absolutamente increíbles. En total 1.900 voluntarios identificaron más de 300.000 rastros en cerca de 11.000 imágenes en tan solo mes y medio, que ahora los astrónomos tendrán que estudiar para intentar recrear, en el caso de los no conocidos, sus respectivas órbitas, así como ajustar más lo de los conocidos. Vivimos rodeados de miles de pequeños viajeros, un recordatorio de la necesidad apremiante de conocerlos, explorarlos y, en último término, ser capaces de afrontar su amenaza. Los cientos de miles de pequeños fantasmas que recorren la mirada del Hubble son un recordatorio de todo ello.

Unas de las imágenes más destacada. El rastro del asteroide, por delante de la
una imagen de 2005 de la nebulosa del Cangrejo, es claramente visible, y fue descubierta por Melina Thévenot desde Alemania. En este caso se trata de un viejo conocido, 2001 SE101, un asteroide del cinturón principal descubierto en 2001.

Detectan 300.000 rastros de asteroides en fotos del telescopio Hubble

martes, octubre 08, 2019

Reinos lunares

Saturno se convierte en el planeta del Sistema Solar con más lunas conocidas.

El soberano planetario, el mayor de todos los mundos que acompañan al Sol, acaba de perder una de sus "coronas". Una completa y exhaustiva exploración de la vecindad del planeta anillado, realizado gracias al telescopio Subaru, han dado un golpe al prestigio joviano al desvelar la presencia de hasta 20 nuevas lunas, diminutas, pero lunas al fin y al cabo, y eso a dado lugar a un "sobrepaso" planetario. Si hasta ahora Júpiter era el poseedor de la mayor familia de ellas, en consonancia a su posición, la situación acaba de cambiar.

82 a 79 a favor de Saturno. Este es el resultado actual de este curioso enfrentamiento, un cambio radical fruto de estas nuevas 20 lunas, que rondan un tamaño de apenas 5 kilómetros y que 17 de ellas con órbitas retrogradas, en decir, se mueven en dirección contraria a las lunas "normales. No solo eso, sino que se agrupan en tres familias claramente diferenciados por su inclinación orbital, lo que quizás indica que son el resultado de la fragmentación de varios cuerpos que existieron previamente. Y para terminar con sus curiosas características, una de ellas, que parece haber seguir un camino propio y desligado con el resto, es la más lejana conocida, y necesita 3 años en dar una vuelta completa alrededor de Saturno. Un autentico sistema solar en miniatura.

"Utilizando algunos de los telescopios más grandes del mundo, ahora estamos completando el inventario de pequeñas lunas alrededor de los planetas gigantes", explica Scott Sheppard, que lideró esta estudio."Desempeñan un papel crucial para ayudarnos a determinar cómo se formaron y evolucionaron los planetas de nuestro Sistema Solar". Curiosamente, el año pasado, Sheppard lideró otra exploración, en este caso en Júpiter, que terminó con 12 nuevas lunas, lo que aumentó la distancia con su competidor anillado. Hasta ahora.

Ciertamente es un descubrimiento curioso, pero no por ello menos importante. Su tamaño, composición, inclinación orbital, origen (si nacieron con el planeta o son asteroides o cometas capturados) y otras características proporcionan información valiosa sobre el pasado de los mundos que acompañan, así como de los acontecimientos que pudieron suceder durante su dilatada historia, como colisiones catastróficas o hasta que punto era intenso el flujo de pequeños cuerpos que pasaban por su vecindad en tiempos pasados. Son diminutas, pero valiosas para entender el Sistema Solar exterior.

Las imágenes del descubrimiento de la recién encontrada luna más lejana de Saturno, Fueron tomados en el telescopio Subaru con aproximadamente una hora entre cada imagen.

Representación artística de las 20 lunas recién descubiertas. La mayoría son retrogradas (en rojo), es decir, giran en sentido contrario a las principales lunas del Sistema Solar.

Subaru es el mayor telescopio del Observatorio Astronómico Nacional de Japón, localizado en el Observatorio Mauna Kea en Hawái, con 8,2 metros de diámetro. Su nombre es la denominación japonesa del cúmulo abierto de estrellas conocido en castellano como las Pléyades.

Saturn surpasses Jupiter after the discovery of 20 new moons and you can help name them!