El observatorio espacial Herschel llega al final de su vida útil una vez agotado el refrigerante de Helio líquido.
35.000 observaciones científicas, 25.000
horas de datos científicos de alrededor de 600 programas de observación
diferentes, abarcando desde galaxias extremadamente lejanas en el espacio y el tiempo, pasando por los diversas etapas en la formación estelar, el descubrimiento de Oxígeno molecular, agua y otros elementos nunca antes vistos en las grandes nubes de gas y polvo donde están formándose nuevas estrellas y planetas, la violenta actividad alrededor de los agujeros negros que se encuentran en el corazón de muchas galaxias, el agua presente en los cometas de nuestro Sistema Solar y que podrían habernos entregado una parte importante de la que actualmente encontramos en La Tierra...y muchos descubrimientos aún por venir a medida que se vayan analizando en profundidad el enorme caudal de datos acumulados en estos 4 años de actividad.
Este es la herencia que la comunidad científica recibida por parte del observatorio espacial europeo Herschel, cuyas reservas de Helio líquido, necesarias para mantener sus instrumentos casi en el 0 absoluto (0,3 Kelvin) y poder así observar la bóveda celeste en infrarrojo lejano, finalmente se agotaron este pasado 29 de Mayo, resultando en el claro aumento en las temperaturas en todo ellos que registraron los datos de telemetría enviados por el telescopio. Aunque era el final previsto teniendo en cuenta la cantidad de refrigerante con la que contaba cuando se lanzó (2.300 lítros) no dejó de ser por ello un motivo de cierta tristeza para todos los implicados, ya que se ponía punto final a una de las misiones más exitosas de la ESA y que, con colaboración con la NASA, que aportó elementos para 2 de sus 3 instrumentos principales, más a permitido avanzar en nuestro conocimiento del Universo que nos rodea.
"Herschel ha superado todas las expectativas, proporcionándonos un
increíble tesoro oculto de datos que mantendrá a los astrónomos ocupados
durante muchos años", dijo Alvaro Giménez Cañete, Director de Ciencia y
Exploración Robótica de la ESA. Para John Grunsfeld, administrador asociado del Directorio de Misiones Científicas de la NASA "Herschel nos dio la oportunidad de asomarse a las regiones oscuras y frías del universo que son invisibles para otros telescopios. Esta misión con éxito demuestra cómo la NASA y la ESA podemos trabajar juntos para hacer frente a los misterios sin resolver en astronomía". Por su parte Paul Goldsmith, científico de la NASA dentro del proyecto "Herschel ha mejorado nuestra comprensión de cómo se forman nuevas estrellas y planetas, pero también ha planteado muchas nuevas preguntas. Los astrónomos van a seguir el camino de sus descubrimientos tanto desde tierra como el los futuros observatorios espaciales".
Aunque su historia como observador activo del Cosmos llaga a su final, no será así con su propia existencia física, ya que desde su posición actual, en el punto de Lagrange 2, será enviado a una órbita heliocéntrica, donde quedará "aparcada" para siempre, ni su aportación para la ciencia, ya que el examen de los datos enviados a La Tierra posiblemente seguirán ofreciendo nuevos descubrimientos en el futuro. Sus ojos se han cerrado, pero su legado, como vemos, está destinado a vivir mucho más allá de su final.
Herschel en las instalaciones de la ESA en Guiana Space Centre.
La Galaxia de Andrómeda o M31, a 2.5 millones de años-luz de La Tierra. La extraodinaria sensibilidad de Herschel permitió desvelar las grandes masas de gas y polvo que se encuentran en ella, apenas unos grados por encima del 0 absoluto, y fuente de futuras generaciones estelares. En su centro la acumulación de estrellas antiguas se refleja en forma de una zona de color azulado.
Adentrándonos en el corazón de Orión.
La Gran Nube de Magallanes. Esta galaxia vecina, en ocasiones considerada una satélite de la nuestra, aparece aquí como una explosiva masa en llamas, en realidad son ondas gigantes de polvo que atraviesan decenas o cientos de años luz.
Filamentos de gas en la nebulosa IC5146 donde se están formando nuevas estrellas.
Herschel Space Telescope Closes Its Eyes on the Universe
Herschel closes its eyes on the Universe