sábado, enero 18, 2020

El que vivió a la sombra del Hubble

El telescopio espacial Spitzer llega al final de su vida.

Siempre vivió eclipsado por el Hubble, infinitamente más famoso entre el gran público gracias a sus maravillosas fotografías del Universo, hasta el punto que posiblemente la mayor parte de la gente nunca conoció su existencia. Y sin embargo, para los astrónomos, era igual de valioso, o quizás más, ya que su rango de visión, que abarcaba el espectro infrarrojo, permitía ir mucho más lejos que su compañero, adentrándose en regiones inaccesibles en rangos de luz visible. Una larga vida, muy superior a la prevista gracias a su excelente construcción y inventiva de sus técnicos, pero que finalmente llega a su conclusión.

El 30 de Enero Spitzer enviará sus últimos datos astronómicos y de ingeniería, para acto seguido dormirse para ya no despertar de nuevo. Habrán sido 16 años de actividad constante, rompiendo los 2-3 previstos inicialmente, superando limitaciones y el agotamiento de sus reservas de helio líquido, responsables de mantenerlo suficientemente frío para observar el tenue "calor" del Universo, pero que pudo superar gracias al desarrollo de un sistema alternativo de enfriamiento pasivo, que le permitió mantenerse a -246 Cº, más "caliente" que antes (-271), pero aún así suficiente para seguir siendo operativo en muchos campos de observación. Hasta ahora. Llega la hora del adiós.

Y lo hace habiendo realizado innumerables avances. Las observaciones de cometas y plantas tanto cercanas como lejanas han establecido que el material que los componen es similar en toda la galaxia. Ha permitido dar forma  a nuevas ideas sobre cómo nacen las estrellas, y mirando hacia el universo mas distante, ha revelado cientos de agujeros negros masivos que acechan en la oscuridad.

Antes de Spitzer todo lo que sabíamos sobre exoplanetas provenía de observaciones indirectas, pero en 2005 detectó la primera luz llegada directamente de uno de ellos, utilizando esta capacidad para aprender algo sobre sus condiciones ambientales, como es la temperatura, lo que permitió más adelante establecer modelos climáticos. Incluso fue capaz, en los de mayor tamaño y condiciones más extremas, detectar cambios en su meteorología, todo un hito."Nadie tenía idea de que Spitzer podría estudiar directamente los exoplanetas cuando lo diseñamos", explica Michael Werner, científico de la misión "Cuando los astrónomos planearon las primeras observaciones, no teníamos idea de si funcionarían. Para nuestro asombro y deleite, lo hicieron". Y nunca debemos olvidar que suyo fue el descubrimiento del sistema planetario TRAPPIST-1, el mayor conjunto de mundos terrestres en una misma estrella jamás encontrado, fue suyo.

Se termina así una era, uno de los grandes nos abandona, entre la tristeza de ver partir a un explorador que nos ha dado tanto y la esperanza de que otros lleguen para ocupar su lugar. Vivió a la sombra del Hubble, pero para todos los que amamos la exploración espacial brilló con luz propia, quizás incluso más brillante.

Spitzer, desvelando el Universo en el infrarrojo.

Imágenes para la historia, un legado extraordinario de este telescopio espacial.

El pequeño coloso.

NASA Says Goodbye to One of Agency's Great Observatories

Sixteen Images for Spitzer's Sweet 16

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