¿Qué se esconde debajo de las espectaculares formaciones nubosas del planeta, aquella que le da su aspecto tan característico? Cuales son las fuerzas que se esconden justo por debajo de ellas? La llave para saberlo no es tanto trabajo de sondas como Juno, sino de observatorios terrestres como ALMA, capaces, gracias a su capacidad de observar el Universo en la frecuencia de las ondas de radio, adentrarse en las profundidades del planeta, sacando a la luz esas capas que se mueven por debajo de las que vemos con nuestros ojos.
Y es precisamente de ALMA (Atacama Large Millimeter/ submillimeter Array) del que nos llega la de exploración en profundidad más detallada jamás conseguida, en que la inmensa capacidad de este observatorio le permitió sacar a la luz capaz situadas hasta 50 kilómetros por debajo de las nubes exteriores."Nos permitió obtener un mapa tridimensional de la distribución del gas de amoníaco debajo de las nubes. Por primera vez, pudimos estudiar la atmósfera luego de una intensa erupción", explica Imke de Pater, de la Universidad de California, en Berkeley.
Un objetivo ideal era observar las capas internas del planeta, visible en frecuencias de onda de radio, justo después de la aparición de una de estas tormentas. Y esta oportunidad llegó en Enero de 2017, después de que unos astrónomos aficionados observaran una erupción en el Cinturón Ecuatorial Sur. Al principio se observó un pequeño chorro blanco y brillante, y luego una gran mancha que se prolongó durante varias semanas. De Pater y sus colegas usaron entonces ALMA para estudiar la atmósfera debajo del chorro y la zona del cinturón afectada en longitudes de onda de radio y compararon sus resultados con otras imágenes, obtenidas en luz visible, ultravioleta e infrarroja con otros telescopios más o menos en el mismo período.
"Nuestras observaciones fueron las primeras en mostrar que se producen altas concentraciones de gas de amoníaco durante estas erupciones", explica Pater."La combinación de observaciones realizadas simultáneamente en distintas longitudes de onda nos permitió estudiar la erupción en detalle. Esto nos ayudó a confirmar la teoría de que los chorros energéticos son provocados por la convección de humedad en la base de las nubes de agua, ubicadas en las capas inferiores de la atmósfera. Estas nubes hacen subir el gas de amoníaco desde la profundidad de la atmósfera hasta una gran altitud, muy por sobre la nube de amoníaco principal y la capa superior".
ALMA nos asombra de nuevo, llevándonos en un viaje más allá de la máscara de Júpiter, hacia el mundo que se esconde más allá de sus nubes.
Júpiter en ondas de radio tomadas con ALMA (arriba) y en luz visible con el telescopio espacial Hubble (abajo). En ambas imágenes de puede apreciar la erupción en el cinturón sur-ecuatorial.
https://www.almaobservatory.org/es/audiencias/alma-revela-interior-de-tormentas-de-jupiter/
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