Desde que se nos abrió la puerta al mar de mundos que se escondían entre las estrellas, apenas hace unas décadas, la larga lista de descubrimientos no ha dejado de crecer, y con ello la sensación de que cualquier cosa es posible, que si imaginamos un planeta, por exótico que sea, tarde o temprano lo encontraremos. Allí fuera, literalmente, podemos hallar casi cualquier cosa, desde lugares familiares a otros que no se parecen en nada a lo que conocemos en el Sistema Solar.
El último ejemplo de eso llega de un Sol situado a 100 años luz de la Tierra. Se le conoce como HR 5183 b y es un planeta varias veces mayor que Júpiter. Pero lo que lo hace extraño es su sorprendente órbita, tan elíptica que de estar situado en nuestro Sistema Solar, esta lo llevaría más cerca del Sol que Júpiter y más lejos que Neptuno, lo que es algo extremo, incluso para mundos pequeños como Plutón. Solo asteroides y especialmente cometas siguen caminos parecidos, pero aquí hablamos de un mundo gigantesco.
"Este planeta es diferente a los de nuestro Sistema Solar, pero más que eso, es diferente a cualquier otro exoplaneta que hayamos descubierto hasta ahora", explica Sarah Blunt, autora principal de un nuevo estudio que confirma la existencia de HR 5183 b."Otros detectados lejos de sus estrellas tienden a tener excentricidades muy bajas, lo que significa que sus órbitas son más circulares. El hecho de que este tenga una excentricidad tan alta habla de alguna diferencia en como se formó o evolucionó en relación con los otros planetas".
El descubrimiento se realizó con el método de la velocidad radial, o lo que es lo mismo, midiendo el tirón gravitatorio que un gran planeta ejerce sobre su estrella a medida que gira alrededor de ella, lo que permite detectar mundo por otro lado no visibles por métodos ópticos o que no realizan tránsitos por delante de ella vistos desde la Tierra."Este planeta pasa la mayor parte del tiempo merodeando en la parte externa de su sistema planetario. Luego, comienza a acelerar y hace una honda alrededor de su sol", explica Andrew Howard, profesor de astronomía en Caltech."Detectamos este movimiento de tirachinas. Vimos entrar al planeta y ahora está saliendo. Eso crea una firma tan distintiva que podemos estar seguros de que este es real, a pesar de que no hemos visto una órbita completa".
Poco sabemos de el, aparte de una masa estimada de 3 veces la de Júpiter. Seguramente comenzó su vida en una órbita circular, pero luego fue alterada drásticamente por un encuentro gravitacional, probablemente con un mundo vecino de tamaño similar.
Durante mucho tiempo creíamos que nuestro mundo era el centro del Universo, después colocamos al Sol y sus planetas en ese puesto, como algo único, y posteriormente como un ejemplo de lo que podríamos encontrar en otras estrellas. Hoy día sabemos que casi nada de ello era cierto. Lo único que queda como real, y solo hasta cierto punto, es la idea de ser "únicos". Porque ciertamente nuestro Sistema Solar lo es, pero como también lo son todos los demás. Vivimos rodeados de lugares extraños, especiales cada uno de ellos a su manera.
This Newfound Alien Planet Has a Truly Bizarre Looping Orbit
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