El primer y más largo paso, el que implicaba desde su lanzamiento hasta su llegada a las cercanías de nuestro satélite, que se alargo durante semanas al no seguir una trayectoria directa, sino mediante una serie de órbitas alrededor de la Tierra que la fueron alejando lentamente de nuestro planeta hasta lograr dar el "salto" a la esfera de influencia lunar, es queda atrás, y la agencia espacial de la India afronta ya su encuentro con la historia, la de dejar su huella sobre la superficie selenita, quizás un primer paso hacia metas más ambiciosas.
Fue el pasado 20 de Agosto cuando la Chandrayaan 2 inició su maniobra de inserción orbital, un encendido de 1738 segundos que la frenó la suficiente para ser atrapada por el campo gravitatorio lunar, quedando en una orbita elíptica de 140x18.072 Kilómetros. Una posición transitoria, que irá cambiando a medida que se vayan realizando más maniobras de ajuste y que terminará en una órbita circular de solo 100 kilómetros de altura, mientras, de forma paralela, el módulo de aterrizaje se desprenderá y entrará en su propia órbita lunar (100x30 Kilómetros), a partir de la cual avanzará hacia el momento clave de esta misión: El aterrizaje (o alunizaje) en el Polo Sur.
Si todo sigue el plan previsto, esto debería ocurrir el próximo 7 de Septiembre, tras lo cual llegará el despliegue del pequeño rover que viaja en su interior, Pragyan. Se iniciará así de forma definitiva lo que podemos llamar una misión triple, ya que cada una de las partes dispone de su propio instrumental científico, aunque es la sonda en órbita, como el lógico, la que se espera se mantenga en activo durante más tiempo. Por el contrario tanto el módulo como el rover se espera que trabajen por más de 14 días terrestres, es decir, un día lunar, ya que no está claro que sobrevivían a la larga noche. Están programados para que "se duerman" cuando la luz solar desaparezca, como forma de ahorrar energía, pero que eso sea suficiente para sobrevivir solo se sabrá cuando llegue el siguiente día.
Pero eso ya forma parte de lo que está por venir, y siempre partiendo de que las operaciones anteriores se sucedan de forma exitosa, cosa no tan sencilla como parece, y menos cuando, para la India, es terreno inexplorado. La aventura justo acaba de comenzar.
Como sucesora de la primera Chandrayaan, la segunda de la serie toma su legado y lo lleva mucho más allá, en una misión tremendamente ambiciosa.
La misión india Chandrayaan-2 se inserta en órbita lunar
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