viernes, noviembre 06, 2015

Un mundo sin escudo

MAVEN confirma y cuantifica la pérdida de atmósfera marciana por el efecto del viento solar.

Es invisible a nuestros ojos, y a la práctica totalidad de nuestros sentidos, pero es vital para nuestra existencia y de la vida en si misma. Solo la tecnología, empezando por las primeras brújulas, que funcionaban a la hora de señalar el Norte, seguramente sin que sus primeros propietarios supieran realmente el motivo, hasta los actuales instrumentos situados en tierra y en órbita, permitieron descubrir, definir y explicar el campo magnético terrestre, sin el cual las cosas serían muy distintas para este planeta azul.¿Como de distintas? La respuesta lo podemos encontrar en un aún más pequeño planeta rojo, que quizás tiempo atrás fue también azul, pero que, precisamente por su pequeño tamaño, perdió una posible envoltura magnética global y quedó expuesto al verdadero rostro del Sol, una estrella no tan amistosa como podemos creer desde nuestro oasis planetario.

Lanzada hacia y puesta en órbita alrededor de Marte con el objetivo de conocer mejor la atmósfera marciana, y aún más importante, los mecanismos que llevaron a un mundo en apariencia cálido y húmedo, quizás no tanto como la Tierra pero claramente más que el frío y seco desierto que vemos ahora, a su estado actual, MAVEN está realizando una serie de "zambullidas" en las capas altas de la atmósfera marciana, con el objetivo de responder a la pregunta clave: Que llevó a esta última desde un estado suficientemente denso como para soportar agua líquida en la superficie durante largos periodos de tiempo, hasta tener apenas el 1% de la densidad terrestre. ¿Donde se fue todo ese gas? Quedó atrapado en las rocas, bajo la superficie, o se perdió en el espacio, quizás fruto de la acción del viento solar en un mundo sin un escudo magnético capaz de repelerlo?

Aunque en general esta segunda opción parecía la más probable, era necesario observar y cuantificar el proceso para validad los modelos en este sentido, saber como es el proceso, así como tener una idea más clara sobre el ritmo al que se produce, lo que permitiría a su vez disponer de una imagen más definida sobre cuanto tiempo Marte pudo ser un mundo habitable antes de que muriera como tal. Y sabiendo más o menos la duración de esa fase, también sabríamos las posibilidades que podría haber tenido de desarrollar algún tipo de vida simple. Y ahora, gracias a MAVEN, tenemos los datos necesario para ello.

Estos indican que en la actualidad el viento solar arranca unos 100 gramos de atmósfera marciana cada segundo. Puede parecer algo insignificante, y en realidad lo es, pero su efecto acumulativo a lo largo de miles de millones de años es devastador, como ir sacando unas pocas monedas de una caja fuerte llena de miles de millones de ellas. Al principio ni se nota, pero a lo largo del tiempo, de periodos de tiempo astronómicos, terminarías por vaciarla casi por completo. Algo que en el caso de Marte, de seguir a este ritmo podría ocurrir en 2.000 millones de años.

Evidentemente siguen habiendo factores extra que hacen que este calculo tenga un considerable margen de error: El Sol en su juventud era mucho más activo y violento, sacudiendo el Sistema Solar con grandes tormentas, capaces de acelerar el ritmo de pérdida, hasta por 10 si tomamos como referencia el efecto de las actuales cuando golpean al planeta rojo, y que MAVEN pudo presenciar. Por otro lado suponemos que existió un campo magnético global por los campos magnéticos locales que aún se detectan, y que se consideran restos de lo que una vez fue, pero de ser así cuando se vino abajo? En que momento la atmósfera marciana perdió este escudo protector y quedó sola y expuesta? Las actuales estimaciones indican que esto ocurrió hace 4.200 millones de años, pero eso es algo que aún estamos lejos de poder fechar con previsión. También podría haber ocurrido un gran impacto que la arrancara de forma traumática, o una fase de vulcanismo extremo que inyectara más gases y compensara las pérdidas. En esto último InSight, que llegará en 2016 para medir el calor interno existente actualmente, podría darnos un poco de luz.

Es sin dudas el mecanismo principal, aunque no único."La erosión solar es importante para la pérdida de la atmósfera, y era lo suficientemente importante como para dar cuenta de un cambio significativo en el clima de Marte", explica Joe Grebowsky, científico del proyecto MAVEN."La sonda también está estudiando otros procesos de pérdida - como el debido a impacto de iones o el escape de átomos de hidrógeno - y ésto sólo aumentará la importancia de fuga atmosférica".

Aunque este es su objetivo principal, también se han publicando otros resultados de MAVEN, como la detección de auroras por el espectrógrafo de imágenes ultravioletas durante una tormenta solar, fruto de la interacción del viento solar con los remanentes magnético que aún existen, polvo a altitudes de entre 150 a 1.000 kilómetros, sin que existen por ahora mecanismos conocidos que puedan explicarlo, un importante gradiente de temperatura vertical, entre los 140 y 170 km, así como una mezcla estable de dióxido de carbono, argón y dióxido de nitrógeno, así como cantidades más altas de oxígeno de las estimadas hasta ahora.

A punto de cumplir un año en órbita, completada ya su misión primaria y afrontando su primera extensión en el tiempo, MAVEN se encuentra en buena forma y está cumpliendo con todos sus objetivos, el principal de los cuales será seguir profundizando en lo que ya descubierto, extendiendo la observación a lo largo del tiempo, algo que otras sondas han mostrado lo tremendamente revelador que puede ser, así como intentar responder a los nuevos enigmas que se plantean. Su vida activa, que esperamos sea larga y provechosa, apenas acaba de comenzar.

Mientras tanto nosotros, afortunados terrestres, podemos coger una brújula y mirarla con atención: La fuerza que la mueve, deberíamos ser conscientes, es la misma que nos permite existir. Un pequeño mundo rojizo nos recuerda el profundo significado de estas palabras.

Así afecta el viento solar a la atmósfera marciana, ionizando sus átomos para después arrastrarlos con el gracias al campo magnético solar que lo impregna. Un desgaste lento que se acumula con el tiempo.

La diferencia clave entre Marte y la Tierra. Esta última tiene una magnetosfera global amplia y potente, con sus altibajos pero que lleva ahí desde hace varios miles de millones de años evitando lo peor del Viento Solar. Marte perdió la suya hace tiempo y su atmósfera sufre directamente el impacto de esta.

Una visión de como pudo ser Marte en tiempos pasados, aunque sea quizás exageradamente cercana a la Tierra según algunos científicos, antes de que la lenta pérdida de la atmósfera lo convirtiera en el desierto que es hoy día.

MAVEN, la sonda actualmente en órbita marciana para estudiar la atmósfera del planeta.

NASA Mission Reveals Speed of Solar Wind Stripping Martian Atmosphere

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