domingo, noviembre 10, 2013

Post Vintage (72): Ecos de destrucción

La traducción de una tabla de arcilla cuneiforme de época Asiria ofrece nuevas pistas sobre un posible impacto de un asteroide en Europa en el cuarto milenio antes de nuestra era.

La región de Köfels, en Austria, tiene todo el encanto típico de las regiones alpinas, con paisajes de ensueño, grandes montañas nevadas y extensos bosques que dan al conjunto una belleza singular, pero también contiene uno de los misterios geológicos que más han dado que hablar durante los últimos 200 años: Un gigantesco corrimiento de tierras de 500 metros de espesor y 5 de diámetro al cual se le sigue buscando una explicación desde el siglo XIX, pues es dificil entender que pudo provocar un desplazamiento tan brusco y colosal.

A mediados del siglo XX estudios en profundidad plantearon una hipótesis fascinante: Estábamos ante el impacto de un gran meteorito, que golpeando la montaña con un ángulo muy bajo provocó su parcial colapso en forma de un desplazamiento de tierra de proporciones gigantescas. Evidencias de una aplastante presión y explosiones en la zona eran las pruebas más sólidas que apoyaban esta idea.

Esta idea no fue apoyada de forma mayoritaria, pues el aspecto general de la zona no corresponde al que se puede esperar de un lugar donde ocurrió el impacto de un gran asteroide, aunque la idea del "misterio de Köfels" como un simple corrimiento natural del terreno era claramente insatisfactoria, pues seguía sin responder el porqué de tal evento ni explicaba el origen de las señales que apoyaban la teoría cósmica. Pero ahora quizás tenemos la respuesta, y esta llega del lugar más inesperado: Una tablilla de arcilla de origen Asirio con referencias astronómicas.

Descubierta por Henry Layard en los restos de una biblioteca situada en el Palacio Real de Nínive ,antigua capital del imperio Asirio, y todo indica que fue realizada un escriba asirio en el 700 AC, que copió un documento mucho más antiguo, realizado por un astrónomo Sumerio que registró en el los eventos celestes ocurridos antes del amanecer del 29 de Junio de 3123 AC (calendario gregoriano, que es el que utilizamos en Occidente actualmente). El dibujó de una serie de constelaciones, y textos con referencias a diversas de estas últimas, formaban un planisferio fascinante pero sin una explicación convincente sobre su propósito o que quería plasmar exactamente.

Sin embargo el avance de las simulaciones informáticas han permitido reconstruir el cielo nocturno que ese astrónomo Sumerio dejo plasmado para la posteridad y desvelar lo que nos esta diciendo, como presentan ahora en un nuevo estudio Alan Bond, Director General de Reaction Engines Ltd y Mark Hempsell, Profesor Senior de Astronáutica en la Universidad de Bristol.

Así, una mitad hace referencia a las posiciones de los planetas (de ahí que pueda saberse la fecha exacta) y las coberturas de nubes, es decir, datos habituales en este tipo de registros. Sin embargo lo extraordinario llega con la segunda mitad, donde se registra la presencia de un objeto, lo bastante grande para ser notado incluso aunque estuviese aún en el espacio, y cuya posición y trayectoria registrada respecto a las estrellas parece coherente con un posible impacto en Köfels.

Registraron los Sumerios, en el 4 milenio antes de nuestra era, la llegada y caida de un asteroide en Europa? Esta es la fascinante posibilidad que parece emerger de esta antigua tabla de arcilla.

Los datos extraídos de ella, más los que conocemos de la región de Köfels, permiten una posible reconstrucción de los hechos: Un asteroide de aproximadamente 1 Kilómetro de diámetro y perteneciente a la familia Aten, que se movía por ello en una órbita resonante con la de la Tierra, terminó precipitándose contra ella un 29 de Junio de 3123 AC, entrando en la atmósfera siguiendo una trayectoria con un ángulo muy bajo, de apenas 6º, lo que explica la ausencia de cráter.

En su descenso, convertido ya en un gigantesco bólido, el asteroide golpeó una montaña llamada Gamskogel, sobre la actual ciudad de Längenfeld y a 11 kilómetros de Köfels, provocando que el asteroide explotase antes de que alcanzara la superficie. Transformado en una descomunal bola de fuego de unos 5 Kilómetros de diámetro, el impacto final generó una enorme presión que pulverizo las rocas y genero el corrimiento de tierras, pero sin dejar cráter, puesto que el asteroide, tras golpear contra Gamskogel, ya había dejado de ser un objeto sólido.

Mark Hempsell, uno de los responsables de esta nueva investigación que nos trae de vuelta la teoría del impacto, explica uno de los posibles efectos: "Otra conclusión puede obtenerse de la trayectoria. La columna dejada por la explosión (la nube en forma de hongo) se curvaría sobre el Mar Mediterráneo reentrando en la atmósfera por Levante, el Sinaí y el Norte de Egipto. El calor del terreno, aunque muy corto sería suficiente para incendiar cualquier material inflamable, incluyendo cabello humano y ropa. Es posible que más gente muriera bajo la columna que en los Alpes debido al impacto".

Nos lleva esta pequeña tablilla de arcilla, conocida como "el planisferio", a los ecos de un terrible impacto que hace seis milenios pudo sacudir el continente europeo y cuyos efectos se extenderían por el Mediterraneo oriental y Oriente medio, es decir, la cuna de la civilización en Occidente? Sin duda esta nueva teoría (o sería mejor decir el retorno de una antigua) dará aun mucho que hablar, pero la posibilidad resulta intrigante y parece darle un sentido a un evento lleno de incógnitas.

La tablilla de arcilla conocida como "el planisferio" y perteneciente a la colección del Museo Británico No K8538. Desde su descubrimiento en el siglo XIX ha sido objeto del interés de muchos expertos, pero hasta ahora no se había logrado dar con una explicación convincente de su propósito.
Una panorámica de Köfels y el corrimiento de tierras, ahora cubierto de vegetación.

La reconstrucción de la posible trayectoria final del asteroide, desde el momento en que pudo ser observado por primera vez (7),el momento de máxima aproximación a Sumeria (5), la desaparición tras el horizonte(4), su entrada en la atmósfera (2) y el impacto en Köfels. Igualmente se señala la posible zona de impacto de la nube de restos, 20 minutos después, sobre la zona del Sinai, el Norte de Egipto y la costa de la actual Israel.

Posible secuencia final del impacto en Köfels. Llegando con una trayectoria con un ángulo muy bajo, el asteroide golpea la cima de Längenfeld, convirtiendose en una bola de fuego de cinco Kilómetros de diámetro, generando una onda de presión y calor que golpea contra la ladera opuesta, provocado su colapso.

El corrimiento de tierra de Köfels, antes, después y actualmente.

Tabla de arcilla cuneiforme traducida por primera vez

Cuneiform clay tablet translated for the first time

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Un asteroide de 1 km no provocaría algún tipo de extinción en el planeta? Si conocemos extinciones de hace millones de años causadas por asteroides de un tamaño similar o mayor al de Kofels... ¿Por qué no hay más huellas dejadas por este evento que fue hace poco más de 3000 años?

Quizás la respuesta a mi pregunta es que si hubiera colisionado y formado un cráter la catástrofe habría sido mucho mayor... Hablo como aficionado a la astronomía y admirador de este magnífico blog.

Un saludo y gracias

Tokaidin dijo...

Los asteroides capaces de generar un fenómeno de extinción se les calcula tamaños bastante mayores (el de Yucatán, que se asocia con la de los dinosauros, se habla de 10-15 Km), un cuerpo de 1 Km podría generar una catástrofe local, no global.

En todo caso es cierto que es una teoría con "peros", de ahí que no este aceptada de forma mayoritaria, pero me parecía una posibilidad lo suficientemente interesante para hablar de lla.

Anónimo dijo...

Ok gracias por resolverme la duda. El post está genial no había oído nada sobre esta alucinante historia. Un saludo.