¿Una nueva Phobos-Grunt para 2018?
Fue un golpe terrible para las aspiraciones Rusas de volver a un primer plano en el siempre difícil, y de momento dominado de forma casi absoluta por la NASA, campo de la exploración planetaria...falta de fondos, desviación del diseño original, precipitación y cambios técnicos más que dudosos prepararon el camino para que la Phobos-Grunt, que tenía como objetivo aterrizar el la mayor luna de Marte, Fobos, y enviar muestras a La Tierra, no llegara a salir de la órbita terrestre, convirtiéndose los meses que permaneció en el espacio antes de desintegrarse en la atmósfera terrestre, en toda una humillación para el país.
Tras este desastre el futuro, a corto y medio plazo, del programa planetario ruso no parece nada prometedor, centrándose de momento en las ya confirmadas Luna-Resurs y Luna-Glob, previstas para 2016 y 2017. Sin embargo el acuerdo recientemente alcanzado con Europa para participar en el proyecto ExoMars parece indicar que Rusia, pese a todos los problemas, aún no descarta totalmente las aventuras planetarias.
Y dentro de este escenario podemos encuadrar la noticia que nos llegan desde Russian Space Web, y que señala que el equipo de diseño de NPO Lávochkin, responsables de la Phobos-Grunt, se plantea seriamente un segundo intento, una Phobos-Grunt 2 que cogería el testigo de su fallida hermana. Viktor Khartov, director de la oficina de diseño NPO Lávochkin, lo dejó bien claro el pasado Enero en las Conferencias Koroliov de la Universidad Baumann: "A Rusia no le queda otro camino que repetir esta misión luego de la dura lección aprendida con el fracaso inicial".
Más importante que el deseo de NPO Lávochkin de intentarlo de nuevo es la respuesta de Roskosmos, la Agencia Espacial Rusa, que lejos de descartarla parece ahora respaldar esta posibilidad, como demuestra que Vladimir Popovkin ha dispuesto que el Consejo Espacial de la Academia de Ciencias de Rusia (organismo encargado de formular el programa espacial científico del país) considere esta posibilidad. Aunque esto no implica que finalmente haga realidad, la falta de un rechazo inicial hace que, como mínimo, exista la posibilidad, lo que ya por si solo implica una mejora con respecto al escenario de hace apenas un par de meses.
Evidentemente habría diferencias y notables cambios, fruto de la (triste) experiencia adquirida con el fallido vuelo de la Phobos-Grunt, que tendría lugar como fecha más probable en 2018...las otras dos ventanas de lanzamiento para Marte se pueden descartar, ya que 2013 queda demasiado cerca en el tiempo y 2016 coincide con la misión de la Luna-Resurs, declarada prioritaria por Roskosmos, por lo que es muy dificil se programará ningún otra que se sobreponga a ella, y quizás con la ExoMars. Por tanto 2018 parece una fecha lógica si finalmente se aprueba este nuevo intento de alcanzar Marte.
En estos 6 años se deberán modificar los elementos que pudieron provocar la pérdida, además de beneficiarse de que, sin la inclusión de la sonda china Yinghuo-1, se podrá volver al diseño más simple (y por ello más fiable) que se manejaba en 2007...y es que la entrada de China, aunque les permitió seguir adelante con un proyecto parado por los problemas presupuestarios, implicó una mayor complejidad.
Igualmente, en las operaciones de lanzamiento, la fase superior Fregat recuperaría su tarea original de impulsar la sonda hacia el planeta Rojo, tras los controvertidos cambios realizados durante la preparación de la Phobos-Grunt, en que se utilizó un módulo de propulsión MDU, una variante del Fregat que servía al mismo tiempo como etapa de propulsión hacia la órbita terrestre y módulo de inyección hacia el espacio profundo, todo ello controlado por el ordenador principal de la sonda (BKU), sin disponer de un sistema de control propio como es habitual. Una mezcla que se demostró fatal.
Otro simplificación con respecto a la misión original es que un lanzamiento en 2018, con una ventana de lanzamiento muy favorable, implicaría que no sea necesario incluir un depósito de combustible externo.
Finalmente la sonda Luna Resurs ofrecería la posibilidad de testear algunos de los equipos que posteriormente se incluirían en la Phobos-Grunt 2, de manera que se podría garantizar la fiabilidad de los componentes electrónicos que pudieron fallar en la misión original, además de ofrecer a los técnicos experiencia práctica en vuelos interplanetarios, de la que Rusia, tras tantos años fuera de escena, no anda sobrada.
Aunque muchos son los elementos que deben aclararse para saber si esto es una realidad o no (por ejemplo, Roskosmos parece referirse a la Phobos-Grunt 2 como un "plan B" en caso de que la ExoMars no se llegara a hacer realidad, mientras que los científicos rusos defienden la viabilidad de ambas) el simple hecho de que se esté planteando de forma seria significa que, pese a todo, Rusia sigue aspirando a los viajes interplanetarios, sola o en cooperación con otros, lo que no deja de ser una noticia magnífica en los duros tiempos que corren.
El vuelo del Fénix. ¿llegará la Phobos-Grunt a Marte en su segunda reencarnación?
Fobos-Grunt Reloaded.
Phobos-Grunt 2
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