La noche se conviertió en día, seguido, en las zonas más próximas al punto donde se desintegró, de una onda de choque que hizo temblar la zona. Una descripción que nos recuerda al meteoro que el año pasado sobrevoló la zona del centro de la península Ibérica y hizo notar su llegada en toda la provincia de Madrid como si se hubiera desatado una repentina y fugaz tormenta. Lejos queda del gran visitante de Siberia y sus devastadores efectos, pero las cámaras tanto de vigilancia como de particulares no dejan lugar a muchas dudas sobre su magnitud.
El meteoro fue observado especialmente en la provincia de Santiago del Estero, pero los testimonios se extienden por las provincias de Catamarca, La Rioja, Chaco, Corrientes, Córdoba, Santa Fe y Tucumán. "Da la impresión de que cayó un meteoro por las características del fenómeno: esas estelas con forma de espiral de gas y partículas", explica Mariano Rivas, coordinador del área de Astronomía del Planetario de Buenos Aires, en declaraciones al canal C5N, de la capital argentina.
La llegada de este nuevo visitante interplanetario, cuyo diámetro se calcula, a partir del brillo y duración del fenómeno, en unos 20 Centímetros, se produjo a las 3.20 hora local, a una velocidad de 130.000 kilómetros por hora según el director del Observatorio Astronómico de Santa Fe, Jorge Coghlan, que cree que el meteoro se desintegró prácticamente en su totalidad cuando se encontraba a una altura de 65 kilómetros sobre el suelo, por lo que es muy dificil que se puedan encontrar restos para analizar."Todas las noches se observa la caída de materia interplanetaria, pero lo que pasó hoy fue la precipitación de un elemento de mayor tamaño y de origen tan primitivo como nuestro planeta. Algunos fragmentos alcanzaron a caer al suelo, pero son muy pequeños y es casi imposible localizarlos".
Aunque recientemente han adquirido una fama y atención mediática extraodinaria después del gran meteoro ruso, lo cierto es que este tipo de bólidos, la incineración explosiva de pequeños cuerpos celestes en las capas altas de la atmósfera, son solo la parte más visible y espectacular de los miles de toneladas de material planetario que se precipitan cada año sobre La Tierra, la inmensa mayoría en forma de partículas no mayores que un grano de arena y que se desvanecen sin apenas dejar rastro, más allá de las ocasionales estrellas fugaces.
a impresionante bola de fuego cruzó el cielo de Argentina
Un meteorito ilumina la noche del norte de Argentina
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